Que esto de la política es muy complicado es una verdad de Perogrullo.
Cada día que trascurre la entiendo menos y miren que uno le pone voluntad, talento y no es de los del “pelotón de los torpes”, en eso del test de inteligencia de los buenacitos. Pues nada, no hay forma que consiga comprender a éstos de la “casta”.
Voluntad, se la pongo, toda. Dedicación absoluta, no como otros que además están en la economía sumergida del “trinque” o de los “negocios”. Y ganas de entenderlos, absolutas, buena predisposición para interpretarlos. ¡Vamos que ni por esas…!.
Ya he decidido tirar la toalla y volverme conformista: “Cuando lo hacen, será porque debe ser así”. No más quebraderos de cabeza, solo bregar con los hechos, punto pelota.
Les conté que los que mandan habían decidido sustituir al embajador de éste país ante la Santa Sede.
El cambio, ya de por si es un intríngulis, pregunto: ¿Alguno de ustedes, se les hubiera ocurrido, mandar a una mujer, a tenerlas tiesas con los cardenales (no los moratones, si no los del cápelo rojo)?.
Pues en contra pronostico, el gobierno de lo que queda de España, con el partido en el poder PSOE, ha tenido la idea, que encima ha llevado a efecto.
¡Todos muertos por la sorpresa!. El primero Bertone, que cuando se lo dijeron, creía que era una broma.
Lo tuve que releer para que entrara en mis entendederas, a primera vista increíble. Por raro que parezca, era verdad.
Las consecuencias fueron que la Señora Figa, se llevó la primera bronca de una mujer ante el Pontífice; eso para “desayunar”. A partir de ahí, imaginen como serán la comida, merienda y cena….
¿Por qué han sustituido a Francisco Vázquez?. Oficialmente un misterio: Nadie, sabe, nadie opina, “tos gilipollas” –que diría un colega-. ¿Tiene que existir una causa?..... ¡Debería, pero….!. Son los misterios de la Moncloa, consecuentemente hay que recurrir a la información “paralela”, a la de los corrillos de pasillo, a los maledicientes, que en ciertas ocasiones saben más que lo que cuentan.
Según esas fuentes, uno de los valores del socialismo que más éxitos a proporcionado al partido, inclusive por encima de los propios cálculos de Ferraz, les cae fatal, a los nuevos “amos”, especialmente a las del género femenino: La Pajín y la Valenciano; curioso, la primera representa en el Senado a los valencianos; la segunda, aunque tenga el apellido, es de Huelva y vive en Cataluña.
Las mismas fuentes cuentan que apoyan la jugada, haciendo triángulos, Pepiño e Iglesias, a quien como se descuide, le puede caer el Pilar encima.
Motivo, que le han tomado “gindama (manía)”.
¿Porqué?. Afirman los “rajones del partido” que es católico confeso, y en pleno siglo XXI, eso es impresentable para el partido que defiende lo contrario, el laicismo y su cúpula afirma ser atea.
Si no estuviéramos en vísperas de lecciones ya habrían sacado la ley “anticlerical” que tienen preparada. Otro ex confeso, Jáuregui, con “talento” lo paro, porque era una pasada y el momento no está para bromas, y las de mal gusto repercuten en las urnas.
Para los influyentes progres, prima más, uno que no valga un duro pero que sea políticamente correcto con el pensamiento caciquil, de los Zapateristas que un tío que les da sopas con honda a todos juntos, como se presente a una elección en Galicia.
Una persona que por su calidad humana apoyarían hasta los del partido contrario.
¿Será eso lo que les fastidia…?.
El valor político de Paco Vázquez, no lo discute nadie, con sentido común, porque ahí están sus muchos años de Alcalde de La Coruña (A Coruña, como la llaman ahora), y su cartel intachable, y no como el de otros de los que se lo han cargado; unos no le llegan ni a la suela del zapato; y otros porque son un pasivo para el partido que nunca sabremos lo que valen, porque jamás se presentaran en listas abiertas a nada, siempre al amparo de la siglas.
¿Quién es la Valenciano?.... ¡Nadie!. A La Pajin, la conocemos demasiado bien sobre todo en su tierra de adopción, donde papá, mama y la nena todos cobran “del presupuesto”.
Esas, con sus dos socios, no valen ni una “jaculatoria”, por muy fuerte que sea, del defenestrado. ¡Amen!.
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