CARTA A LA GALLEGA DE LOS REYES MAGOS

Habrán Muchos de los lectores que por diferentes causas se decidieran a presenciar, la primera parte del debate de investidura del candidato a Presidente de éste país; unos lo habrán hecho movidos por la curiosidad, hay que reconocer que el gallego arrastra morbo; los otros motivados por la preocupación; y he dicho bien, como el morito del chiste que preguntaba que habría sido de la carpintería de San José; de manera parecida y sobre todo unos mirando las cestas de navidad de no podrán comprar, otros pensando en el plato caliente que les ofrecerán las Hermanitas de los pobres (las amiguitas de los ricos no tienen esos pensamientos), el indigente de cualquiera de las casetas de cartón de las calles y plazas de lo que fue España y que éstos días los servicios sociales de los Ayuntamientos, en los tiempos cuando tenían dinero, hacían recogida y los ingresaban en los distintos sitios dedicados a ese menester, algunos de ellos en contra de su voluntad y los guardias debían sacar todo su poder de convicción, para llevarlos a que se resguardase de los fríos intensos, se aseasen y por unos días, tomaran alimentos de forma programada.
Sea como fuere, el hecho está ahí. Rajoy, con mas cara de póker que en anteriores ocasiones, contestando a las interpelaciones que le hacían, a la gallega, no escatimó piropos a los de los bancos de enfrente, aun siendo consciente que mano tendida …¿podría valer?......¡pero recogida, es otro cantar!.
Hasta os que por diferentes causas no pudieron seguir de principio a fin el debate de ayer, ésta mañana preguntaban; ¿como fue “la movida”?.
Se resume en lar carta a Los Reyes Magos, escrita por un gallego.
El discurso de Rajoy, “a punta dureza” pero clara no quedó. Tampoco se mojó el que definitivamente será el sexto Presidente de la “demo…eso”, desde la muerte del “del jaco”.
Don Mariano, dio una lección magistral de cómo bañarse en la Barceloneta, sin que le roben la ropa, lo cual demuestra una maestría digna de elogio.
A día de hoy, el trabajo es de los analistas: ¿dejo fuera del parlamento las malas noticias para depuse de las fiestas, o esperará a que pasen las elecciones en Andalucía?.
Otros son del parecer, que no quiere definirse hasta tener en su poder la totalidad de los datos de cada uno de los ministerios.
Es algo así como dar las malas noticias después de haberlas recibido todas. Condensar en un solo disgusto, lo que se podría haber distribuido en varios.
¿Cuál hubiera sido las preferencias de las gentes?. ¡Vayan ustedes a saber!. Es como se le pregunta a un interlocutor: “tengo para ti, dos noticias. Una buena y una mala. ¿Cual quieres la primera?” . En resumidas cuentas de la mala, no se libra nadie.
Los soñadores, aquellos que creen en los milagros, se aferran a que en otros tiempos difíciles, otro gobierno del PP, fue capaz de levantar al país.
Los de la tercera edad, son los que esta mañana tenían una sonrisa de oreja a oreja; hasta el profesor rojo, se preguntaba ¿mira que si el registrador, lo medio arregla….?.