LA GUERRA PAGADA

La señora de la limpieza de casa es ucraniana. Tenemos una gran familiaridad con ella puesto que son años de convivencia y trato intima más allá del puramente profesional. María, que así se llama, tiene el tiempo de convivencia más que suficiente para solicitar la nacionalidad española. Lo estaba alargando por aquello de la morriña de la tierra, pero tras los acontecimientos que se han producido últimamente, nacionalizarse se ha convertido en una necesidad urgente. En las tierras que quiere “conquistar” (mejor: ya ha conquistado), el nuevo zar Putin, están sus seres más queridos, y entre ellos los mas débiles: su hija y su nieto de ocho años. Contaba que su provincia no es de las dudosas, se trata de una que es frontera con Polonia, y de sentimientos nacionales; allí nunca mandaron en los tiempos de la URSS, el trasvase de personas, como sucedió en otros lugares, concretamente en las que limitaban con el mar negro, en las que de forma no tan descarada, sucedió lo mismo que en Crimea; como todos conocen los auténticos habitantes de esas provincias los sacaron de ellas, enviándolos a poblar otros lugares y los sustituyeron por familias rusas. Gracias a aquella maniobra, hoy Putin, puede fácilmente manipular y hacer lo que quiere con los “vasallos” que son rusos y no ucranianos. En Ucrania, existe una guerra pagada por el oro de Moscu, los asaltos a las oficinas publicas del país, las ordena y paga Putin; es una moderna invasión de un país vecino. ¿De quien son los soldados que se pasean por Ucrania, sin distintivo?. Ya sabemos que los pocos soldados que no se han cambiado de bando, han tardado en salir de sus cuarteles y lo han hecho desarmados. Tampoco David, iba a ir en contra de Goliat; eso paso una sola vez y hace muchísimos años. Pero el padrecito quiere estar tranquilo y que los occidentales puedan hacer la vista gorda, a los hechos consumados. Tampoco en occidente están las cosas como para motar “ un pollo”. Recuerdo la respuesta de Einstein, cunado le preguntaron como sería la tercera guerra mundial y contesto: “la próxima no lo se, la siguiente con piedras”.