Esa es la pregunta del millón que nadie, absolutamente nadie, es capaz de responder y por el contrario si siente temor por lo que pueda pasar después de las revueltas que desde las Mezquitas, se han gestado.
No quisiera hacer caso a Nostradamus, pero lo cierto es que el alquimista fue capaz de hacer una serie de predicciones que todos interpretaron como, una visión literaria. Sin perder, lo imaginativo y dando la vuelta al envolvente, al paisaje que presenta que por supuesto es el de su época y no el del actual. El visionario personaje, anunció cosas que se están produciendo. Lo que no dijo es el año en el que tendrían lugar los acontecimientos y una de sus predicciones (toquemos madera), fue el dominio del mundo, entonces conocido, por los árabes. Saladino y el Imperio Otomano, coge lejos y los descendientes del Profeta, tampoco tienen en los lugares donde habitan, otros Reyes, capaces de devolverles las grandezas del pasado que se trasladaba desde Bagdad, hasta Córdova. El esplendor, el lujo y la cultura, del pasado, no es el que disfrutan los países gobernados por los mahometanos.
Ahora, se vuelve al concepto dominio-religión; lo que es una mala mezcla y por añadidura que puede convertirse en explosiva.
Repasan las páginas de la historia de la humanidad y comprobaran que las mayores barbaridades, se han hecho en el nombre de Dios.
Para muchos el Islam es amor, pero desgraciadamente esa es la “literatura”, la realidad no se corresponde en nada con la propaganda, y el “peor de los ejemplos”, nos lo muestra cada día Al Qaeda.
Tengo amigos y compañeros de los países árabes, en la tele hemos tenido un compañero palestino años y años, y que en éste momento estará a punto de jubilarse en la Agencia Oficial de Noticias EFE.
En todos los segmentos de la sociedad española, sufrimos a mediados del siglo anterior, una segunda invasión, pacifica y cultural. Muchos hijos de la clase alta y media de los países entonces tranquilos, mandaron a sus retoños a estudiar carreras en España, aquellos estudiantes de medicina de Siria, Egipto, Líbano, Persia, Palestina y Marruecos, una vez titulados, en una buena cantidad decidieron quedarse y formar familias en la tierra de Don Quijote, también en gran porcentaje con mujeres españolas. Así que sobre todo en el “sindicato” de Hipócrates, están los hospitales llenos; cito la medicina, porque es donde más se nota su presencia.
Desde entonces hasta hoy, los planteamientos de aquellos jovencitos, hoy personas entradas en edad, han cambiado y de adaptarse perfectamente a la cultura y costumbres de su país de adopción, son los que apoyan desde sus puestos importantes adquiridos en la sociedad, a los mas “luchadores” por imponer otra vez el Islam, en España. Los más listos, se venden por regresar al país de las tres culturas y la convivencia. Eso es lo tradicional, la verdad es que la convivencia entre los españoles de las tres religiones, fue complicada.
A los inmigrantes, la gran masa que llegó después y que sigue viniendo, incontrolados, son a los que les corresponde la beligerancia. Son los que afirman que están en Al Andaluz y que ellos son los auténticos dueños de la tierra y por tanto del país, los auténticos invasores somos los cristianos. Y eso lo comentan entre ellos y lo dicen descaradamente en los pueblos en los que viven y en ocasiones ya son un getho importante. No es verdad que quieran entroncarse en la sociedad, forman sus grupos separados.
Dios solo sabe lo que se predica en las mezquitas y solo vemos los resultados del nuevo fanatismo que nace en ellas y el odio hacia lo que no sea Islam.
Los hechos denuncian sus intenciones, el 11 S y el 11 M, son ejemplos claros que se han repetido en otros lugares. La invasión de Irak, en lugar de una solución fue caldo de cultivo para empeorar la situación, y los atentados de suceden todos los días, los atentados suicidas, se dan en cualquier parte del mundo donde tengan presencia los fanáticos seguidores del Profeta.
No hay lugar en el planeta que se libre, ni las llamadas grandes potencias, lugares donde la mano dura todavía sobrevive, también padecen su intransigencia, un ejemplo evidente es Rusia, y para que citar Pakistán, refugio de los de Al Qaeda.
El movimiento se esta extendiendo como un reguero de pólvora por los países árabes, con la escusa de librarse de los dictadores que los gobernaban. Pero lo que se hace con el maquillaje de la libertad, terminará con una ”democracia” a la Iraní y si eso es democracia que vega Ala y lo vea.
Ya veremos como termina la revolución que se empezó en Túnez, se prolongó a Argel, ya está en Egipto y amenaza a Abdallah y Mohamed. ¿Caeran Jordania y Marruecos?.
