La comodidad de presenciar los hechos sin estar dentro de ellos, unas veces es beneficioso, da tranquilidad, no tienes que pensar en protegerte y permite estudiar los temas desapasionadamente.
Cuando por motivos de trabajo estás dentro de ellos, involuntariamente sientes simpatía por una de las partes, quizás los que te ayudan a efectuar tu misión informativa, o simplemente del lado en el que te ha tocado estar, lo que vulgarmente se dice: “la hierva te tapa el horizonte”.
La experiencia que siempre es un grado, y el haber estado metido en contra de mi voluntad en más de un “fregao”, demuestra que las cosas son como se cuentan.
Los sucesos, dolorosos y trágicos, que estamos viviendo en los países árabes: Túnez y Egipto, ha dirigido mi curiosisdad profesional ha escuchar atentamente los comentarios que sobre ellos se hacen en los distintos medios, sin pausa, leerme todas las columnas de opinión que he podido. Eso no quiere decir que no tenga formado mi propio criterio que ya he trascrito en días anteriores. El “repaso” va bien para cerciorarse que hay otros que están de acuerdo con la opinión del que escribe; y como debe ser, si no sería aburridisimo, voces discrepantes, especialmente de los que Llevados, por su deseo más que por su buena fe, creen que las protestas en los lugares mencionados, son para mejorar la situación del pueblo. No se han dado cuenta, o no han querido enterarse que quienes están detrás de todo ello, son los de siempre; los Hermanos Musulmanes por una parte versus los imanes mas radicales que desde Irán, ya han dado las ordenes que les conviene, para que se iranice la revuelta.
No recuerdo exactamente en que emisora de radio, ésta misma mañana he comprobado que varios compañeros ven las cosas de la misma manera que yo; solo se diferencian en las “formas” con que opinan, más cultistas y menos de “calle”, como las mías.
En una de ellas, insisto que he escuchado varias, he oído a un profesor de universidad que decía que las protestas en los países árabes, tienen una doble vertiente, la religiosa y la rebelión o enfrentamiento contra otro sistema de vida, el occidental.
En su argumentación decía que ya hubo un movimiento laicista dentro del mundo árabe que daba una mayor libertad al pueblo, la occidentalización, o el intento de modernización del Islam, lo llevaron a efecto personalidades tan contra puestas como Ataturk o el Sha de Persia; Faruk de Egipto y el Líbano de los años 50 y 60 del siglo anterior, y poco a poco esos países han caído, en el Integrismo Islamista.
Se decía que hoy el país por el que se puede circular con absoluta seguridad es Siria, donde los imanes, no salen de las mezquitas y la policía se ocupa de que no haya voces discrepantes. El régimen sirio es igual o parecido al que tenía por cabeza a Mubarak y estamos viendo lo que pasa en la plaza Tahrir del Cairo.
La radicalidad del integrismo, devuelve la sociedad islámica al siglo XIV, aquello que coloquialmente yo señalaba como:”de la burra y el costal de leña”.
Lo que a las feministas del siglo XXI, del laico occidente no comprenden es como las mujeres del mundo árabe, no se revelan en contra de la tiranía religiosa, que las trata peor que ha esclavas, como objetos. Solo hay una explicación que no convencerá a nadie pero que es la única posible y es que han estado tantos siglos sometidas, que cuando han tenido un poquito de “aire para respirar” no han sabido que hacer con él y han vuelto a caer en el sometimiento, el Yihad, el velo y el burka y todo lo que ello supone.
Da mucha pena volver a ver en la capital de Egipto, a mujeres vestidas y tapadas de la cabeza a los pies.
En fin que el profesor llevaba razón, situando a la nueva sociedad, la que surja de ésta revolución, como la del siglo XIV, que yo añado que con el peligro de disponer de armas del siglo XX.
