Continuando con la pandemia de anticlericalismo que desde hace unos años a ésta parte venimos soportando. Hay que iguar las cosas. El “todos somos iguales ante la ley”, puesto de moda por SM El Rey, en el discurso de navidad se unen ahora, mejor se agarran como a un clavo ardiendo, todos los que niegan a Dios, aunque sean en la mayor parte de los casos por ser “in” y n o desentonar; de puertas para fuera: Dios no existe, dentro de casa a rezarle hasta que se haga un altramuz en la lengua, para no perder los “chollos” que han caido en éstos años. ¿Cualquiera renuncia a un solo “pavo” estando las cosas como están?.
Pero como cada día hay menos para pagar y la lista de los que cobran se agiganta, hay que sacar “pasta” de donde sea. Los recursos normales están agotados, los que tienen la llave del cajón ya han echado el guante hasta los dineros que están en depósito pendientes de sentencia judicial. Los caminos que tiene Hacienda cada día son menos y los de la pecera que pide pan más y más. Según los que dicen que saben de eso sobrepasamos los 445.000 vividores o “chupadores de piragua”, como ustedes prefieran. Por el contrario los del “apoquinar” se acortan, mas empresas cerradas, mas gentes en el paro, en resumen menos contribuyentes, da la sensación que la llegada de Rajoy, los ha expulsado, han sabido por piernas del país, y aquí solo se han quedado los mas pobres, los mas inútiles y los mas tontos, sin olvidar la “plaga” de los abuelos. Porque para esa gente del cobrar todos los meses y muy bien, sin problemas, ni retrasos, los que levantamos el país, después de una guerra civil, los que sacaron de la nada a la clase media del seiscientos, que ellos se han preocupado en cargarse; los que fueron los cimientos de la cacareada “clase del bienestar”, sobramos y somos una “tara” para “los “mendas”.
Hoy ya han cambiado hasta el prototipo de pobre. El clásico era la persona entrada en edad, y que había ido deteriorando por falta, primero de empleo, después de vivienda, en tercer lugar la exclusión social, muchas veces por vergüenza, por abandono familiar, y por falta de recursos para acceder a un refugio para mayores, las residencias de la tercera edad, a las que se llega con mucha “plata” o con muchas influencias.
Les pongo un ejemplo: mi madre faltó hace 7 años; solicitamos una plaza en una residencia, al día de hoy todavía no han contestado. Es decir hace 12 años se cumplimento la documentación para una residencia, bueno, repito, hasta hoy. Y que coste que el solicitante, no era Pepe Pérez, conocido en su casa a las horas de comer.
De entonces acá las cosas se ha trasformado en dramáticas. Según el Instituto Nacional de Estadística, el nuevo pobre es un niño.
Nos tropezamos con que son mas de 2.200.000 niños, los que están por bajo del umbral de la pobreza. El dato es escalofriante, pero no es el peor, en la cuesta abajo que está bajando el país, los hay que peores. Son más de 1.750.000, los menores que carecen de casi todo, pertenecen a familias de las incluidas en el capítulo de pobres absolutos.
¿Cómo se les ha quedado el cuerpo?. Alguno de ustedes habrá visto el reportaje que emitió el “cuadrito” el domingo hacia el medio día. Los distintos comedores que tiene la Iglesia en la Comunidad de Madrid, alimenta diariamente a más de 4.000 personas. Eso equivale a una población ya medianita.
Por supuesto que continuando con la “necesidad avariciosa de los políticos”, hace falta más dinero y la Iglesia debe pagar IBI, en ese mismo caso están los edificios públicos restantes que pertenecen a otros estamentos oficiales, ONGS, e inclusive a particulares que por le ley del costumbrismo están exentas de tal pago, el centro de Madrid, pongamos por caso.
Que paguen todas ellas, la Almudena y la sede de los partidos políticos también, todos sin resquicio, ni excepción.
En el caso de los privilegiados, estoy escuchando “su grito en el cielo”: ¡Que paguen los curas!. PM y …¿Quién dará de comer a los que no tienen nada que llevarse a la boca….?. La solución es sencilla. Por rotación y de acuerdo a lo que “trincan” al mes, cada uno de los políticos, que se lleve a comer, cenar y desayunar, a un numero de pobres. Esta gente está poniendo de moda repartir el hambre, pero que empiecen con el ejemplo. Ellos
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