MONTORO, PRETENDE AXFISIAR A LOS VALENCIANOS

De acuerdo que la Comunitat, no ha cumplido con los deberes del 1,5% y se ha ido hasta el 3,5%, en su desviación del año. También es cierto que no se puede ir por la vida derrochando, ojo: según en que… Pero también es verdad que el gobierno central, con Montoro de “partisano”, no mide a las autonosuyas con el mismo rasero; lo del “café para todos”, no es verdad y solo se aplica para las que son, a juicio de Madrid, las más débiles, las que no crean serios problemas de estabilidad. ¿Sería capaz el ministro de hacer lo mismo, exigir y amenazar, con otras comunidades o naciones (con minúsculas), se pondría “chulo” con el país vasco o los catalanes?. ¡Evidentemente que no!. El librito de insurgente amenazador al poder central, el ir por libre y aplicar lo que en mi casa mando yo, de Más, puede con la actitud de ordeno y mando de Don Cristóbal. El ministro de los dineros, urge a la conselleria de hacienda, a que cuadre sus cuentas y para ello le pide que de inmediato reduzca gastos en las prestaciones a los contribuyentes y que a la vez suba algunos impuestos; se supone que los que dependen directamente de la autonomía, por que los otros están en la estratosfera, recordemos que somos en país de Europa que tiene los impuestos mal altos. Al andaluz, habrá que recordarle que la vara de medir tiene que ser la misma para todos y en ese caso: ¿porqué no hace lo mismo con otras autonosuyas. Por ejemplo, la suya, la andaluza. Será porque teme que Griñán, le haga una “pedorreta”; o a los primos del norte,teme el ministro que le salga el tiro por la culata y Más, en vez de hacer, pida y de pasada le haga otro corte de manga, muy de estado, eso siempre?. Don Cristobal, que era azote de los sociatas cuando estaba en la oposición, es un desmemoriado; más de la mitad de las cosas que insistentemente reivindicaba, las ha olvidado, una de ellas es la famosa deuda histórica que desde antiguo tiene el gobierno central con la Comunitat y dentro de ella la regularización económica de acuerdo con la población real. Promesa incumplida a los valencianos desde tiempos lejanos, tanto que se pierden en la memoria. Esta claro que los valencianos no tienen ETA, ni tampoco son separatistas, el grupúsculo existente está pagado desde el vecino de arriba, y dan poco trabajo. A los armarios de Fernández, el catalán, ninguno. Solo sirven para cabrear al personal indígena y poco más.