Desconozco cuantos de mis lectores, serán aficionados al juego del dominó, o sencillamente han visto jugar o han colocado fichas encima de una mesa de mármol, que son las que mandan los cánones.
En ese juego, muy cerebral, para los que saben jugar y son capaces de retener en la memoria las jugadas y las fichas jugadas por cada uno de los participantes, hay dos cosas que les molestan: una, cargar con el seis doble y que se quede estrangulado (sin posibilidad de jugarlo);dos, fallar a blancas.
Fuera del juego, al que se coge en renuncio o está a falta de algo, se le dice que “falla a blancas”, siempre que la deficiencia sea grande u ostentosa. Nuestros políticos son asiduos repetidores en el “fallo a blancas”, ¡¿Qué le vamos hacer?!.
Tengamos presente que estamos en el país de ZP, que dicho sea de paso, fue el título de un cuento que tengo colgado en mi blog a disposición del que sienta curiosidad o quiera leerlo. Como es público y desgraciadamente notorio, bajo la dirección del actual Presidente, cualquier desgracia es normal, no cabe la extrañeza.
Por lo tanto que el “corral” esté revuelto, es cosa mas natural del mundo, pero que ese corral sea el que custodiaba como perro ovejero(es metáfora) el “Guerra”, en un tiempo no muy lejano, a mas de uno lo dejara intranquilo, y también los habrá quienes lo pongan en duda a pesar de la evidencia.
Intente explicárselo en un artículo anterior, pero por lo visto no lo conseguí, por lo que me siento culpable del fallo y voy a intentar subsanar el error.
La causa, no es personal en contra del caballero Rodríguez, tampoco tiene una motivación política que sería lo que avalaría la desobediencia. Se trata simplemente de un problema de supervivencia. Algunos cargos del PSOE, en los ayuntamientos y en las comunidades, ven su sillón en otras manos y eso no lo pueden consentir. Por nada del mundo quieren trasformarse en “parados políticos” y quedarse, sin el sueldo, la tarjeta VISA y muchos sin el coche oficial, corruptelas al margen, que también engorda la bolsa.
Ese ha sido el motivo de “los vivas a Cartagena” de Barrera y el Alcalde de Toledo, entre otros.
¿Qué sucederá ahora?. Ese es el meollo de la cuestión; ¿los decapitará, políticamente hablando, ZP. Sencillamente tomará nota y esperara haber que pasa en las elecciones. O lanzará a Pepiño y la Pajín, a la “yugular” de los rebeldes?.
La cosa no es tan fácil como parece a primera vista. El patio “ibérico” está para pocas bromas, y otra cacicada caería fatal en el pueblo soberano que colocaría la “alcaldada” en el aumentado del “debe”, del libro de cuentas con Zapatero.
Total, que no se lo han dejado fácil, al secretario general de los socialistas.
Al número uno de la clase, ya le han salido compañeros para todo algunos sumamente peligrosos, por su estatus en el partido, son por ejemplo, los ex de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina quien ha manifestado: “es hora de que se vayan a sus casas y dejen a los demás la tarea de recomponer el partido”, para el ex barón, tampoco hay dudas, el partido esta a trozos. El ex Presidente Comunitario y escritor, ya pidió, el pasado mes de Junio un relevo en la cúpula del partido e hilando fino, solicito a sus compañeros: “mas tino al elegir”.
Son muchos los que han renegado del “silencio impuesto” y que impide la autocrítica. La férrea “sentencia guerrista: el que se mueva no sale en la foto”, mantenida como principio de cabecera por los del PSOE, según se puede comprobar es ya historia. Precisamente su autor es otro de los más severos críticos de Zapatero. D Alfonso, ha dicho: “Todos los que apoyaron a la persona que ha perdido, no pueden estar entre los ganadores”. Ojo al dato y Compañía firmes, va para muchos y en especial para Don José Luis, Don Pepiño, Doña Leire y la propia derrotada Doña Trinidad. Esos son los que encabezan la lista a depurar que tiene en la cabeza, el ex vicepresidente del gobierno y guardián del socialismo militante durante el esplendor del mismo.
Ya hay quien está buscando entre los grandes y entre las cabezas que despuntan el portavoz para el post “zapaterismo”.
