Para comenzar y antes de seguir respóndase a ésta pregunta: ¿Usted es español a todos los efectos: sentimentalmente y con papeles (DNI. Número de identificación social, cartilla de la seguridad social, pasaporte que le ampare fuera de los límites del Estado de las Autonosuyas)?.
Si su repuesta es afirmativa, porque coincide con alguna de las separatas anteriores; usted es tan español como el que más, aunque le moleste, se dan casos de tarados mentales que preferirían otra cosa, ¿en esas circunstancias porque no cambien de nacionalidad y se hacen de Botswana, pongamos por caso, o de Ucrania, donde se respira el tufillo que les gusta del comunismo residual?.
A pesar de los pesares, si funciona con documentación de la bendecida u odiada España, usted es español y a usted como a mí, nos ultrajaron públicamente en los momentos protocolarios anteriores al partido de final de la Copa de SM el Rey.
Lo que debería haber sido una fiesta del fútbol, se convirtió por culpa de unos descerebrados en la apología del separatismo más radical, y en una escena de pésima educación para los espectadores, de dentro y fuera del país, que esperaban solo un espectáculo futbolístico del máximo nivel.
Lamentablemente e internacionalmente, los que vieron esos 27 segundos nos compararon con las revueltas árabes de ésta pasada primavera. ¡Vaya recompensa!. ¡Dios santo, que vergüenza!.
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