Ésta página, nació para dar respuesta a una serie de buenos amigos que aseguran que se lo pasan bien con las cosas que escribo. Del “cuadrito” no hablo, aunque no desentonaría, entre lo que sale hoy; con toda modestia ¡garantizado!. Los nuevos, no me han enseñado nada.

Dije en su momento que no sabía si su interés estaba basado en el deseo, o en la caridad. A todos gusta que nos alaben, y a las seguidores de los productores de aucas, continuadores de los trovadores medievales y remontándonos antes a los mala milk de los bufones, muchísimo más. Si quiere que un comunicador le guarde eterna simpatía, cuando se lo cruce, dígale: “muy bueno lo tuyo”, se pondrá mas “lindo” que un pavo real en plena exhibición. Usted posiblemente no sepa el porqué; él, a lo peor tampoco, pero en su fuero interno ha sentido un “gustirrinin” muy especial. Ese día se sentirá el dueño del corral (la redacción).
La segunda causa, es la caridad. Quizás pensaron:”vamos a darle un poco de jabón a éste que ya está mayor”. Tratándose de compañeros de estudios, de oficio y artistas, es más que probable. Tan lejos como que ésta misma mañana, me lo recordaba, con rin, tin,tin, Teresa, de mi Editorial.

Mi sorpresa ha sido descubrir que son más de los que pensaba. “El contador, no engaña”. Y que antiguos amigos de otros países, se han acordado del compañero Toni, e inclusive, muchos nuevos profesionales han sentido curiosidad, por ver como lo hacían (dicho con toda humildad), las vacas sagradas del periodismo del siglo pasado.
La verdad es que con mis articulitos de vez en cuando iba matando la afición. Ahora me debo preocupar con que el Blog, tenga vida. Así que entre la página y escribir libros, ¡estoy ocupadísimo!.
Para que la página sea mas viva y resulte mucho más apetecible para el lector, les incluiré trabajos de otros compañeros que hablan y trabajan en nuestro idioma desde diferentes partes del mundo. Me gustaría que el blog fuera un pequeño referente para dejar claro que somos más de 400 millones de castellano parlantes.

A unos, a otros y a los de más allá, muchas gracias. Confío en no defraudaros.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

EL INSUPERABLE INVENTO DE LOS ABUELOS ESPAÑOLES.

Desconozco si mis lectores están “muy puestos” en eso del orden familiar.
No les voy a castigar garantizando que la sociedad es un matriarcado, sencillamente porque lo “despanzurré” en un libro y me volaron por encima de la cabeza algún intento de “capón”, no precisamente cariñoso.
Si les pregunto si conocen cuales son las relaciones familiares en los países sajones y sobre todo en los más avanzados. Si su repuesta es afirmativa estarán de acuerdo con lo que voy a exponer; si por el contrario es negativa, reconocerán el hecho que contaré y encontraran normal; en ambos casos aplaudiremos el esfuerzo de los de la tercera edad de éste país, antes llamado España.
Empezaré por una anécdota: En Radio Nacional de España, coincidí, con una compañera que tenía un hijo médico y que se especializó en Oftalmología, después de pasar por la clínica de Barraquer, se marchó con una beca a un hospital de Estocolmo a ampliar estudios.
El joven doctor, físicamente bien parecido y preparado profesionalmente, conoció a varias doctoras y como es lógico se produjo lo que normalmente sucede con seres de géneros contarios. Una de ellas, monísima por cierto, le puso cerco al español y a los dos años se lo había llevado al huerto. El casorio por todo lo alto en Suecia y seis meses después el nuevo matrimonio decidió establecerse en España. Con los conocimientos de la familia y la valía del médico, no solo tuvieron trabajo en la medicina pública, abrieron una consulta privada que les funciona de maravilla. Con el paso del tiempo les visitó la cigüeña y les trajo un precioso bebe, al que la mama vikinga atendió al estilo nórdico; es decir, si el niño esta limpio, alimentado y no está enfermo, su lugar es la cunita. Prohibido totalmente tomarlo en brazos. El disgusto de los abuelos españoles, inenarrable. Y la abuela, se quejaba en el locutorio de la radio a los compañeros del comportamiento “cruel” de su nuera.
La vida seguía su curso. El marido era invitado a congresos profesionales a los que acudía solo; su esposa la doctora, debía cuidarse del niño.
Dos años más tarde, regresó la del pico largo con una hermosa niña en el pañuelo. Ya en la clínica donde dio a luz, la propia mama acerco el bebe a la abuela hispanica, ya no fue tan rígida con el cuidado de la niña. Se la dejaba a su suegra, algún que otro fin de semana, junto con el chico, con la escusa de ocuparse mejor de su marido. La siguiente invitación a un congreso, asistieron los dos doctores; los abuelos, se ocuparan de sus nietos, como en las familias españolas viene siendo norma.
La sueca, había descubierto a “los abuelos españoles” y el “chollo” que significan para el cuidado y educación de lo pequeños.
Esa relación tan intima entre padres, hijos y nietos, no se da en otras culturas. El invento de los abuelos españoles es único, y su mérito invalorable e irrecompensable: educan dos veces, sin pedir nada a cambio.
Gracias a ellos, las parejas de la sociedad moderna pueden disponer de tiempo para trabajar los dos, tener un poco más de libertad como pareja y disfrutar en común de algún tiempo extra, de otro modo imposible.
Pero la crisis, la maldita “crisis”, les ha dado a los abuelos un protagonismo, por supuesto no deseado, pero asumido con resignación y todo el amor del mundo.
Muchos pensionistas, de los que menos pensión perciben, deben hacerse cargo de la totalidad de la familia: unas veces ayudando y otras mantenido a la totalidad de los miembros de la misma, que están en el paro; ellos con su sacrificio, además de poner “el puchero” para todos, se cuidad de los pequeños, para que los mayores “rompan” zapatos, en busca del puesto de trabajo imposible. Y además actúan de psicólogos aficionados, consolando a sus hijos que estar al borde de su resistencia psíquica.
La labor de los pobres pensionistas españoles, no tiene precio, ni parangón, en el mundo conocido. Además de jubilados, y por tanto personas mayores a las que se debería atender, son ellos los que con sus precarios ingresos, logran milagrosamente que se multipliquen como en “el milagro de los panes y los peces” y por lo menos sean el precario sustento del núcleo familiar.
Sirvan éstas líneas para hacerles justicia.

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