Con una agenda catastrofista a corto plazo, a largo, mejor no plantearlo, en la que solo las malas noticias se acumulan en sus hojas, el gobierno de Rodríguez Zapatero, persiste en su manía de “tomar el pelo a los españoles (entre los que no se salvan los amiguetes, nacionalistas, separatistas y asociados).
Los pronósticos que llegan de la UE para el país, son peores. El INE, nos confirmó que la economía está parada, pero con frenazo a las cuatro ruedas y por si acaso, calzadas con piedras, como se hacia antiguamente con los carros en el campo. El crecimiento del Producto Interior Bruto, entre los meses de Julio a Septiembre fue del 0%, es decir las calzas son tan buenas que no se mueve ni un milímetro el carro, pero es que los ajustes contables apuntan a tasa negativa, por el colapso de la demanda interna, que se justifica de carrerilla: si en las casa no hay mas que “aire” y los bolsillos están llenos a agujeros ¿con que dinero se tiene que comprar…?.
Ante hechos tan contrastados, el portavoz del gobierno, el amigo Pepiño Blanco, afirmó que “existen bases sólidas” para que la economía española crezca y pueda generar empleo. La cara de estupor, todavía no se les ha quitado a los asistentes a la conferencia de prensa.
El Ministro de Fomento que a días vista de los comicios está intentado tomar decisiones a cerca de la privatización de los aeropuertos de Madrid y Barcelona, demostrando con ello una falta de ética que raya en el insulto, a los celtíberos y desprecio y ninguneo, al que pueda salir victorioso de las urnas el día 20 N; Insiste y se reitera con “el camelo” de los brotes verdes que se traduce por el habitante de éste pobre país, como tomadura de pelo elevada a la enésima potencia. Esas alegrías, con cinco millones de parados, no proceden.
Cuando estamos haciendo de funambulitas en la cuerda floja por nuestra deuda exterior, que nos deja respirar, ya veremos por cuanto tiempo, la rebaja en los truenos y rayos de la tormenta desatada en Grecia e Italia; Don Pepiño, que me suena a la comedia italiana del Camilo e Pepone, sacando pecho y vendiéndonos “la moto”.
Es posible que el gallego quiera desviar la atención al cabreo por lo dicho, que no por lo hecho, puesto que dos de los implicados en el caso Campeón, ya saben lo de la gasolinera, no paran de “cantar”, ante la justicia; uno de ellos ha dicho, para terminarlo de “empastrar”: que él, personalmente, llevo la “pasta de la subvención”, para entregarla en mano al Ministro.
Y esto huele de mal………..¡…!.(El exabrupto, es al gusto).
¿Se han percatado que de pronto, los socialistas se han quedado más mudos que Belinda, sobre el amigo Camps y sus trajes…?.
El escultor Salvador Miranda, diría: ¿Qué curioso, Ave María?.
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