Ésta página, nació para dar respuesta a una serie de buenos amigos que aseguran que se lo pasan bien con las cosas que escribo. Del “cuadrito” no hablo, aunque no desentonaría, entre lo que sale hoy; con toda modestia ¡garantizado!. Los nuevos, no me han enseñado nada.

Dije en su momento que no sabía si su interés estaba basado en el deseo, o en la caridad. A todos gusta que nos alaben, y a las seguidores de los productores de aucas, continuadores de los trovadores medievales y remontándonos antes a los mala milk de los bufones, muchísimo más. Si quiere que un comunicador le guarde eterna simpatía, cuando se lo cruce, dígale: “muy bueno lo tuyo”, se pondrá mas “lindo” que un pavo real en plena exhibición. Usted posiblemente no sepa el porqué; él, a lo peor tampoco, pero en su fuero interno ha sentido un “gustirrinin” muy especial. Ese día se sentirá el dueño del corral (la redacción).
La segunda causa, es la caridad. Quizás pensaron:”vamos a darle un poco de jabón a éste que ya está mayor”. Tratándose de compañeros de estudios, de oficio y artistas, es más que probable. Tan lejos como que ésta misma mañana, me lo recordaba, con rin, tin,tin, Teresa, de mi Editorial.

Mi sorpresa ha sido descubrir que son más de los que pensaba. “El contador, no engaña”. Y que antiguos amigos de otros países, se han acordado del compañero Toni, e inclusive, muchos nuevos profesionales han sentido curiosidad, por ver como lo hacían (dicho con toda humildad), las vacas sagradas del periodismo del siglo pasado.
La verdad es que con mis articulitos de vez en cuando iba matando la afición. Ahora me debo preocupar con que el Blog, tenga vida. Así que entre la página y escribir libros, ¡estoy ocupadísimo!.
Para que la página sea mas viva y resulte mucho más apetecible para el lector, les incluiré trabajos de otros compañeros que hablan y trabajan en nuestro idioma desde diferentes partes del mundo. Me gustaría que el blog fuera un pequeño referente para dejar claro que somos más de 400 millones de castellano parlantes.

A unos, a otros y a los de más allá, muchas gracias. Confío en no defraudaros.

viernes, 11 de mayo de 2012

EL A,E,I,O,U, DE LA RENTABILIDAD DE LAS TELVISIONES PÚBLICAS.

En una tertulia de colegas, todos profesionales de los medios de comunicación de los que “cortan el cupón”. Se curso una discusión bizantina sobre cual era el modelo ideal de las televisiones públicas, haciendo referencia a las autonómicas y la polvareda que esta trayendo, si deben desaparecer, pasar a manos privadas o reducirlas y que continúen siendo el “faro” o “la voz de su amo”. Si se reúnen un grupo de porteras recién levantadas con la bata de bo atine, el pelo revuelto y escoba en ristre, dispuestas a pelar al personal, no son ni la tercera parte de peligrosas que un grupo de profesionales del cuarto poder jubilados, “largando tela”. En plena batalla dialéctica, evidentemente todos defendiendo “su verdad”, me preguntaron que cual era mi parecer al respecto, argumentando que era el más veterano y el que más tiempo había ejercido tanto en la “tele” como en la universidad dando clases de audiovisuales. Suponían, imagino que malévolamente, las criaturas que por experiencia mi punto de vista tendría un peso especifico en el debate. Dejando a parte las bases que aparecen en cualquiera de los estatutos de las teles autonómicas, que son la que les “dolían”, su interés estaba basado en si serían o no rentables y de que manera. Comencé diciendo, he trabajado toda mi vida en la española y en mis tiempos era autosuficiente, hasta que en la etapa final, ya con la competencia de las privadas y con los compromisos de los partidos, que convirtieron la plantilla en un gigante con los pies de barro y olvidando lo que debería haber continuado siendo su meta: “dejar dinero” o por lo menos no tener que echar mano de la “caja” de papa Estado, la cosa se saldaba con decencia. Luego se invirtió en producto externo pagándolo a precio de oro. Argumente mi aserto con las cuartillas que explicaba en la facultad, sobre el tema. Nosotros éramos durante años rentables, porque la producción era propia, y hay unas normas básicas al respecto. Por ejemplo, los directos suelen ser baratos, al igual que los programas del estilo de “Esta es su vida”, “Un millón para el mejor”, etc, lo que serían comparativamente hoy: “El millón de Antena 3”, “Españoles en el mundo o Destino España”. Ese tipo de programas “engancha” al espectador y su coste es económico. “El truco” consiste en sacar el máximo producto, a las instalaciones, a los medios técnicos y al personal, una prueba de ello: “Pasa palabra”. Que las productoras paguen y utilicen los medios propios. Es una formula de compensar el gasto. Lo mismo con los grande magacines, aquellos que hacían Martín Ferran, Sancho,……, O los grandes programas de espectáculos, los que presentaron Joaquín Prats y antes los alemanes y sin olvidar la magia creativa de Chicho Ibañez. Recuerden los didácticos de “Tengo un libro en las manos”; “El Seneca”, “Fernández, punto y coma”………. “Escala en Hifi”, etc. En resumen existía creatividad, imaginación, buen gusto y ganas de complacer a la audiencia, sin amarillismo y con espacios que no fueran “soeces”, de los que desgraciadamente existen y muchos. Al igual que las series que se compran: “culebrones” o “cinéfilas” están saturadas de violencia. Luego nos quejamos que trascienda a las calles de nuestras ciudades. Si los más pequeños que son buenos consumidores de “monos”, están saciados de muertos y palizas, ¿como van a responder en la vida común?. Imitando o repitiendo, lo que les “deforma” el cuadrito. Jamás ha sido tan alto el índice de violencia infantil y juvenil como ahora. Las televisiones y sus programadores tienen un “paquete” importante de culpa. Todo eso sin entrar en las corruptelas entre los directivos de algunas de ellas; no porque les regalen un boli bueno, o una cartera, o un reloj, que eso ha sucedido siempre; por la “cosa a mayores”, los sobres mas o menos sabrosos, como la mallorquina, que untan y se pegan a las manos. Mis colegas no argumentaron mas que entre los directivos de las televisiones existían demasiados intereses creados y un servilismo desmedido a hacia la clase política, cosa que en gran medida es cierta. Poco o nada hay que argumentar en contra. Lo peligroso es que a la hora del “ajuste”, lo paguen justos por pecadores y me explicaré. En el momento de efectuar la selección, se metan todos en el mismo saco, los que entraron por oposición, con los del merito del “dedo”. Para que al final se queden los “amigos” y eso no sería justo. En el momento de la creación de las televisiones, se les asigno una plantilla ideal que pasó por la oposición. Esa debe ser la base con la que trabajar, porque los que pasaron las pruebas son los mejores. Con el número de base delante, adaptarse a las necesidades actuales debería ser lo correcto, pero planificando y pensando no en hoy, mas bien en mañana. ¿Queremos la televisión propia, la vendemos, aceptamos capital privado?. Las ideas claras, si no en cuatro días volvemos a estar en las mismas. Pero pensando lo “políticamente lógico”, es no perder el control de “cañón”, si lo pierdes estas muerto. Los cañones del cardenal Cisneros, son hoy los medios de comunicación.

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