Estaba brujuleando por Internet, cundo llamo mi atención una nota que una mujer, que debe ser joven, mandaba a otra que me consta que lo es y que además es una persona inquieta que trasmite energía a los demás que le ven cada día sus opiniones muchas personas.
La desconocida comunicante se lamentaba de su actual situación en el paro y le contaba a su amiga que cuando trabajaba era feliz, y se reía y decía chascarrillos con los compañeros; que absurdamente se quejaba de lo ocupada que estaba. Ahora, en el paro más de un año, haciendo senda al INEM, y aguardando horas en la cola, para pasar la preceptiva revisión del paro, porque la dependencia del Ministerio de Trabajo, no sirve para otra cosa; ha perdido el humor. Esta triste y teme poder caer en una depresión, como consecuencia de la angustia que le provoca no encontrar empleo y el ir de puerta en puerta repartiendo cientos de curriculums que tampoco sirven para nada. Ya no tiene compañeros a los que gastar y recibir bromas, le falta gente con la que comunicarse y manifestar su queja por exceso de trabajo, sin él le sobra el tiempo. Era el fiel reflejo de esos más del 40% de jóvenes de la supuesta población activa que no encuentran un puesto en el que trabajar.
Lo que pasa es que lamentándose no se solucionan los problemas, llegar a fin de mes es hoy en éste país una autentica aventura, para los jóvenes a los que se tienen que sumar el mas del millón de personas también en paro, mayores de 45 años y que no tienen ninguna expectativa ni posibilidad de recuperar su puesto de trabajo. Son, con mucha suerte los cautivos de la limosna en forma de subvención que hasta ahora distribuye el poder.
Hace años se hablaba del grupo de mayores de 55 a los que por “viejos” ya nadie quería contratar. En Estados Unidos, lo raro es encontrar a un ejecutivo que tenga menos de esa edad y con los altibajos que queramos, a pesar de los bonos basura, etc, es el país número uno del mundo y el ejemplo en el que se miran las restantes economías mundiales; se dice, y se dice bien, que cuando Estado Unidos, estornuda, el resto del mundo padece la gripe. Ya ven en poquísimo tiempo, la edad caótica se ha bajado en diez años. Mañana nos terminaran de rematar oficialmente el dato que ya se sabe. Magnifico Señor Corbacho, las generaciones venideras le conocerán por ser el Ministro que bajo su mandato se alcanzó la cifra fatídica del 20% de población activa parada que sobrepasa la “bonita” cantidad de los dos millones seiscientas mil personas, todo un record para anotar en su “haber” como ejecutivo, difícil de superar y la mala noticia no se para ahí, se continuará con el goteo posiblemente hasta mediados del año próximo. El Señor Rodríguez Zapatero, el rey de los optimistas, lamentablemente su jefe, decía en el Senado, que esperaba que se produjera un pequeño repunte en la contratación.
Solo faltaba que tampoco funcionara el Turismo, que puede dar algunos puestos de trabajo más, y el que compensa un poco la angustia de los sin trabajo, el que tiene suerte de conseguirlo, claro. Para muchos la última esperanza es el verano.
Por lo menos el Jefe del ejecutivo ¿español?, o de cómo se llame esto ahora, no mostraba ayer la actitud chulesca que le ha caracterizado durante sus lamentables seis años de gestión, algo hemos conseguido, aunque para que D José Luis, se entere que es de éste mundo, el país que teóricamente gobierna haya perdido tres puestos, en el ranking de los países de mayor desarrollo del mundo y esté en la lista de los “del borde del precipicio”, en la debacle económica, inmediatamente después de Gracia y Portugal. Y vigiladísimo por la dueña del motor de Europa, Dª Ángela que ha advertido que no piensa pasar ni un desliz más.
Pésima cosecha para un mal gestor.
Entiendo la preocupación de mi amiga María Estevez que desde Argentina, me contaba la preocupación que sentía por su hijo al que tiene haciendo un curso de capacitación superior aquí y que está convencida de que no encontrara trabajo cuando lo termine.
En la misma situación que María, se encuentran un buen número de padres que con mas o menos esfuerzo, están costeando sus estudios superiores a los hijos, o el master de turno, con la esperanza de que al finalizar, saliesen de las facultades colocados, como sucedía antes. En mi propia familia estamos padeciendo el mal.
Una de mis sobrinas finalizó hace ya dos años, el fatídico 2.007, brillantemente la carrera de Ciencias de la Información, en la modalidad de Publicidad (la rama de periodismo se la quite de la cabeza, yo). En vista que no le sale nada, en donde emplearse se ha decidido por preparar oposiciones a funcionario. El recurso final de los titulados superiores en paro. Y menos mal que todavía les queda ese.
Terminar detrás de una ventanilla, con la mejor de las sonrisas aunque te repatee el hígado, la solución de emergencia. Y…¿para esto me he pasado la tira de años estudiando y gastando el dinero de los padre?, se pregunta muchos de ellos. Pero para ponérselo “fácil” la anécdota.
Mi hijo el mayor, me contaba que para una plaza de operador de sonido, en una de las televisiones se habían presentado 3.000 aspirantes para menos de 20 plazas, si no recuerdo mal; y añadía, “de esos mas de un centenar, saben tanto como yo”. ¿Qué puedo hacer siendo parte del tribunal…?. Mi respuesta fue fatalista, faltando a todos mis principios: “Mal te lo han puesto. Procura ser justo, lo más que puedas”.
Quizás para sacar al personal de la apatía, otro “que tal baila”, el presidente de Brasil Lula, recomienda a sus paisanos que “hagan mucho el amor” , por que les asegura que es hasta bueno para combatir la hipertensión.
Es una idea que debería recoger ZP, y recomendarla al personal, ya que los españoles lo tienen difícil para comer, que “follen” (con perdón) que entretiene muchísimo, gasta energía, con lo que rebaja “la mala leche” y evita pensar.
La frase de: “haz el amor y no la guerra” que se hizo familiar después del Mayo del 68; se cambia por: “folla mucho y no comas que es un mal vicio”, es la versión que corresponde al 10 del siglo siguiente.
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