MIEDO A LOS ESCRITORES

Nadie del oficio de juntar palabras, pude entender el rumor que con eco sale de los círculos autollamados progresistas, sobre el supuesto mido a quienes escribimos. Todavía nos resulta más incomprensible, sus reacciones ante los que escribimos ; abandonando el supuesto “miedo” o la prevención, para con los que son o se creen intelectuales, su defensa pasa por el principio. Viejo como el mundo, de “no hay mejor defensa que un buen ataque” por lo que las amenazas e insultos son algo que camina con nosotros, y nos sigue como la mascota de turno, mejor educada y fiel. A unos los insultan, a otros los amenazan y así en orden creciente o decreciente, se producen las “molestias”, según quien las haga y a quien las dirijan, también en esto hay un ranking de valores que van desde muy peligrosos, hasta el del “mal rollo”. Se lee en los papeles que el sistema bolivariano quiere ver en la cárcel, a quienes no están “en la onda”;no es que lo piensan, lo llevan a la práctica sin ningún pudor, lo venden al gran público tratándoles como enemigos peligrosos, despiadados y desestabilizadores y tienen las mentiras subrrayadas . Otra mentira demagógica, sin posibilidad de contestación, el sistema dictatorial no lo permite y es bueno recordarlo, especialmente para “los nuevos”, los desmemoriados, los nostálgicos y la gente a quien quieren engañar”. Tiros en las calles, muertos y cárceles llenas de “supuestos enemigos” políticos. O eres de los de Muro, o estás en su contra, con todas las consecuencias. Para su intranquilidad hay que asegurar que los del oficio, no hacemos más que contar lo que vemos; dicho de manera ampulosa, somos “notarios de la actualidad” sin pretenderlo, porque nuestro rollo consiste en contarlo casi todo. A unos les parece bien y a otros no tanto, el desencuentro también es parte del compromiso.