Dicen Que los pueblos tienen los gobernantes que se merecen. Ese dicho porque tampoco alcanza la categoría de “refrán”, tiene que ser necesariamente producto de una menta calenturienta, ¿y cuales son las más de lo más…?: ¡La de los políticos!. Así que sin recurriri a la Real Academia de la Lengua, se llega por eliminación, a que uno de los “chupadores de piragua” y de forma partidista es el inventor de la frase.
Queda muy claro que hay intención en ella, e inclusive una justificación fatalista. Es como responsabilizar a los demás, está claro que a los electores. Se les “califica” por su poca “vista” a la hora de escoger, con el resultado de “catastroff o gran catastroff”, según la cantidad de despropósitos que hagan los ya con todo el derecho llamados ”padres de la patria”.
Todo esto queda “muy fino” así contado. Pero con unos resultados, que en ocasiones pueden poner los pelos de punta a los elefantes que son los que más duros los tienen. Nuestros políticos, a los que tenemos que alimentar para que vivan como príncipes sin cápelo; aciertan en sus decisiones una vez de cada cuatro millones, y el resto ya saben escremento mental de caballo, burro o macho, a elegir, nacido en sus neuronas, pasado por la batidora de su “coco” y convertido; como diría Cojuelo: “en una enorme cagada”.
Todos los días, nos despertamos en éste país, con una nueva “genialidad” de la “clase” política, rara vez consensuada con el resto de la “casta”. Por tanto el personal recibe un sofocón doble, el que le corresponde por la “barbaridad” de la clase, que será mayor o menor, según sus simpatías con ella; al que añadirá posteriormente el del desacuerdo total, si es que encima usted es de los de otra “corriente”.
Mi vecino Rafael, que reconoce le ha bajado el trabajo en las obras de interiorismo, sector en el que se gana el pan, desde hace mas de 40 años, asegura que está en menos de la mitad, en una temporada normal, nada de recordar la de las vacas gordas.
Madrugador por costumbre, nos solemos cruzar, cuando yo salgo a pasear y el regresa con su diario bajo del brazo y carita de haberse tomado un aguardiente, en el bar de la esquina. Siempre el mismo saludo.
-¿Qué Rafa, todo bien…?
-Lo mismo que ayer. Solo que hoy escrito más negro….
Estamos residiendo en la familiarmente llamada “tierra de María Santísima”, luego no cabe aplicarle el beneficio o la dispensa de la duda, de ambas maneras se contempla en el codigo penal, según sea de origen sajón o provenga del derecho romano.
En alguna otra ocasión se ha escrito, porque demostrado está hasta aburrir; que en el país de Santiago el Mayor, la sociedad está simbióticamente unida a la iglesia tradicional que todo el mundo sabe es la Católica y por lo tanto las procesiones han marcado una parte importante del quehacer tradicional y cultural. En los acontecimientos religiosos preside un hombre de Dios, dicho en idioma de coloquial: “un cura” (de los de negro, morao o rojo, es lo de menos; como también lo es que vaya descubierto, con teja, bonete, mitra o boina) y los fieles lo siguen. Son 21 Siglos de unión total pueblo-clero, o viceversa. Resaltemos la verdad, durante todo ése tiempo el pueblo a estado con los curas; unas veces delante de ellos con un cirio; otras detrás con un garrote; pero demostrado ¡siempre en amable compañía!.
Bueno pues los que mandan , en el ataque de ateismo colectivo que les ha entrado, de puertas para fuera; porque de puertas para dentro es harina de otro costal. Es público y notorio que nuestras primeras autoridades las que reniegan de sus “supuestas” creencias, pierden el traserillo para en las fiestas de los pueblos ocupar el mejor sitio ante el altar mayor en las parroquias, y no faltan a ninguna procesión, eso si, acuden con la vara de mando, para dejar claro quien es quien, como si los paisanos no lo supieran.
La religiosidad en éste país es muy singular y guarda poco parecido con la de otros lares.
En el país, que los que mandan repiten como laico, los acontecimientos festivos de cada rincón del tienen que ver con las fiestas patronales, todas ellas unidas al santoral (los Sanntos Patronos: un Santo, o un Cristo; y una Santa o una Virgen), añádanles las romerías, los Santos de las barriadas y la Semana Santa, sin olvidar las Navidades y los Reyes Magos.
Todos están listos, los de la “casta” me refiero, aparecen en primera línea y con la mano tendida haber si les cae algún caramelito: en Navidad, ser Rey Mago; en Semana Santa pregonero, y así, etc.
