Ésta página, nació para dar respuesta a una serie de buenos amigos que aseguran que se lo pasan bien con las cosas que escribo. Del “cuadrito” no hablo, aunque no desentonaría, entre lo que sale hoy; con toda modestia ¡garantizado!. Los nuevos, no me han enseñado nada.

Dije en su momento que no sabía si su interés estaba basado en el deseo, o en la caridad. A todos gusta que nos alaben, y a las seguidores de los productores de aucas, continuadores de los trovadores medievales y remontándonos antes a los mala milk de los bufones, muchísimo más. Si quiere que un comunicador le guarde eterna simpatía, cuando se lo cruce, dígale: “muy bueno lo tuyo”, se pondrá mas “lindo” que un pavo real en plena exhibición. Usted posiblemente no sepa el porqué; él, a lo peor tampoco, pero en su fuero interno ha sentido un “gustirrinin” muy especial. Ese día se sentirá el dueño del corral (la redacción).
La segunda causa, es la caridad. Quizás pensaron:”vamos a darle un poco de jabón a éste que ya está mayor”. Tratándose de compañeros de estudios, de oficio y artistas, es más que probable. Tan lejos como que ésta misma mañana, me lo recordaba, con rin, tin,tin, Teresa, de mi Editorial.

Mi sorpresa ha sido descubrir que son más de los que pensaba. “El contador, no engaña”. Y que antiguos amigos de otros países, se han acordado del compañero Toni, e inclusive, muchos nuevos profesionales han sentido curiosidad, por ver como lo hacían (dicho con toda humildad), las vacas sagradas del periodismo del siglo pasado.
La verdad es que con mis articulitos de vez en cuando iba matando la afición. Ahora me debo preocupar con que el Blog, tenga vida. Así que entre la página y escribir libros, ¡estoy ocupadísimo!.
Para que la página sea mas viva y resulte mucho más apetecible para el lector, les incluiré trabajos de otros compañeros que hablan y trabajan en nuestro idioma desde diferentes partes del mundo. Me gustaría que el blog fuera un pequeño referente para dejar claro que somos más de 400 millones de castellano parlantes.

A unos, a otros y a los de más allá, muchas gracias. Confío en no defraudaros.

domingo, 26 de febrero de 2012

¿NO SERÁN LOS CULPABLES LOS JUPYS?.

Quizás sea como consecuencia de la deformación profesional, pero en muchas ocasiones tranquilo, en el jardín y a la sombra del pino, haces el ejercicio de mover las neuronas y de vez en cuando aparecen unas extrañas figuras que pretenden huir. Salir de la cabeza como de “puntillas”.
Recuerdo un artículo que sobre los “brujos” del dinero escribí, a mi regreso del Líbano, y que publique en Las Provincias, donde en la Ginebra, que fue del Norte de África, tuve oportunidad de conocer alguno de los famosos banqueros que competían en igualdad de condiciones con los suizos e ingleses. Dicen que Líbano, entró en desgracia cuando Beirut, no tenía nada que envidiar a cualquiera de las grandes capitales de occidente. Dicho más claro, la envidia se la “cargó”. Resultaba ya demasiado peligrosa para los ricos; crecía a ritmo desmesurado. En su city, había más bancos que en Zurich. Muchos de los españoles que hicieron fortuna en ella, como por ejemplo los Hermanos Barceló; Mario y Lincoln con sus respectivas orquestas, me lo contaron con detalle. Mi visita fue años mas tarde, cuando la terrorífica guerra civil, de la que todavía quedas ascuas ardiendo.
Luego el compañero Pérez Reverter, les sacudió fuerte y en plan Nostradamus, advirtió al personal de lo malas que son ciertas compañías y sobre todo sus acciones.
Me acuerdo que decía el amigo Arturo, que son los culpables de las movidas de las bolsas, de las acciones peligrosas y las inversiones de riesgo. Que son los que montan el tinglado “de la vieja farsa”, ganan dinero a espuertas con el capital de los demás y cuando pierden, son los otros los que sufren las consecuencias, nunca sus “bolsillos”. Ellos están solo y exclusivamente para ganar, jamás para perder.
Esos cerebritos que hablan en ingles y cuentan millones con la misma facilidad y naturalidad, con la que comentarían el parido del domingo a la hora del café. Master más, o menos importante, y buenas conexiones los han colocado, en la gran banca y en las agencias de calificación de riesgo, que a su nivel, no dejan de ser el mercadillo de los domingos de cualquier ciudad, solo que lo que compran y venden es dinero y resulta más interesante cuanto mas lucrativo es el interés; después se fijan en el riesgo. Ellos que pueden, manejan el criterio del “riesgo” según sus conveniencias y al dictado de las preferencias de sus clientes.
Estos angelitos, son los que días antes de l “crac” en Estados Unidos, con las ciadas de Leman Brothers y la posterior de Madox, permanecieron con la boquita cerrada y sin decir “ni pruna”; ¿son tan tontos que no lo sabían o se callaron con todas sus consecuencias?. Sea lo primero o lo segundo, la maldad está demostrada.
Estos del ordenador, el deportivo, el reloj de 2.000€ y el barco en la playa o en el lago, son los mismos que catalogan a los países y hacen que sus ventas de deuda suba o baje, cuando proceda y para que sus clientes ganen y ganen, sin freno.
No se porqué, reacordé una “charrada de la saeta rubia”, luego de un partido. Mirándome directamente a los ojos me dijo: “• El fútbol es fácil, lo hacemos difícil los entrenadores”.
Tal como se han desarrollado los acontecimientos en el campo de las economías mundiales, y estando como están ellos de por medio, ¿alguna responsabilidad tendrán en la “crisis”. O la tienen toda?..
Por supuesto que a los que les cae la espada de Damocles, en mitad de la cabeza, es a los políticos, a todos sin excepción; ninguno supo “leer” a tiempo la debacle que se avecinaba. La burbuja inmobiliaria, y los abusos en los presupuestos de los estados, fueron “las herramientas” que condujeron al desastre, pero en la espalda de ellos estaban los “asesores”, los antiguos Jupys, los brujos del dinero.
Lo que nadie puede tragar, es que los Estados, a los que el maremoto del hundimiento económico, les cogió “visitando al Señor Roca” (cagando), les falta el tiempo para soltarles millones, a éstos aguafiestas del libertinaje de las finanzas; sabiendo además que no serán ellos los que refloten, si es que se puede, la economía empresarial que es al final, la que solventaría el problema que han creado.
Si no se mueve el dinero, si no hay consumo, sobra la producción aunque la hubiera, hacen falta compradores y sin dinero no existen.
Volvemos al principio, el doctor ha detectado la enfermedad y ¿sabe curarla?. Supongamos que si, pero si no le damos la medicación adecuada, al final el enfermo terminará “palmando”.
La “penicilina” es fundamental, hace falta que los ricos quieran que circule la moneda.

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