….Y luego pasa, lo que pasa.
No es que se quejen, que si saben y de vez en cuando se acuerdan que están en la tierra y entonces recurren, no a entonar “el yo pecador”, porque va contra sus principios, pero aunque no lo dicen se arrepienten de haber escrito, lo que no deberían, cuando era necesario que lo hiciesen.
Los resultados de estos actos se notan a lo largo del tiempo, a unos les mandan “el muecín” con una canto no muy agradable; a otros, directamente la policía política, e inclusive hay quien recibe la visita de los matones a sueldo. Como decía el maestro Larra, son gajes del oficio. Unos lo escriben en castellano “llano”, otros lo culturizan o engrandecen con un idioma más floreado, hasta los hay que para acordarse del padre de alguien, recurren al verso, es el caso de Usia, por nombrar uno.
Lo dicho estos muchachos que ya dejaron atrás los cuarenta, no escarmientan, se sienten jóvenes y como valientes lo son, ¡Ala, a ejercer de críticos, sea o no su tiempo!.
¿Le parece mal…?.¡Que va. Ni pensarlo. Al contrario estoy en la onda!. Pertenezco al selecto grupo de “los políticamente incorrectos”, así que no me cabe mas remedio que estar de su parte, aunque les envidie en lo de los años, solo y exclusivamente; porque hasta que lleguen a las maldades que llevo cometidas entre pecho y espalda, les faltan un montón de tacos de almanaque que necesariamente tendrán que pasar.
El periodista Don Ricardo Puentes, Tito, aunque le moleste para los amigos, está de guerrillero adelantado por su Colombia natal, y no conforme con ir metiendo los pies en todos los charcos, los correctos y los que no tocan, se nos ha descubierto como un político en ciernes muy interesante.
Con honestidad y sin que se entere, les diré que el Concejo de la ciudad de Bogotá, hace un sensacional fichaje.
El tipo es listo, está preparado, es honesto (lo cual hay que buscarlos con la lámpara de Diógenes y no se encuentran), pero tiene otra virtud y es que no necesita necesariamente meter la mano en el “cajón” ajeno, y elementos de éstos quedan tres y creo que me paso.
Ya lo que dudo, es que uno del oficio de “largador con carnet”, sea capaz de resistir en un cargo político más de una legislatura. Si el Señor Puentes, lo hace, será la excepción de la regla, que como las brujas en Galicia, haberlas ahílas.
He repasado los “oficios paralelos” de los “plumillas” a los largo de los años. Ganan por goleada los galenos, seguidos de leguleyos y maestros, después están los restantes oficios conocidos, ,por haber hay hasta birretes y cápelos, algunos de ellos verdaderamente buenos, por ejemplo y citare solo dos: Herrera Oria y Benlloch, éste último un piquito de oro que para si desearían os mejores profesionales de la radio y la televisión.
Los mas “machacones” Herrera que creo hasta la primera escuela de periodismo en lengua española y de entre los médicos locutores de ustedes, Carlos Sentí y Carlos Herrera, son los de mayor protagonismo.
Pero políticos metidos a “notarios de la actualidad” poquitos y como complemento del “chupar de la piragua”. Ayuda mucho estar metido en una tertulia de cualquier medio de comunicación.
Por eso le deseo mas suerte todavía al amigo Ricardo Puentes, que estoy seguro trabajara “a muerte” por sus conciudadanos.
Ésta página, nació para dar respuesta a una serie de buenos amigos que aseguran que se lo pasan bien con las cosas que escribo. Del “cuadrito” no hablo, aunque no desentonaría, entre lo que sale hoy; con toda modestia ¡garantizado!. Los nuevos, no me han enseñado nada.
Dije en su momento que no sabía si su interés estaba basado en el deseo, o en la caridad. A todos gusta que nos alaben, y a las seguidores de los productores de aucas, continuadores de los trovadores medievales y remontándonos antes a los mala milk de los bufones, muchísimo más. Si quiere que un comunicador le guarde eterna simpatía, cuando se lo cruce, dígale: “muy bueno lo tuyo”, se pondrá mas “lindo” que un pavo real en plena exhibición. Usted posiblemente no sepa el porqué; él, a lo peor tampoco, pero en su fuero interno ha sentido un “gustirrinin” muy especial. Ese día se sentirá el dueño del corral (la redacción).
Dije en su momento que no sabía si su interés estaba basado en el deseo, o en la caridad. A todos gusta que nos alaben, y a las seguidores de los productores de aucas, continuadores de los trovadores medievales y remontándonos antes a los mala milk de los bufones, muchísimo más. Si quiere que un comunicador le guarde eterna simpatía, cuando se lo cruce, dígale: “muy bueno lo tuyo”, se pondrá mas “lindo” que un pavo real en plena exhibición. Usted posiblemente no sepa el porqué; él, a lo peor tampoco, pero en su fuero interno ha sentido un “gustirrinin” muy especial. Ese día se sentirá el dueño del corral (la redacción).
La segunda causa, es la caridad. Quizás pensaron:”vamos a darle un poco de jabón a éste que ya está mayor”. Tratándose de compañeros de estudios, de oficio y artistas, es más que probable. Tan lejos como que ésta misma mañana, me lo recordaba, con rin, tin,tin, Teresa, de mi Editorial.
Mi sorpresa ha sido descubrir que son más de los que pensaba. “El contador, no engaña”. Y que antiguos amigos de otros países, se han acordado del compañero Toni, e inclusive, muchos nuevos profesionales han sentido curiosidad, por ver como lo hacían (dicho con toda humildad), las vacas sagradas del periodismo del siglo pasado.
Mi sorpresa ha sido descubrir que son más de los que pensaba. “El contador, no engaña”. Y que antiguos amigos de otros países, se han acordado del compañero Toni, e inclusive, muchos nuevos profesionales han sentido curiosidad, por ver como lo hacían (dicho con toda humildad), las vacas sagradas del periodismo del siglo pasado.
La verdad es que con mis articulitos de vez en cuando iba matando la afición. Ahora me debo preocupar con que el Blog, tenga vida. Así que entre la página y escribir libros, ¡estoy ocupadísimo!.
Para que la página sea mas viva y resulte mucho más apetecible para el lector, les incluiré trabajos de otros compañeros que hablan y trabajan en nuestro idioma desde diferentes partes del mundo. Me gustaría que el blog fuera un pequeño referente para dejar claro que somos más de 400 millones de castellano parlantes.
A unos, a otros y a los de más allá, muchas gracias. Confío en no defraudaros.
A unos, a otros y a los de más allá, muchas gracias. Confío en no defraudaros.
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