De la catolicidad real de éste país, nadie discute y volvamos a las cifras oficiales: 45 millones de ciudadanos, de los que 33 millones son católicos confesos; 7 cristianos de otras confesiones, hay que hacer mención por la importancia que han adquirido últimamente por los movimientos migratorios, los ortodoxos, de todas sus variantes, y los coptos; algún armenio también está viviendo aquí, especialmente los oriundos de libano que son muchos; en total 40 millones. Los que mandan dicen que hay más de 3 millones de islamistas; agnósticos y ateos, no alcanzan el millón y medio. ¿Son representativos y por lo tanto con derecho a imponerse a los demás?.
Se trata de una minoría que no debería contar, a la hora de las grandes decisiones. ¡Pues no señor. El criterio de esa ínfima minoría es la que manda en España!.
Los Ministro de Exteriores de los países de la C.E, reunidos en Bruselas han firmado un manifiesto de protesta contra la “corriente xenofóbica en contra del cristianismo que se está extendiendo, cada día más”.
¿Saben ustedes cal es el único país del bodrio ese de la Europa de los pueblos que se ha negado a firmarlo: ¡acertó de pleno!, Doña Trinidad Jiménez, la Ministra preferida por el Señor Rodríguez (con nuevo alias: “el pintor”, porque se agarra a una brocha y no la suelta, por si le quitan la escalera).
¿Qué se ha quedado usted, que le pinchan y no le sacan sangre?. Pues es desgraciadamente cierto. Le aconsejo que no piense en la de muertos y millones que lleva gastados y perdidos éste país, cuando fue grande en defensa de lo que ahora niegan los que viven como dioses en la Moncloa y a costa de los paisanos.
¿Qué para que San Francisco Javier, su homologo el de Borja, Fray Bartolomé de las Casas, etc, sin olvidar a los “malditos”: Torquemada y San Juan de Rivera………….?. Eso mismo pregunto yo, ¿ para que tanto derroche, por unas creencias que en el siglo XXI, resulta que no han servido para nada?.
¿En que queda la famosa frase que está en los libros de historia y que define a ésta Nación como: “LA CATÓLICA ESPAÑA”·
Claro que como el primero en pronunciarla fue un Papa español y encima de la familia de los Borja, aunque luego la han repetido varios titulares del Vaticano, el último el Beato Juan Pablo II, hay que echar tierra encima y borrarla.
¡¡Vaya perla la Jiménez!! . Cada día está mas claro que esa Señora solo sirve para perder, hasta en las canicas. El Ministerio le viene, no grande, sino grandísimo. Lleva tres días en el cargo y ya ha hecho bueno a Moratinos, que era más bien flojito, tirando a malo.
Y a los genios felicidades, para los dos: Tanto Rodríguez, como Rubalcaba, además del Guinness, tienen asegurada una suite, a caldera completa y de lujo, en el Infierno.
Queda muy claro que hay intención en ella, e inclusive una justificación fatalista. Es como responsabilizar a los demás, está claro que a los electores. Se les “califica” por su poca “vista” a la hora de escoger, con el resultado de “catastroff o gran catastroff”, según la cantidad de despropósitos que hagan los ya con todo el derecho llamados ”padres de la patria”.
Todo esto queda “muy fino” así contado. Pero con unos resultados, que en ocasiones pueden poner los pelos de punta a los elefantes que son los que más duros los tienen. Nuestros políticos, a los que tenemos que alimentar para que vivan como príncipes sin cápelo; aciertan en sus decisiones una vez de cada cuatro millones, y el resto ya saben escremento mental de caballo, burro o macho, a elegir, nacido en sus neuronas, pasado por la batidora de su “coco” y convertido; como diría Cojuelo: “en una enorme cagada”.
Todos los días, nos despertamos en éste país, con una nueva “genialidad” de la “clase” política, rara vez consensuada con el resto de la “casta”. Por tanto el personal recibe un sofocón doble, el que le corresponde por la “barbaridad” de la clase, que será mayor o menor, según sus simpatías con ella; al que añadirá posteriormente el del desacuerdo total, si es que encima usted es de los de otra “corriente”.
Mi vecino Rafael, que reconoce le ha bajado el trabajo en las obras de interiorismo, sector en el que se gana el pan, desde hace mas de 40 años, asegura que está en menos de la mitad, en una temporada normal, nada de recordar la de las vacas gordas.
Madrugador por costumbre, nos solemos cruzar, cuando yo salgo a pasear y el regresa con su diario bajo del brazo y carita de haberse tomado un aguardiente, en el bar de la esquina. Siempre el mismo saludo.
-¿Qué Rafa, todo bien…?
-Lo mismo que ayer. Solo que hoy escrito más negro….
Estamos residiendo en la familiarmente llamada “tierra de María Santísima”, luego no cabe aplicarle el beneficio o la dispensa de la duda, de ambas maneras se contempla en el codigo penal, según sea de origen sajón o provenga del derecho romano.
