HUELE A ALGO MÁS QUE UNA NUBE DE VERANO

La ola de calor que nos embarga, ha traído emparejadas las tormentas. Nubes van y nubes vienen, agua por aquí, truenos por allá, relámpagos por acullá. Los rayos caen “ a gogo”. Los antiguos decían que San Pedro, estaba cambiando los muebles. Los de ahora repiten: “Papa, la paga”, aunque tengan dos carreras terminadas y treinta “tacos”. Son los tiempos, las modas son rejuntarse y poner la mano a Papa; traer hijos al mundo y asegurar que no les importa no estar casados, es lo “in”. Lo “guay” es vivir a costa de los progenitores o de la pensión del abuelo, en contra de la voluntad de las partes. Conseguir un trabajo, es una milagro y el que quiere dejar de ser parásito, ya sabe la maleta y a emigrar. Entre tormentas secas y húmedas, y con los calores encima, van pasando los días del verano de vez en cuando salta alguna noticia que merece la pena refrescar. La más curiosa de ellas es la reaparición en escena de la marquesa, Doña Esperanza, se ha dejado ver y ha hecho varias declaraciones a los plumíferos. La verdad es que la Aguirre, no desentona y mucho menos deja indiferentes al personal, por eso da pié a pensar que la ex de muchas cosas en política, esta con la querencia de aparecer otra vez en el “oficio”. Hay hasta quien afirma que pretende ser la nueva cara del PP, un partido limpio, puro y sin esplendor detrás nada recomendable. La verdad es que la marquesa, es ricacha por cuna, así que en principio no necesita cosas “raras” para enriquecerse y en su pasado no se le han descubierto corruptelas, por lo menos hasta hoy. Ya veremos lo que sucede, en adelante, como dicen los ciegos.