Ésta página, nació para dar respuesta a una serie de buenos amigos que aseguran que se lo pasan bien con las cosas que escribo. Del “cuadrito” no hablo, aunque no desentonaría, entre lo que sale hoy; con toda modestia ¡garantizado!. Los nuevos, no me han enseñado nada.

Dije en su momento que no sabía si su interés estaba basado en el deseo, o en la caridad. A todos gusta que nos alaben, y a las seguidores de los productores de aucas, continuadores de los trovadores medievales y remontándonos antes a los mala milk de los bufones, muchísimo más. Si quiere que un comunicador le guarde eterna simpatía, cuando se lo cruce, dígale: “muy bueno lo tuyo”, se pondrá mas “lindo” que un pavo real en plena exhibición. Usted posiblemente no sepa el porqué; él, a lo peor tampoco, pero en su fuero interno ha sentido un “gustirrinin” muy especial. Ese día se sentirá el dueño del corral (la redacción).
La segunda causa, es la caridad. Quizás pensaron:”vamos a darle un poco de jabón a éste que ya está mayor”. Tratándose de compañeros de estudios, de oficio y artistas, es más que probable. Tan lejos como que ésta misma mañana, me lo recordaba, con rin, tin,tin, Teresa, de mi Editorial.

Mi sorpresa ha sido descubrir que son más de los que pensaba. “El contador, no engaña”. Y que antiguos amigos de otros países, se han acordado del compañero Toni, e inclusive, muchos nuevos profesionales han sentido curiosidad, por ver como lo hacían (dicho con toda humildad), las vacas sagradas del periodismo del siglo pasado.
La verdad es que con mis articulitos de vez en cuando iba matando la afición. Ahora me debo preocupar con que el Blog, tenga vida. Así que entre la página y escribir libros, ¡estoy ocupadísimo!.
Para que la página sea mas viva y resulte mucho más apetecible para el lector, les incluiré trabajos de otros compañeros que hablan y trabajan en nuestro idioma desde diferentes partes del mundo. Me gustaría que el blog fuera un pequeño referente para dejar claro que somos más de 400 millones de castellano parlantes.

A unos, a otros y a los de más allá, muchas gracias. Confío en no defraudaros.

martes, 1 de abril de 2014

ESTOS ABUELITOS SON UNA LATA

Álvaro de la Iglesia, español “cachondo”, escritor y periodista del siglo XX, escribió un librito que tituló: “Estos ancianitos son una lata”. Recordando al personaje y su obra, he sacado yo el titular. Dicen los clásicos que escribir humor es una de las cosas mas difíciles que se dan en el oficio de “juntar palabras”. A la vez, los galenos especialistas en el “coco” aseguran que hacer reír, es una de las mejores terapias que existe para el desgraciado ciudadano de éstos tiempos y como decía el sabio: hay que hacer caso al que sabe. Para el poder, los abuelitos, son una lata. Por una parte les toca la conciencia porque de vez en cuando les colorean la cara, recordándoles que con los sueldos de pena que pagan en concepto de pensión, y que no dan para “tabaco” (hay que ser tradicional en la metáfora), están manteniendo su paso “por la tercera edad”; a los hijos en paro, en contra de su voluntad, mas algún nieto añadido. Que con su escaso salario, cada vez más empobrecido y con menor poder adquisitivo, misteriosamente son capaces de pagar hasta la factura de la luz, que es digno del mejor trabajo del “mejor”, valga la redundancia de los magos. Pero para mayor afrenta, se quejan con dignidad -perdón por el comparativo, hoy denigrado por culpa de terceros- y ven como su comportamiento de ONG, resulta cada vez más complicado. Sencillamente por que hay once millones y medio de criaturas que no tienen, “donde caerse muertos”, puesto que al día de la fecha hasta morirse cuesta una fortuna, Los abuelitos, diciéndolo o en silencio, son el Pepito Grillo, de los de la “casta”, quienes prefieren pasar de tener conciencia, que según piensan y no dicen debe quedar para los “curatas” del Papa raro Francisco, y sus monjitas que “ponen de comer” todos los días aun m montón de seres humanos que no pueden generar los ingresos mínimos para sobre vivir, como querrían. Se han ido de madre en eso de la deuda en una décima, que para los europeos debe ser malísimo, a tenor de lo que dicen, pero ellos siguen siendo 450.000 ¿servidores? del “populacho” y no hay dios que rebaje el número de los que viven a costa de hacienda, que supuestamente somos todos. Los mayores somos una “lata”, por lo que pido excusas y comienzo a hacer cuentas para ver como llegar a fin de mes, con la cara alta.

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