DE MINI VACACIONES

Los que todavía pueden. Recordaran que antes, llegadas estas fechas las familias salían casi al completo para descansar los meses del verano, en sus lugares de origen. El tiempo era sagrado, los tres meses de verano, de finales de junio, cuando terminaban los colegios a septiembre, el periodo colegial se reanudaba para toda la población escolar incluidos los universitarios en los primeros días de octubre. Mas recientemente, se redujeron los meses de descanso, influyo que en la familia trabajaban ambos cónyuges. También se estreno, lo de la segunda vivienda, cuyo uso se completaba con otras estancias, en el resto del año. La siguiente moda, fue la copia de los que nos visitaban, descubrimos el turismo, y se impuso lo de viajar al extranjero, claro está que el tiempo se redujo a cortas estancias de semana, por término medio. Los que salían por el país, podían alargarse a los quince días, que en un hotel era síntoma de “poderío”. Los cambios sociales, se impusieron de pronto, reduciendo notablemente el tiempo de descanso. Ya no se salía para todo el estío, solo por un mes, la escusa: el trabajo. La realidad que el bolsillo no daba para más. Aquí, en las zonas conocidas por vacacionales, más tarde nombradas turísticas, es donde se nota esa venida a menos. Si preguntan en las tiendas o los estableciemientos hosteleros, le s hablaran de tiempos pasados con nostalgia, con reminiscencias de envidia, para estos profesionales, el tiempo pasado, si fue mejor. El paso siguiente fue el de: pipas, paseo y playa, en la costa y pipas paseo y pinos, en el campo, se conocía esa etapa coloquialmente, como las 3 pes. De ahí, se llegó a la de las vacaciones cortas, menos del mes y aprovechamiento máximo del apartamento en alquiler, había que sacar la máxima rentabilidad, la formula la concentración de dos o tres núcleos familiares en el mismo. Los alquileres, en función del número de camas, no de habitaciones. Y se impuso, la cervecita y la sardina, como extra. Hoy se ha simplificado, tan solo se pasan fuera días, quizás una semana y los que son propietario de segunda casa, quince días e incluso repartiendo el tiempo restante con cesión, posiblemente recompensada de la vivienda a otros familiares, para otras cortas espacias. Todo ha cambiado, ¿para mejor?, según los que han resultado beneficiados por la situación, no hace falta repetir que son la “casta” Y PARA PEOR, versión Juan español: todo según el bolsillo del que se disponga. Muchos españoles, no saldrán a ninguna parte, ni tan siquiera a casa del padre o del abuelo, al pueblo de origen, Son los tiempos modernos y gracias a la imposición de los que viven sin problemas. Como se diría variando el refrán: si quieres lo tomas y si no emigras. Hoy los veía llegar, cargados como mulos y con caritas de querer pasarlo bien, el poco tiempo que les permite su salario. Conviene no olvidar que Rajoy, ha puesto de moda “in” lo “mini”, comenzando por el propio gobierno.