EL CONDE DE SALVA….TIERRA, SE APUNTA AL SAT.

No es alarmante, lo de judíos conversos es viejo en éste país y lo de los moriscos….Gente “que no le haya pegado un palo al agua” ¡también los hoy!.
No vamos a descubrir la pólvora. Vivir toda la vida, con barbas de progre y ropa raída, tiene su mérito. Usar parecida vestimenta y “fachada” los 365 días del año, uno tras otro, entraña cierta dificultad, ¡no puedes equivocarte!, ni tan siquiera un minuto. La recompensa es un sueldo oficial, ¿mola?.
Ser profeta, predicador y ocupador de fincas, “manda huevos” como decía Trillo.
Todas esas virtudes las reúne el conocido político, el se llama de izquierdas, José Manuel Sánchez Gordillo, alcalde de Marinaleda y su “compadre” Diego Cañamero.
Ambos dos, han hecho el milagro de trasformar y convertir al sindicalismo del campo al “maltrata peones” y “ofende andaluces” de Cayetano Martínez de Irujo, Conde de Salvatierra, hijo y nieto de nobles y conocido en El mundo del “papelin” y los “platos” por sus devaneos amatorios, sus infidelidades conyugales, su poco “correa”, su carente sentido del humor, y su lengua excesivamente larga que le ha proporcionado más de un disgusto. En su haber, que es un tío que monta de PM y que ha formado parte del equipo español hípico de salto.
El mencionado Conde, en un mal día, mala hora y pésima oportunidad, en el plató que tocaba, puso de “chupa de dómine” a los jornaleros andaluces, a los que benignamente y entre otros calificativos los trató “de mal trabaja”. El Señor Martínez de Irujo, se olvido que hacia poco terminaba de heredar unas cuantas fincas, enclavadas desafortunadamente por culpa de su comentario, en Andalucía y una, concretamente muy cercana a los dominios del Atila de los terratenientes, el conocido como alcalde “perpetuo” de Marinaleda y sus huestes de disciplinados sindicalistas de la tierra que entre sus muchas virtudes cuentan como éxitos las invasiones de propiedades ajenas, sin que la autoridad competente tome medidas de represalia y ser el terror de los esquiroles, entre los que incluyen a las Agencias de Trabajo temporal y a las de Servicio, (terrible invento capitalista) a las que consideran enemigos públicos de los trabajadores y azote de los jornaleros del campo; a las que hay que combatir, con saña y sin cuartel.
La respuesta en contra del Señor Conde, no se hizo esperar, sufrió la inspección de una de sus fincas por parte de los servicios de obras del ayuntamiento correspondiente y como tenía que ser cogieron “irregularidades” en ella. Mientras que el “comandante” Sánchez Gordillo y su lugar teniente Cañamero, encabezando una partida de agraviados peones campesinos invadían la mencionada hacienda solicitando una reparación publica de la ofensa recibida y una reunión, con el nefasto pecador.
Obtenido el éxito en la batalla (se consiguió una entrevista con el caballista), se retiraron las tropas a sus cuarteles a la espera del día señalado.
El día convenido se reunieron las partes y milagrosamente el Conde, reconoció que había metido “el pinrrel”, pidió disculpas al personal y se proclamo devoto de los jornaleros andaluces, comprometiéndose a contratar a 200 para la campaña agrícola de éste año, siempre directamente y nunca a través de los malditos intermediarios (agentes de trabajo temporal y de servicios).
Aleccionado debidamente, ya sabe el Excmo. Sr. distinguir entre subsidio agrario que representa la percepción de 7 €/día; del PER que significa que solo se recibe 1 € diario.
Por su parte y a petición del personal, su señora madre la Duquesa de Alba, ha debido renovar sus votos perpetuos de andalucismo, ante la atenta mirada del nuevo duque consorte, poco avezado en éstos menesteres.
El barbado Sánchez Gordillo y su escudero Diego, están felices y contentos repasando el listado de fincas importantes para seleccionar cual será la próxima en invadir con su fieles mesnadas, para dejar constancia del que lo mejor es el SAT, para la defensa de los intereses de los agricultores de a pié.
Las crónicas no cuentan si doña Cayetana, ha “arreado” algún “capón” como castigo al penitente don Cayetano, o se ha limitado de decirle: “con la lengua quieta, estás mas guapo”.
Moraleja, no hay cosa más inútil, en la vida actual, que un Conde arrepentido.