Estamos ante uno de los escándalos más grandes de los que producen alarma social.
El titular descalifica de facto a la cabeza del Ministerio, es decir al propio gobierno.
¿Cómo es posible que un Ministerio, cuya existencia es la ciencia, actúe en su contra?. Eso no le pasa a nadie por la cabeza y por supuesto resulta increíble para cualquiera. Pues no, ésto sucede en éste país, por muy duro que sea.
La cosa no termina ahí, además los burócratas cuestionan la profesionalidad de uno de los genios de la medicina actual y se permiten alertar a los posibles enfermos en contra del científico y su equipo.
El profesor Mariano Barbacid, una de las cabezas mejor amuebladas en el mundo de la lucha contra el cáncer, ha mostrado su preocupación porque desde el Ministerio, se oponen a que la fundación pública de la que es director: El Instituto Oncológico Nacional, pueda recibir financiación de Empresas civiles, argumentando una ley que está obsoleta y sobre todo va contra los avances científicos en contra de la terrible enfermedad.
Alguien en el Ministerio, sin especificar quien, ha dicho que no es prudente que se creen expectativas positivas, sobre la curación de los tumores.
Es decir, la “piraña” burocrática, se permite opinar sobre las facultades y la profesionalidad del equipo del científico, que dicho sea de paso, está calificado por la medicina internacional, entre los cinco mejores del mundo.
Barbacid, consiguió dar un paso mas en contra de los tumores cancerigenos pulmonares y para desarrollar el estudio sobre un fármaco, que pudiera ir en contra del mencionado cáncer, necesita la seguridad económica del proceso del estudio que se calcula en principio de cinco o seis años.
Gracias a su prestigio, consiguió interesar en el mencionado estudio a dos empresas que estaban dispuestas a apoyarlo con 10.000.000 de euros, con lo que se cubría el tiempo que desde el Instituto de Oncología entienden como necesario para el trabajo.
Como ven la cerrazón burocrática en lugar de facilitar la labor, se opone colocando piedras en el camino de algo que va en beneficio de la humanidad.
Lo más curioso es que el Profesor, no pide un céntimo al erario público, al contrario, se lo ofrece de la Empresa privada. Y son los que tienen la obligación de apoyar el desarrollo científico, los que no quieren que vaya hacia adelante. Quienes entorpecen la gestión.
¿Ustedes lo entienden?.........¡Eso no lo comprende ninguna cabeza ligeramente capacitada!.
¿Y Zapatero……?........¡De mitin!. Y ha cambiar descalificaciones en el Congreso, con Rajoy. Al final, están a la de ellos; al contribuyente que lo “zurzan”. Luego dirán cuando los científicos españoles se vayan fuera, que son insolidarios. Es una prueba más del porqué nuestros cerebros emigran.
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