LA UE DE LAS TRES DIVISIONES

Un buen día nos levantamos los europeos y descubrimos que los que mandan han inventado una nueva Comunidad de Naciones.
No quiere decir que sea mejor, ni peor (como dijo el clásico) “ si no todo lo contrario”.
La crisis ha traído consecuencias catastróficas para Los Estados asociados. Por lo pronto se han descubierto las “vergüenzas” de algunos de ellos que con tal de entrar en el reparto del pastel, no dudaron en mentir a la hora de presentar sus “papeles” para ingresar en el “invento”. Poco a poco hemos sabido quienes dentro del supra organismo estuvieron correctos, y quienes no; los que engañaron a los otros para chantajearles enseñando el “caramelo” del reparto. Resumiendo, unos y otros se han quitado la careta, dejando al aire sus vergüenzas. Y éstas son feas de verdad.
Con la moneda común las cosas se complican porque, los problemas de unos repercuten en los otros.
Los errores de los gobiernos son losas en las economías de los poderosos; que estos no están por la labor de soportar, así como así.
En política internacional todo tiene su precio; es donde más se regatea y donde el chantaje es la primera moneda de cambio que se exhibe. Nunca más cierto que en el concierto internacional se aplica la máxima de: “tanto tienes, tanto vales” si no tienes nada, no vales nada).
De por si, la situación es muy complicada, la huida hacia ninguna parte de algunos gobiernos, que interpretando la solución del problemas por el endeudamiento inmisericorde, los ha hundido en la miseria. Ahora, no pueden hacer frente a esa misma deuda por ellos generada y recurren a Papa UE, para que con los dineros de los fuertes, les liberen la carga.
Pero no han pensado que entran en juego otra serie de intereses que no tenían previstos y que se reducen a una palabra mágica:
“el capital” y con ese no caben bromas y no se juega.
¿Quiénes tiene el dinero de los ricos, los bancos, correcto?. El detalle está en que la deuda está en las manos de los banqueros y estos gratis, no dan ni la hora.
Para complicar más las cosas detrás tienen a las agencias de clasificación, cuyos dueños son los especuladores, un ave de rapiña nueva que se lanza en picado sobre las presas y hasta que no las ha destrozado, no las suelta.
Dice el refrán que: “ no sirvas a quien sirvió, ni ames a quien amó”. Éstas depredadoras, están al servicio de quien les paga, que son los que compran la deuda sacando el máximo interés. El “inversor”, no tiene escrúpulos, ni le importa que una nación pase calamidades, lo que quiere es su dinero y el cobro de los intereses.
Ya sabemos que las bolsas se muestran inmisericordes con los Estados Europeos, sus gráficos no son “dientes”, son cuestas para abajo con pronunciadas pendientes. Dentro del problema, ya no solo están las Naciones periféricas, ahora han metido en la bolsa a las del centro, entre ellas a Austria, Bélgica e inclusive Francia, a quien las mencionadas agencias quieren quitarle una de sus tres A.
¿Qué puede suceder?. Estos días hablaban de la Europa de dos velocidades, con un eje fuerte Paris-Berlín, que salvaría del caos a algunos de los estados tradicionalmente solventes, los nórdicos, relegando al segundo nivel a las otras economías hoy con problemas, pero caminando por el borde del precipicio. Quedarían fuera de ese segundo paquete, las naciones que no pueden soportar las medidas restrictivas impuestas, en cuyo caso se verían en la necesidad de abandonar el Club del Euro y regresar a sus antiguas monedas con lo que ello representa.
Como verán la UE, se trasforma en una competición, semejante al campeonato de fútbol, con tres divisiones; una buena, y dos malas, la tercera evidentemente la peor y la que para salir de ella habría que sudar lágrimas.
Hay que hacer otra reflexión, desmantelada la actual CE, ¿interesa continuar con ella y en ella?. ¿Qué sucederá con la moneda única”?. ¿Pueden los países de cabecera seguir solos?.
Son demasiadas preguntas a las que deberán contestar la Señora Merkel y el Señor Sarkosy, éste último si las agencias de clasificación lo dejan y no bajan a Francia de categoría.