“Siento vergüenza y pido perdón”. ¿Es eso todo?. ¿Sabe el Señor Emery que pasará a la historia del Valencia, como al entrenado al que le hicieron seis goles en casa, por primera vez?.
También es usted como el Presidente del gobierno y su actual Presidente de Club, de los del Record Guinness, lo único es que llegan ustedes al libro por su mala gestión.
Usted es un entrenador, otro empleado, como su Presidente y su Consejero Delegado, con sueldos de José Tomás, solo que sin el riesgo de las “cornadas”.
Ya lo decía el Cordobés, el primero, cuando por causa de su valor le prevenían de los riesgos, la respuesta grandiosa: ¡Más “cornas” da el hambre!.
La diferencia es que el salto de la rana, a unos caía bien y otros se lo tomaban a broma. Le puedo asegurar que los seis goles en casa que le metió la reserva del Madrid, no lo olvidarán jamás los valencianistas.
Usted después del resultado, está “muerto” como técnico en el Valencia. Tras ese “éxito”, si tuvieran un mínimo de dignidad, lo que tendrían que haber hecho ya, es marcharse, y hablo en plural, porque los otros dos personajes que habrían de acompañarle, son los otros dos máximos responsables.
El entrenador por dejar claro que no sirve para un club de los con “pretensiones” de grande en éste momento; por la pésima gestión llevado solo “con pretensiones”, en sus tiempos uno de los Clubes más grandes del fútbol nacional.
Envidiado y respetado, con aquella fama de: “Bronco y copero” con el que recorría los campos de España. Entonces esto era España, no el territorio del Estado Español.
Los otros dos porque tampoco valen para unos puestos en los que se llevan mas dinero que el Presidente de la Autonomía, por nada, puesto que quien hace y deshace es Bancaja, ahora Bankia.
Señor Olivas, ¿no están ustedes en reajuste de empleados en Bankia…?. Pues ahí tiene dos a los que les podría “agradecer los servicios” (ponerlos de patitas en la calle), es posible que los valencianistas, le compensaran abriéndose cuentas en ese extraño Banco.
No es la primera vez que anuncio el desastre, lo he hecho anteriormente y he explicado las causas.
Desgraciadamente acerté, y les juro que me habría gustado muchísimo equivocarme.
Éste viejo juntador de palabras que alcanzó una cierta influencia en ese club, hablando en nombre de los auténticos seguidores y haciéndoles llegar a los directivos lo que se pensaba y hablaba en la “calle”. En los tiempos en los que en lugar de cobrar avalaban y por tanto escuchaban, no caciqueaban. Desde la distancia se siente dolido y avergonzado.
¡Nunca nadie antes, le había hecho seis goles al Valencia en Mestalla!.
¡Dios Santo, que vergüenza y encima un equipo de suplentes!.
Si tenemos en cuenta las rivalidades desde siempre el Madrid, junto con el Barcelona, son los equipos a batir. Se decía que ganándoles, tenía justificada la temporada.
Por eso esta derrota, no es que duele hace llagas, por tratarse del Madrid y para rematarlo, los suplentes.¡Un gangrena!.
Adoptar la técnica del avestruz, es la expresión plástica de la cobardía.
El pedir perdón en un caso tan sangrante, significa ir a la Ciudad deportiva a retirar sus cosas y no volver jamás.
De que sirve, esconderse “tres días”, o es que piensa usted que los valencianos son olvidadizos, santos o tontos….
Le puedo garantizar que ninguna de las tres cosas. Son una de las mejores aficiones del país, con un abismo sobre la que le siga que posiblemente en “aguante” sea la del Atlético de Madrid y si algo tienen en su contra es el pecado capital del valenciano: “el semin fotisme” (el conformismo).
Usted no puede con esa plantilla, que necesita un técnico ingles y de esa escuela, de los del látigo en la mano.
De los que el que no corre y se deja la piel en el campo, no vuelve al equipo en su vida y se pudre en la grada.
Y el máximo responsable en lugar de un asalariado, alguien a “quien le pique el Club” y se la juegue, como antaño. No un señorito con contrato blindado, cadente y vergonzoso, en unos tiempos cuando el país está en ruinas.
Una autentica afrenta al trabajador.
Había, hace unos años un entrenador que era militar, provenía del Real y su nombre José Antonio Naya, por menos que eso tenía a la plantilla en doble sesión – mañana y tarde- corriendo un mes. Sus argumentos aplastantes:”Son trabajadores del fútbol. La jornada laboral son 8 horas, tienen suerte que solo los tengo cinco”.
¿Digame, cuando se cruza con un aficionado, no se le cae la cara de verguenza?.
Y usted Llorente, ¿que espera que los valencianistas le invbiten a comer despues de ésto?.¡Vayase, hombre, vayase!.
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