Que malo si nos quedamos como frontera de esas siniestras y belicosas ideas.
No quisiera hacer caso a Nostradamus, pero lo cierto es que el alquimista fue capaz de hacer una serie de predicciones que todos interpretaron como, una visión literaria. Sin perder, lo imaginativo y dando la vuelta al envolvente, al paisaje que presenta que por supuesto es el de su época y no el del actual. El visionario personaje, anunció cosas que se están produciendo. Lo que no dijo es el año en el que tendrían lugar los acontecimientos y una de sus predicciones (toquemos madera), fue el dominio del mundo, entonces conocido, por los árabes. Saladino y el Imperio Otomano, coge lejos y los descendientes del Profeta, tampoco tienen en los lugares donde habitan, otros Reyes, capaces de devolverles las grandezas del pasado que se trasladaba desde Bagdad, hasta Córdova. El esplendor, el lujo y la cultura, del pasado, no es el que disfrutan los países gobernados por los mahometanos.
Ahora, se vuelve al concepto dominio-religión; lo que es una mala mezcla y por añadidura que puede convertirse en explosiva.
Repasan las páginas de la historia de la humanidad y comprobaran que las mayores barbaridades, se han hecho en el nombre de Dios.
Para muchos el Islam es amor, pero desgraciadamente esa es la “literatura”, la realidad no se corresponde en nada con la propaganda, y el “peor de los ejemplos”, nos lo muestra cada día Al Qaeda.
Tengo amigos y compañeros de los países árabes, en la tele hemos tenido un compañero palestino años y años, y que en éste momento estará a punto de jubilarse en la Agencia Oficial de Noticias EFE.
En todos los segmentos de la sociedad española, sufrimos a mediados del siglo anterior, una segunda invasión, pacifica y cultural. Muchos hijos de la clase alta y media de los países entonces tranquilos, mandaron a sus retoños a estudiar carreras en España, aquellos estudiantes de medicina de Siria, Egipto, Líbano, Persia, Palestina y Marruecos, una vez titulados, en una buena cantidad decidieron quedarse y formar familias en la tierra de Don Quijote, también en gran porcentaje con mujeres españolas. Así que sobre todo en el “sindicato” de Hipócrates, están los hospitales llenos; cito la medicina, porque es donde más se nota su presencia.
Desde entonces hasta hoy, los planteamientos de aquellos jovencitos, hoy personas entradas en edad, han cambiado y de adaptarse perfectamente a la cultura y costumbres de su país de adopción, son los que apoyan desde sus puestos importantes adquiridos en la sociedad, a los mas “luchadores” por imponer otra vez el Islam, en España. Los más listos, se venden por regresar al país de las tres culturas y la convivencia. Eso es lo tradicional, la verdad es que la convivencia entre los españoles de las tres religiones, fue complicada.
A los inmigrantes, la gran masa que llegó después y que sigue viniendo, incontrolados, son a los que les corresponde la beligerancia. Son los que afirman que están en Al Andaluz y que ellos son los auténticos dueños de la tierra y por tanto del país, los auténticos invasores somos los cristianos. Y eso lo comentan entre ellos y lo dicen descaradamente en los pueblos en los que viven y en ocasiones ya son un getho importante. No es verdad que quieran entroncarse en la sociedad, forman sus grupos separados.
Dios solo sabe lo que se predica en las mezquitas y solo vemos los resultados del nuevo fanatismo que nace en ellas y el odio hacia lo que no sea Islam.
Los hechos denuncian sus intenciones, el 11 S y el 11 M, son ejemplos claros que se han repetido en otros lugares. La invasión de Irak, en lugar de una solución fue caldo de cultivo para empeorar la situación, y los atentados de suceden todos los días, los atentados suicidas, se dan en cualquier parte del mundo donde tengan presencia los fanáticos seguidores del Profeta.
No hay lugar en el planeta que se libre, ni las llamadas grandes potencias, lugares donde la mano dura todavía sobrevive, también padecen su intransigencia, un ejemplo evidente es Rusia, y para que citar Pakistán, refugio de los de Al Qaeda.
El movimiento se esta extendiendo como un reguero de pólvora por los países árabes, con la escusa de librarse de los dictadores que los gobernaban. Pero lo que se hace con el maquillaje de la libertad, terminará con una ”democracia” a la Iraní y si eso es democracia que vega Ala y lo vea.
Ya veremos como termina la revolución que se empezó en Túnez, se prolongó a Argel, ya está en Egipto y amenaza a Abdallah y Mohamed. ¿Caeran Jordania y Marruecos?.
Que malo si nos quedamos como frontera de esas siniestras y belicosas ideas.
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