Ésta página, nació para dar respuesta a una serie de buenos amigos que aseguran que se lo pasan bien con las cosas que escribo. Del “cuadrito” no hablo, aunque no desentonaría, entre lo que sale hoy; con toda modestia ¡garantizado!. Los nuevos, no me han enseñado nada.

Dije en su momento que no sabía si su interés estaba basado en el deseo, o en la caridad. A todos gusta que nos alaben, y a las seguidores de los productores de aucas, continuadores de los trovadores medievales y remontándonos antes a los mala milk de los bufones, muchísimo más. Si quiere que un comunicador le guarde eterna simpatía, cuando se lo cruce, dígale: “muy bueno lo tuyo”, se pondrá mas “lindo” que un pavo real en plena exhibición. Usted posiblemente no sepa el porqué; él, a lo peor tampoco, pero en su fuero interno ha sentido un “gustirrinin” muy especial. Ese día se sentirá el dueño del corral (la redacción).
La segunda causa, es la caridad. Quizás pensaron:”vamos a darle un poco de jabón a éste que ya está mayor”. Tratándose de compañeros de estudios, de oficio y artistas, es más que probable. Tan lejos como que ésta misma mañana, me lo recordaba, con rin, tin,tin, Teresa, de mi Editorial.

Mi sorpresa ha sido descubrir que son más de los que pensaba. “El contador, no engaña”. Y que antiguos amigos de otros países, se han acordado del compañero Toni, e inclusive, muchos nuevos profesionales han sentido curiosidad, por ver como lo hacían (dicho con toda humildad), las vacas sagradas del periodismo del siglo pasado.
La verdad es que con mis articulitos de vez en cuando iba matando la afición. Ahora me debo preocupar con que el Blog, tenga vida. Así que entre la página y escribir libros, ¡estoy ocupadísimo!.
Para que la página sea mas viva y resulte mucho más apetecible para el lector, les incluiré trabajos de otros compañeros que hablan y trabajan en nuestro idioma desde diferentes partes del mundo. Me gustaría que el blog fuera un pequeño referente para dejar claro que somos más de 400 millones de castellano parlantes.

A unos, a otros y a los de más allá, muchas gracias. Confío en no defraudaros.

lunes, 17 de junio de 2013

LAS “VENTAJAS” DE LA SANIDAD PRIVADA

La evidencia es la madre de la ciencia. La realidad no admite contradicción. Desde que “reina” en lo que se llamaba España, el PP. Estamos ante la peor de las realidades hemos cambiado una Sanidad Pública, eficiente ha pesar de sus limitaciones, por una Privada, grandiosa de incomodidades para el usuario y además, sorpresa, con un tufillo repelente a dictadura. ¿Dónde está la ventaja?. Sencillamente en los dineros antes decían que era cara; ahora es carísima, pero los “amiguetes” se forran a costa de los “enfermitos”. Continuamos con las “ventajas”; hoy si usted no está empadronado en Valencia y tiene la desgracia de tener una casa en cualquiera de las poblaciones en los que la sanidad se ha privatizado, se deberá atender a las “normas”, a las que el Señor Rajoy, nos tiene habituados con otro nombre; el gallego las llama “medidas” que traducido al idioma vulgar, quiere decir: como “joder” al paisano por tiempos. La “normas son magníficas”, para el usuario. Usted decide pasar una temporada en su casa, si no se la han quitado, y excede de un mes, prepárese, las criaturas de la sanidad privada, le harán ir al ambulatorio de “guiris” una vez al mes para sacarse la tarjeta sanitaria, con lo cual hace ejercicio que es muy bueno pare el mantenimiento muscular. Luego le regalan el plantón y la cola, otro tipo de gimnasia que terminara derriñonándolo. La fase siguiente es soportar el humor del celador o celadora, y entrar en la ruleta de la suerte, le pueden dar la cita, para una semana después. Hecho el paseíto anatómico, de su casa al centro de salud por enésima vez, le toca la espera hasta que el médico pueda atenderle, siempre con demora, salvo que sea usted el que se retrasa por la circunstancia de fuerza mayor que sea, en ese caso se le habrá pasado el turno seguro, con los inconvenientes que deberían ser normales y que se trasformarán en una montaña, teniendo que recurrir a las mejores dotes de actor y diplomático, conjuntamente. Usted saluda con una sonrisa al galeno, que le mirará con cara de lastima y saca su historial médico firmado y sellado por el médico de familia, que examinara como lo haría, el juez de turno en el juzgado. Terminado el “examen”, le pregunta: “¿viene por medicinas o a otra cosa?”. Su respuesta es: ¡solo medicinas!. “¿Dígame cuales necesita con urgencia, solo puedo hacerle tres recetas?”. Y ahí sale la fiera que lleva usted dentro y termina por “explicarle” al de la bata blanca, que no esta de bromas, que esta hasta los mismísimos, de sus insolencias, que no le hacen ningún favor, y que o le receta el tratamiento que le han indicado sus doctores de cabecera o arde Troya. Con lo que ha segregado adrenalina, relajado sus nervios y puestas sus neuronas en posición de máxima alerta, que es fundamental para el buen estado de la salud mental. Al final y ante la amenaza, logra su propósito y sale del ambulatorio con un cabreo del quince, como para que le pregunten la hora. Se lleva la hoja de reclamaciones para rellenarla en casa y el celador en tono confidencial y a la “vista” de las circunstancias, le confiesa: “ojala todos hicieran como usted”. Con lo que termina con cara de idiota, y pensando: “¡no entiendo nada…!. Ya lo han visto, una maravilla.

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