Estaría bueno que se volviera a caer en otra época de cruzadas, seguida o precedida de otra invasión árabe ¿a quien le toca el papel de Tarik y de Don Rodrigo?.
Cuando por motivos de trabajo estás dentro de ellos, involuntariamente sientes simpatía por una de las partes, quizás los que te ayudan a efectuar tu misión informativa, o simplemente del lado en el que te ha tocado estar, lo que vulgarmente se dice: “la hierva te tapa el horizonte”.
La experiencia que siempre es un grado, y el haber estado metido en contra de mi voluntad en más de un “fregao”, demuestra que las cosas son como se cuentan.
Los sucesos, dolorosos y trágicos, que estamos viviendo en los países árabes: Túnez y Egipto, ha dirigido mi curiosisdad profesional ha escuchar atentamente los comentarios que sobre ellos se hacen en los distintos medios, sin pausa, leerme todas las columnas de opinión que he podido. Eso no quiere decir que no tenga formado mi propio criterio que ya he trascrito en días anteriores. El “repaso” va bien para cerciorarse que hay otros que están de acuerdo con la opinión del que escribe; y como debe ser, si no sería aburridisimo, voces discrepantes, especialmente de los que Llevados, por su deseo más que por su buena fe, creen que las protestas en los lugares mencionados, son para mejorar la situación del pueblo. No se han dado cuenta, o no han querido enterarse que quienes están detrás de todo ello, son los de siempre; los Hermanos Musulmanes por una parte versus los imanes mas radicales que desde Irán, ya han dado las ordenes que les conviene, para que se iranice la revuelta.
No recuerdo exactamente en que emisora de radio, ésta misma mañana he comprobado que varios compañeros ven las cosas de la misma manera que yo; solo se diferencian en las “formas” con que opinan, más cultistas y menos de “calle”, como las mías.
En una de ellas, insisto que he escuchado varias, he oído a un profesor de universidad que decía que las protestas en los países árabes, tienen una doble vertiente, la religiosa y la rebelión o enfrentamiento contra otro sistema de vida, el occidental.
En su argumentación decía que ya hubo un movimiento laicista dentro del mundo árabe que daba una mayor libertad al pueblo, la occidentalización, o el intento de modernización del Islam, lo llevaron a efecto personalidades tan contra puestas como Ataturk o el Sha de Persia; Faruk de Egipto y el Líbano de los años 50 y 60 del siglo anterior, y poco a poco esos países han caído, en el Integrismo Islamista.
Se decía que hoy el país por el que se puede circular con absoluta seguridad es Siria, donde los imanes, no salen de las mezquitas y la policía se ocupa de que no haya voces discrepantes. El régimen sirio es igual o parecido al que tenía por cabeza a Mubarak y estamos viendo lo que pasa en la plaza Tahrir del Cairo.
La radicalidad del integrismo, devuelve la sociedad islámica al siglo XIV, aquello que coloquialmente yo señalaba como:”de la burra y el costal de leña”.
Lo que a las feministas del siglo XXI, del laico occidente no comprenden es como las mujeres del mundo árabe, no se revelan en contra de la tiranía religiosa, que las trata peor que ha esclavas, como objetos. Solo hay una explicación que no convencerá a nadie pero que es la única posible y es que han estado tantos siglos sometidas, que cuando han tenido un poquito de “aire para respirar” no han sabido que hacer con él y han vuelto a caer en el sometimiento, el Yihad, el velo y el burka y todo lo que ello supone.
Da mucha pena volver a ver en la capital de Egipto, a mujeres vestidas y tapadas de la cabeza a los pies.
En fin que el profesor llevaba razón, situando a la nueva sociedad, la que surja de ésta revolución, como la del siglo XIV, que yo añado que con el peligro de disponer de armas del siglo XX.
Estaría bueno que se volviera a caer en otra época de cruzadas, seguida o precedida de otra invasión árabe ¿a quien le toca el papel de Tarik y de Don Rodrigo?.
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