Como les he dicho antes ahora es el momento de comprobar la fortaleza del grupúsculo que arropa y defiende al Señor Rodríguez.
En ese juego, muy cerebral, para los que saben jugar y son capaces de retener en la memoria las jugadas y las fichas jugadas por cada uno de los participantes, hay dos cosas que les molestan: una, cargar con el seis doble y que se quede estrangulado (sin posibilidad de jugarlo);dos, fallar a blancas.
Fuera del juego, al que se coge en renuncio o está a falta de algo, se le dice que “falla a blancas”, siempre que la deficiencia sea grande u ostentosa. Nuestros políticos son asiduos repetidores en el “fallo a blancas”, ¡¿Qué le vamos hacer?!.
Tengamos presente que estamos en el país de ZP, que dicho sea de paso, fue el título de un cuento que tengo colgado en mi blog a disposición del que sienta curiosidad o quiera leerlo. Como es público y desgraciadamente notorio, bajo la dirección del actual Presidente, cualquier desgracia es normal, no cabe la extrañeza.
Por lo tanto que el “corral” esté revuelto, es cosa mas natural del mundo, pero que ese corral sea el que custodiaba como perro ovejero(es metáfora) el “Guerra”, en un tiempo no muy lejano, a mas de uno lo dejara intranquilo, y también los habrá quienes lo pongan en duda a pesar de la evidencia.
Intente explicárselo en un artículo anterior, pero por lo visto no lo conseguí, por lo que me siento culpable del fallo y voy a intentar subsanar el error.
La causa, no es personal en contra del caballero Rodríguez, tampoco tiene una motivación política que sería lo que avalaría la desobediencia. Se trata simplemente de un problema de supervivencia. Algunos cargos del PSOE, en los ayuntamientos y en las comunidades, ven su sillón en otras manos y eso no lo pueden consentir. Por nada del mundo quieren trasformarse en “parados políticos” y quedarse, sin el sueldo, la tarjeta VISA y muchos sin el coche oficial, corruptelas al margen, que también engorda la bolsa.
Ese ha sido el motivo de “los vivas a Cartagena” de Barrera y el Alcalde de Toledo, entre otros.
¿Qué sucederá ahora?. Ese es el meollo de la cuestión; ¿los decapitará, políticamente hablando, ZP. Sencillamente tomará nota y esperara haber que pasa en las elecciones. O lanzará a Pepiño y la Pajín, a la “yugular” de los rebeldes?.
La cosa no es tan fácil como parece a primera vista. El patio “ibérico” está para pocas bromas, y otra cacicada caería fatal en el pueblo soberano que colocaría la “alcaldada” en el aumentado del “debe”, del libro de cuentas con Zapatero.
Total, que no se lo han dejado fácil, al secretario general de los socialistas.
Al número uno de la clase, ya le han salido compañeros para todo algunos sumamente peligrosos, por su estatus en el partido, son por ejemplo, los ex de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina quien ha manifestado: “es hora de que se vayan a sus casas y dejen a los demás la tarea de recomponer el partido”, para el ex barón, tampoco hay dudas, el partido esta a trozos. El ex Presidente Comunitario y escritor, ya pidió, el pasado mes de Junio un relevo en la cúpula del partido e hilando fino, solicito a sus compañeros: “mas tino al elegir”.
Son muchos los que han renegado del “silencio impuesto” y que impide la autocrítica. La férrea “sentencia guerrista: el que se mueva no sale en la foto”, mantenida como principio de cabecera por los del PSOE, según se puede comprobar es ya historia. Precisamente su autor es otro de los más severos críticos de Zapatero. D Alfonso, ha dicho: “Todos los que apoyaron a la persona que ha perdido, no pueden estar entre los ganadores”. Ojo al dato y Compañía firmes, va para muchos y en especial para Don José Luis, Don Pepiño, Doña Leire y la propia derrotada Doña Trinidad. Esos son los que encabezan la lista a depurar que tiene en la cabeza, el ex vicepresidente del gobierno y guardián del socialismo militante durante el esplendor del mismo.
Ya hay quien está buscando entre los grandes y entre las cabezas que despuntan el portavoz para el post “zapaterismo”.
Como les he dicho antes ahora es el momento de comprobar la fortaleza del grupúsculo que arropa y defiende al Señor Rodríguez.
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