BETETA, “PEGA” EN “DISTRAIDO”.

¡Hay Montoro, quien te ha visto y quién te ve!. Hay que saber elegir a los segundos, a los que por lo menos hay que exigirles, que si no sirven, no creen problemas. ¡No metan la pata!. Un curso completo del “despiste resta votos”, lo termina de dar en la Comunidad Valenciana, el segundo de a bordo del Ministerio de hacienda. El llamado Beteta. Que demuestra que “pega” en “distraído”. Ya saben ustedes que lo de “pega”, es una formula coloquial y nada académica que se usa en algunos puntos de la geografía del país, para resaltar una cosa, por ejemplo: “pega en bobo”, “pega en guarro”, “pega en burro”, etc, etc. Pues bien, el nominado Beteta, se atreve en Valencia a ponerse a discutir con su compañero de partido el conseller de hacienda local, negándole el pan y la sal y reclamándole, un nuevo ajuste, otro recorte en los presupuestos de la autonosuya; lo primero que hay que preguntar es :”se atrevería el Beteta, hacer lo mismo en el País Vasco?..........¿Tendría los “cataplines” suficientes, para discutir en público con el conceller de turno de Cataluña?. No es obligatorio ser un genio para afirmar que no. En éste caso sobra, la máxima del ejercito que se da a los soldados: “valor se le supone”, aquí es seguro que está el “valor” de vacaciones, que ni hay, y mucho menos lo tiene. Solo un “ despistado” es capaz de semejante atrevimiento, en el feudo natural, donde en los últimos 20 años, su partido ha sacado más votos. ¿Tan sobrados van que no les importan perder unos miles…..?. ¿O es que el segundo de las “perras”, tiene una información que desconocemos el resto de los mortales, según la cual, el PP, ha perdido ya el antic regne, y por tanto le importa un “pimiento”, lo que digan, hagan y las represalias que tomen los valencianos, en respuesta a su “chulería”, nada política, inoportuna y menos diplomática. Con muchos Betetas, el PP, lo tiene claro. No importa que se descubra que la Facultad de Políticas de Madrid, es una cueva de aleccionadores de extrema Izquierda, con financiación internacional, el peso de los contrastes también da o quita votos. Ofender a los ciudadanos es el peor de los actos permitidos a un político regularcito, tirando a malo. Debe ser que está cansado y quiere que lo echen. Le faltan “bemoles”, para presentar la dimisión, a lo que los españoles estamos acostumbrado