INUTIES MUY APROVECHADOS

En su propio beneficio y en el mínimo tiempo posible.
La brillante salida del Palacio de la Carrera de San Jerónimo, de Bono, que ha querido limpiar su imagen, bastante deteriorada por corruptelas, con la puesta en escena de la “comedia de la vieja farsa” (la declaración de bienes de los auto nominados padres de la Patria).
Porque la farsa; ya saben que el teatro es precisamente eso, la representación de un engaño, llamado comedia. Y al conjunto del espectáculo los cómicos le llaman “función”.
Aclarados los viejos conceptos, que se repiten sin interrupción desde la época de los corrales de comedias, los primeros teatros conocidos, hasta nuestros días, es momento para entrar en detalles.
Don José, a quien han pillado, con las manos en la masa y ha salido de la “pasta” como buenamente ha podido y antes de decir que no repetirá experiencia. La que le ha tocado presidir en las Cortes, ha sido verdaderamente dura y su condición de hombre dialogante tampoco ha sobresalido, digamos que por las circunstancias que no se prestaban a “detalles”, mas o menos estéticos.
Al contrario, los malvados periodistas se han dedicado a meterle el dedo en el ojo, de la manera que mas duele: “pidiéndole explicaciones” sobre sus dineros y sobre todo de donde han salido éstos.
Quizás en un arranque el compañero Bono, ha decidido dar ha conocer, los bienes que dicen tener sus señorías, antes de abandonar la presidencia.
La relación que se constituyo en la estrella de Internet, colapsando las páginas tanto del Congreso como del Senado, tal ha sido la curiosidad e interés que entre los “escurridos” celtíberos, despertó, la declaración.
Sin recurrir al agravio comparativo que haberlo, ahílo, basta decir como rubrica determinante que unos tienen curro y garantizado el salario hasta que se mueran, y los otros, no tienen nada claro más que el paro. Las cosas claras, para qué andarse con rodeos.
Tal cual han dejado escrito, todos ellos tienen un más que cómodo “pasar”. No hay uno solo que pase apuros, repito según confesión propia.
Las causas por las que se deciden a dedicarse a la política, son principalmente dos: la primera, no sirven para otra cosa, de ahí lo de inútiles; si sirviesen se dedicarían al otro quehacer, lo que sucede es que en su mayoría se trata de maestros sin escuela, abogados sin pleitos, etc. Hasta ordenanzas de instituto.
La segunda causa es todavía más señalada, es la forma más rápida conocida para forrarse, después del negocio de la droga y por supuesto sin ningún riesgo. Se cometan las mayores atrocidades, por gordas que sean, estás caducan el día del cese. Luego a casa y ha vivir como príncipes el resto de sus días, cobrando del cajón común, ¡faltaría más!.