Estamos en tiempos de ahorro, la vida en la Europa antes de las patrias y ahora de la “Petra” con perdón, funciona como los tiempos en la religión. Nos toca en lugar del adviento, el ahorro; siguiendo el criterio de la santa Madre Iglesia que por algo es madre y maestra: “del tiempo ordinario”. Y añado yo, ¡vaya panorama!.
Con los del alza cuello, uno se puede escaquear, con los de la “clase”, ¡imposible!. Los de la sacristía te pueden amenazar con mandarte algún demonio, pero poco más y está demostrado que los del reino de las tinieblas, “ejercen poco” con los que están tiesos. Los peligrosos son los otros, cuyos “ángeles caidos”, tienen una “mala leche” que “pa que te quiero ver morena”, los de hacienda y restantes “recaudadores” te quitan hasta la camisa sin que te enteres y a esos les da igual que seas “riquico” (los muy ricos no entran en la peli”) que estés canino; como haya algo que llevarse, lo trincan y punto pelota. Que usted no tiene donde vivir y va a engrosar a los indigentes, a ellos que; que usted no tiene para comer, no es su problema.
Desde las alturas del “bodrio” la Merkel y Sarkosy, mandan ahorrar, y es lo que hay…..Los desgraciados de la UE, a obedecer y si no que se atengan a las consecuencias, si ya están muy mal, pasaran a estar mucho peor; el que manda, ordena y manda. No es redundancia, es realidad contra la que no se puede ir. Digo yo, si para que sea benigno con los celtibéricos, será por lo que el Rey, le ha concedido a Don Nicolás, el toisón de oro, condecoración muy bien considerada y que se otorga con cuenta gotas.
Don Juan Carlos, le ha debido decir: “te doy el cordero, pero trátanos bien”.
Sabemos, por los “rumores” que Rajoy, anda metido en lo del recorte.
Más, se ha adelantado y a los pobres catalanes los va a freír. La culpa como siempre es de otro, en éste caso concreto, del tripartito (pequeña venganza de CIU). Con lo que los socialistas si no quieren caldo, tres tazas: la de las elecciones catalanas, las nacionales, con perdón, ahora el tijeretazo. ¿Hay quien da más que Más?, pues ¡ale…!.¿No queríais a un catalán, pata negra, en la plaza de San Jordi?; ya lo tenéis ahora apechugar con él.
La moda se está extendiendo por momentos, el paisano Favra, es otro de los del recorte sin piedad.
Las normas del de Castellón, son severas, ningún representante de las instituciones podrá gastar mas de 20 €, en las comidas de trabajo. Se vigilará el consumo de teléfono y se aconseja a todos: desde los Consejeros, representantes en el Palau de Benicarló, etc, hasta el mas humilde los asalariados públicos; que para ésta Navidades usen Internet, los mails son más baratos que el correo normal.
Así que no es usted solo el que abandona los restaurantes caros, por necesidades presupuestarias; sus señorías, excelentismos e ilustrísimos señores, y plebeyos funcionarios, comerán en la tasca de la esquina o en el bareto baratito, desde ya, por lo tanto que no le escame su presencia, cuando se encuentre el coche oficial a la puerta, del garito.
No he hablado con Don Alberto, pero supongo que en la medida de austeridad habrá incluido el recorte despiadado de asesores y otros buitres de parecida especie.
Prefiero que se ponga de moda que a los políticos en activo, les regalen trajes, que se los paguen ellos de lo que “trinquen” previamente. Es preferible tres Camps a un Blanco, por ejemplo y ustedes ya me entienden.
Lo que no será de recibo es que esa medida vaya unida a un subidón del coste de la vida. No se si habrán caído en el detalle, al principio del euro, una botella de butano costaba menos de 8 €, hoy la misma vale 15,10 €, y los viejos siguen cobrando lo mismo, porque su incremento por la subida del coste de la vida, no es el mismo que lo que les aporta la caja de todos a sus señorías.
Para terminarles de avinagrar el día, ésta misma mañana un “pontificador oficial”, que por cierto ya se ha cambiado la chaqueta, ha dicho que en Andalucía estamos con el 30% de parados y en el resto del Estado, pasamos de los cinco millones.
¡Ala,…… al sopicaldo y ligerito, sin cargarlo demasiado que es caro y hay que ahorrar!.
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