Los candidatos a la Presidencia del Reino de España, con permiso de los separatistas independentistas y resto de rencorosos, se examinaron el día 20 N, como estaba previsto. Hay que dejar claro que algunos de los “viejos” del lugar se temían alguna “gamberrada”, afortunadamente no se produjeron y no cabe otra que felicitar a los celtíberos de los cuatro puntos cardinales de la vieja piel de toro, quienes se han apuntado un 10, en su comportamiento cívico y hay que destacar que hasta los “antis”, los “ocupas” y restantes amigos de la “bronca” ha prevalecido algo tan lejano como la urbanidad, el saberse comportar en cada momento, que parece que estaba totalmente perdida.
Por lo que respecta a los resultados de las elecciones, tampoco hay nada novedoso, los resultados ya estaban cantados, lo único lamentable es que se haya producido un descalabro tan tremendo; se sabía que el PP, ganaría por goleada, pero nunca por ese resultado que hay que considerar como “abusivo”. Ësto tatmpoco es bueno para el país, en un sistema como el nuestro, poco menos que “cantado” y “bendecido” como bipartidista, no es “sano” que exista tanta diferencia entre el vencedor y el que pasa a la oposición. El sistema necesita que exista una mayor control, sobre el que manda. También es verdad que tras el paso por la Moncloa del caballero Rodríguez Zapatero y su forma “curiosa y novedosa” de entender el gobierno, para intentar arreglar los rotos que deja como herencia, el gobierno siguiente necesita de toda la autoridad, porque el “regalo” está envenenado.
La mejor interpretación de la que le ha caído al “gallego”, era ver la cara de su mujer, durante la fiesta de la calle de Génova, no se rió, ni una sola vez, y lo miraba todo concentrada y con cara de preocupación, como diciendo: “en que lío se ha metido Mariano”.
Las bolsas no han reaccionado con el cambiazo moncloíta, como tampoco las predicciones de la prensa internacional que “pájaros de mal agüero” afirman que el de España, no será el último gobierno que caiga a causa de la crisis y uno en las urnas y otros dos de “pucherazo”, llevamos tres en días. Con anterioridad cayeron fulminados los de Irlanda y Portugal, precedidos como aviso por el de Islandia, a quien le exigieron responsabilidades sus paisanos y lo mandaron a “la mazmorra fría”; costumbre aséptica que se debería instaurar como obligatoria, siempre que exista motivo.
Lasa llamadas que ha recibido Rajoy, supuestamente como felicitación por el triunfo, han sido para algo más. Para recibir parabienes no se está mas de media hora colgado del teléfono, como ha sucedido con La Merkel, Sarkosy y Barroso.
La próxima cumbre de los 20 preocupa de los mandamases de la UE , sin pérdida de tiempo, ya han sondeado al “nuevo”, porque aunque irá el saliente, lo que vale es lo que diga el entrante. ZP, no será más que “el vete, corre, ve y dile” de Rajoy. ¡Sorprendente!, pero es lo que toca en política, sobre todo cuando se hacen las cosas tan rematadamente mal como las hizo Zapatero.
Los socialistas se van ha pasar su “purgatorio”, pero dejan al que llega “el infierno “ de AMAIUR y sus amistadas peligrosas. Eso si es un Vitorino, sin afeitar.
El nuevo Congreso y el Senado, tienen nuevos “inquilinos” que son lo que en términos coloquiales se entiende por “moscas cojoneras”. A los tradicionales “digam no”, los grupos minoritarios hay que sumar los que por principios irán a reventar, cada comparecencia, cobrando del dinero de los que van a fastidiar. Esa es una de las gracias del Zapaterismo, en fuga y sus “hechos” y “secuaces” los Pascual Sala, etc.
Por último, las elecciones han dejado una lección y un problema de urgencia que resolver, y es que l a ley D´Hont, está para jubilarla y echarla al cesto de los papeles.
No es de recibo que unos con un poco más de un millón de votos, tengan 16 representantes en el Congreso, cuando otros casi con los mismos votos se quedan con cinco; tampoco se puede permitir que con 330.000 papeletas a favor, se mantengan a siete individuos en el Congreso. Hay que olvidarse de esa formula que favorece a unos y perjudica a la mayoría.
Suerte D. Mariano, la conclusión es evidente, LOS ESPAÑOLES QUIEREN COMER TODOS LOS DÍAS, a usted le queda la papeleta de hacerlo posible.
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