Se asegura y está demostrado que el pecado capital más grave de los españoles es el de la envidia.
Sobre él, intentando defenderlo, explicarlo y hasta dar fe, del mismo, con justificación incluida, han perdido su tiempo infinidad de intelectuales y ¿para qué?, sencillamente para que quedara claro que los españolitos no soportamos el éxito en cabeza ajena. En cuanto nos enteramos del triunfo de “Pepito”, a Pepito le caerán las maldiciones como racimos de uva tenga, la mejor parra de la comarca. Y cuando el afortunado ciudadano pasee por el pueblo, le echaran todas las pieles de “plátano” posibles para ver si las pisa y se rompe la “crisma”.
Unido el pecado de la envidia va el regocijarse con el mal ajeno.
No sirve para nada, pero es una especie de venganza que solaza al envidioso.
Un compañero de los “ex desasnadores” de toda la vida, con la mala leche que le caracteriza; a ciertos ancianos llegando a la tercera edad se les agudizan las ulceras de estomago. Las psíquicas y las físicas; y se les agria el carácter, mientras se les ponen a tope las neuronas del ingenio, con lo cual son un doble peligro, unen a la experiencia, si sapiencia y sale, lo que sale de esas cabezas vueltas de todo.
Al enterarse por la presa de la sentencia que favorece la subida de la luz; sin levantar la cabeza del papel, apostilló: “No sabía que les habían subido el sueldo a los jueces. La próxima sentencia será abaratar las mortajas, porque está claro que nos quieren matar”.
Si con lo que cobran la mayoría de los pensionistas ya no se llegaba a mitad de mes, solo falta a las “tristes” economías familiares, el palo de la subida de la luz, que nunca viene solo.
Eso para los abuelos, que mucho o poco, algo cae todos los meses, pero ¿Qué hacemos con los restantes miembros de la sociedad que no son ni millonarios, ni políticos?.
Hace tiempo que vengo preguntando por escrito a su señorías, si ellos “se apañan” con 420€ del subsidio de limosna, del que se vanaglorian que conceden, el que bautizaron como Kihsnerista. Nadie hasta ahora me ha respondido.
¿Qué hacemos con las miles de familias que son pobres absolutos, es decir ninguno de sus miembros ingresa un solo “pavo” para mantenerse?. Su única esperanza son: los centros de caridad; Banco de Alimentos y Cáritas, primordialmente, después los comedores públicos, beneficencia, etc. y los más afortunados, dando “el toque” a los familiares si es que están en condiciones de ayudar.¿Pero por cuento tiempo…?.
¿Qué pasa con los 600.000 desahuciados. Los metemos a todos bajo de un puente y abrimos las compuertas del pantano. Este año tendrían suerte, porque como estamos en año seco; en éste país, por no haber , no hay ni agua?.
Cuando se está en un estado de desgracia generalizada, siempre hay “listos” que trasforman las desgracias ajenas en “partidas” en beneficio propio, y son los mismos todas las veces. Son lo siempre provocan los escándalos públicos, desestabilizan, arremeten contra el mobiliario urbano, los escaparates y destrozan lo que encuentran a su paso. Son los manipuladores de las manifestaciones, y los que se preocupan de “desestabilizar”. Ellos hacen su trabajo, porque lo cobran. Son los que se han etiquetado de “anti” pero deberían llamarse: “Organización de broncas públicas, previo pago de su importe” . También está demostrado que solo aparecen si hay alguien que “colabora con los pavos” y mirándoles los caretos y sus formas de proceder de guerrilla urbano, se queda claro que son auténticos profesionales. por tanto o hay dinero, o no hay trabajo.
Los partidos que los mueven, que todo el mundo sabe quienes son porque ellos presumen de ser los de la “gesta”, sabrán el dineral que dedican a desestabilizar. “Los profesionales, no trabajan gratis”.
Estar significadamente en contra de todo, es un desequilibrio mental. Conscientemente arremeter en contra el oponente, sin razón que lo justifique, solo ¡porque si!, es que hace falta visitar al loquero de turno a la mayor brevedad. Pero como en la moderna psiquiatría no meten a nadie en el hospital, los loquitos interesados campan por sus respetos, mezclados entre la gente supuestamente cuerda. Con los resultados supongo que correctos para sus promotores y de autentica desestabilización y alarma en la sociedad que no “toma parte en el juego”.
El daño de los vándalos remunerados, lo sufrimos, como siempre los paganos, que no debemos nada.
¿Y los ministros…?.........¡En las regatas!.
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