Cuando el gobierno de Zapatero, está más allá que acá; pertenece a la historia negativa y tristísima, por sus resultados, de éste país que él cogió unido, y entregara a gironés al próximo inquilino del Palacio de la Moncloa, los habitantes del mismo están con las orejas iniestas preparados a la próxima “barbaridad” del que los libros de historia, describirán “como el peor político que haya tenido el país, y el que le ha hecho más daño a sus habitantes”.
Antes por iniciativa propia, hoy (como en los programas de radio de discos solicitados) a petición de su recambio en el partido gobernando “por orden”, no sale de sus consejos de Ministros, una orden buena. Todo lo que pueda perjudicar a los españoles, mediante “decreto ley”, ¡hágase!.
La más atroz de ellas, en un momento tan de precario para los bolsillos de los que mal viven, por su culpa, en éstas tierras, es el regreso del Impuesto sobre el Patrimonio, no lo porque cuando se quitó, se explicó al personal que se trataba de una carga doble; es por el maniqueísmo con que el portavoz actual de su gobierno hace del mismo, y en el que al final de su sermón, amenaza a quien no quiera llevarlo a la practica, mientras miente, mejor que su nuevo jefe el Señor Rubalcaba –que como todos sabemos le llaman “Soneja” (el mayor embustero del reino), en los ambientes-, con cancelar el “pase” de los impuestos desde el gobierno central, al autonosuyo “respondón”.
La vuelta del malhadado Impuesto, ya se ha producido, y de la sanción, se libraran las autonosuyas del PP, que han dicho que no lo pondrán en practica, sencillamente por “la camapana”; como explico La Salagado, la ley sancionadora no da a tiempo en lo que queda de legislatura de “sacarla” en el Congreso, puesto que “no cabe”, vía decretazo.
Tan severo como se muestra Pepiño, con los banqueros hoy, ¿porque no antes cuando estaban “a partir un piñón” y haciéndoles favores de muchísimo calado?.
Ya sabemos que para el pequeño –en estatura- Ministro de Fomento, Rajoy, es el culpable de todo lo negativo del país, incluyendo los que hacen mala ellos; puestos responsabilizarlo pues hasta que mato a Manolete en Linares, del seísmo de Lorca, pongamos por caso.
Pepiño, sufre una grave enfermedad que se llama “la pérdida de la cartera ministerial” a dos meses vista y “¡eso duele!”, especialmente en el bolsillo.
No se preocupe el afamado, para sus paisanos; dueño de un ático de impresión, incumpliendo la ley de costas, en una ría baixa y que le costo, más, menos. ¡Que suerte tienen algunos!. A unos les pone unos precios muy por bajo del mercado para adquirir sus viviendas, hay malignos que sospecha que son “precios” testimoniales, a otros les perdonan los créditos, siempre según las mismas fuentes maldicientes, etc. No hay nada como tener, o estar en el poder. Amen.¿Me explico?.
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