CÓMICO Y POLÍTICO, MALA MEZCLA

Hay ciertas profesiones, en apariencia incompatibles, dos de ellas las más sonadas son la de actor y miembro de la “casta”. Los motivos muchos pero en especial uno, que les es común, los dos representan, la diferencia está en el escenario; uno escoge el teatro, el otro la calle. ¿Quién tiene mejores dotes interpretativas?. Que me perdonen los profesionales del escenario, pero en muchísimas ocasiones les superan, los del traje azul y dos dedos de manga de camisa enseñando por la chaqueta. Los todo poderosos del nuevo oficio, pueden dar “sopas con honda” al mejor de los del Talía. Quizás por ello, no es bueno que los actores, entren en la competencia con los “chupadores de piragua”. Jugando en campo contrario, llevan las de perder. Querer interpretar un personaje que no provenga del “libreto”, les desquicia y la figuración no es la deseada. La penúltima prueba la tienen en el cómico Toni Canto, que fuera del escenario, en la otra profesión, la que le viene grande, recoge calabazas después de cada intervención, pitos en lugar de palmas. Su última ocurrencia, imitar el defecto de Rajoy, en Twitter, es además de grotesca, desafortunada. Burlarse de un defecto físico de un “compadre” de la profesión, entre otras cosas reprobables está la mala educación, en la que el Señor Canto, no se prodiga. Y otra vez más queda demostrada mi teoría, de que en éste país lo que falla es la “primaria”. Con sus desatinos el conocido actor, al que pone en entredicho es a su partido, dándole un carácter de falta de seriedad, ante los votantes y restándole posibilidades en las próximas elecciones. No estaría de más que su jefa Doña Rosa, le diera un buen tirón de orejas y le explicara que las representaciones quedan para las tablas, que fuera de ellas no tienen espacio. Otra más del tal Toni, y un millón de votos menos para UPYD, que tal como están las cosas resta posibilidades de elección al paisano que vota.