En alguna otra ocasión se ha escrito, porque demostrado está hasta aburrir; que en el país de Santiago el Mayor, la sociedad está simbióticamente unida a la iglesia tradicional que todo el mundo sabe es la Católica y por lo tanto las procesiones han marcado una parte importante del quehacer tradicional y cultural. En los acontecimientos religiosos preside un hombre de Dios, dicho en idioma de coloquial: “un cura” (de los de negro, morao o rojo, es lo de menos; como también lo es que vaya descubierto, con teja, bonete, mitra o boina) y los fieles lo siguen. Son 21 Siglos de unión total pueblo-clero, o viceversa. Resaltemos la verdad, durante todo ése tiempo el pueblo a estado con los curas; unas veces delante de ellos con un cirio; otras detrás con un garrote; pero demostrado ¡siempre en amable compañía!.
Bueno pues los que mandan , en el ataque de ateismo colectivo que les ha entrado, de puertas para fuera; porque de puertas para dentro es harina de otro costal. Es público y notorio que nuestras primeras autoridades las que reniegan de sus “supuestas” creencias, pierden el traserillo para en las fiestas de los pueblos ocupar el mejor sitio ante el altar mayor en las parroquias, y no faltan a ninguna procesión, eso si, acuden con la vara de mando, para dejar claro quien es quien, como si los paisanos no lo supieran.
La religiosidad en éste país es muy singular y guarda poco parecido con la de otros lares.
En el país, que los que mandan repiten como laico, los acontecimientos festivos de cada rincón del tienen que ver con las fiestas patronales, todas ellas unidas al santoral (los Sanntos Patronos: un Santo, o un Cristo; y una Santa o una Virgen), añádanles las romerías, los Santos de las barriadas y la Semana Santa, sin olvidar las Navidades y los Reyes Magos.
Todos están listos, los de la “casta” me refiero, aparecen en primera línea y con la mano tendida haber si les cae algún caramelito: en Navidad, ser Rey Mago; en Semana Santa pregonero, y así, etc.
De la catolicidad real de éste país, nadie discute y volvamos a las cifras oficiales: 45 millones de ciudadanos, de los que 33 millones son católicos confesos; 7 cristianos de otras confesiones, hay que hacer mención por la importancia que han adquirido últimamente por los movimientos migratorios, los ortodoxos, de todas sus variantes, y los coptos; algún armenio también está viviendo aquí, especialmente los oriundos de libano que son muchos; en total 40 millones. Los que mandan dicen que hay más de 3 millones de islamistas; agnósticos y ateos, no alcanzan el millón y medio. ¿Son representativos y por lo tanto con derecho a imponerse a los demás?.
Se trata de una minoría que no debería contar, a la hora de las grandes decisiones. ¡Pues no señor. El criterio de esa ínfima minoría es la que manda en España!.
Los Ministro de Exteriores de los países de la C.E, reunidos en Bruselas han firmado un manifiesto de protesta contra la “corriente xenofóbica en contra del cristianismo que se está extendiendo, cada día más”.
¿Saben ustedes cal es el único país del bodrio ese de la Europa de los pueblos que se ha negado a firmarlo: ¡acertó de pleno!, Doña Trinidad Jiménez, la Ministra preferida por el Señor Rodríguez (con nuevo alias: “el pintor”, porque se agarra a una brocha y no la suelta, por si le quitan la escalera).
¿Qué se ha quedado usted, que le pinchan y no le sacan sangre?. Pues es desgraciadamente cierto. Le aconsejo que no piense en la de muertos y millones que lleva gastados y perdidos éste país, cuando fue grande en defensa de lo que ahora niegan los que viven como dioses en la Moncloa y a costa de los paisanos.
¿Qué para que San Francisco Javier, su homologo el de Borja, Fray Bartolomé de las Casas, etc, sin olvidar a los “malditos”: Torquemada y San Juan de Rivera………….?. Eso mismo pregunto yo, ¿ para que tanto derroche, por unas creencias que en el siglo XXI, resulta que no han servido para nada?.
¿En que queda la famosa frase que está en los libros de historia y que define a ésta Nación como: “LA CATÓLICA ESPAÑA”·
Claro que como el primero en pronunciarla fue un Papa español y encima de la familia de los Borja, aunque luego la han repetido varios titulares del Vaticano, el último el Beato Juan Pablo II, hay que echar tierra encima y borrarla.
¡¡Vaya perla la Jiménez!! . Cada día está mas claro que esa Señora solo sirve para perder, hasta en las canicas. El Ministerio le viene, no grande, sino grandísimo. Lleva tres días en el cargo y ya ha hecho bueno a Moratinos, que era más bien flojito, tirando a malo.
Y a los genios felicidades, para los dos: Tanto Rodríguez, como Rubalcaba, además del Guinness, tienen asegurada una suite, a caldera completa y de lujo, en el Infierno.
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