Supongo que han identificado la frase, es antigua y definió una nueva manera de competir. Tiene más de 100 años y la lanzó, el fundador de los juegos Olímpicos modernos, el Barón de Cubertaine.
Con ese lema, se intenta entrar en las diferentes disciplinas deportivas y participar. Al final de una competición lo que queda es haber formado parte de ella, puesto que campeón solo puede haber uno, al que corresponderá el pase a la gloria del Torneo.
Los que hemos sido deportistas, vocacionales y profesionales, solemos aplicar la máxima a otros campos de la vida.
Con la practica, se intenta evitar la envidia, in sana; el odio al contrario; el no saber perder; la violencia y un sin fin de pecados que solo el animal bípedo es capaz de llevar a la practica.
En uno de los deportes en los que el roce es mayor y se multiplican las faltas, incluyendo las de urbanidad, que son las primeras de la educación y por tanto de la convivencia, es en el llamado deporte rey; llegado el día presente y transformado por arte del “dinero” en espectáculo, con lo que ha perdido un porcentaje muy alto de su principio como deporte, lo ha recuperado por el lado del espectáculo. El público asistente a los partidos, es además de hincha, espectador pagano de un espectáculo, y perdonen que lo repita reiteradamente, caro. Por lo que está en su perfecto derecho a exigir, más y más. Para justificarlo es suficiente aplicar la regla de: “la calidad – precio”.
El balónpie, como se llamo al principio de su implantación en nuestro país y recordemos una vez mas que fue en Huelva, donde los ingleses que explotaban por contrato, las minas de Río Tinto, importaron el incipiente juego y sus partidos tenían dos escenarios diferentes: la explanada del muelle, justo frente al puente de hierro del cargadero del mineral, que todavía existe, y en un campo en el poblado minero, junto a las casas de los técnicos ingleses que dirigían los trabajos mineros.
Se propagó rápidamente a otros lugares de la geografía de la piel de toro, en el norte donde empezaron a sonar nombres como El Arenas de Getxo, o el Real Unión de Irun, hoy en segunda división, por citar a dos de los históricos, con el paso de los años venidos a menos, como por ejemplo EL Alcoyano, ya recuerdan el que ha pasado a la posteridad por su “moral”.
Poco a poco, se aclaro el mapa futbolístico y en el cedazo quedaron los que todos conocemos como grandes: Real Madrid, Barcelona, Valencia, Atlético de Madrid, Atletic de Bilbao, y otra lista de equipos que compiten con ellos normalmente: Real Betis Balónpie; Sevilla FC, Real Club Deportivo Español, Real Club Deportivo de la Coruña, a los que se tienen que sumar los equipos sorpresa y los ascensores.
La pugna entre algunos de ellos es enorme, en ocasiones, y por periodos, a veces “se pasa” de lo puramente deportivo y llega a valores no deseables en otras escalas de la convivencia.
Últimamente y por diferentes causas, en las que las políticas, no son ajenas, la máxima rivalidad se centra, entre el Barcelona, que para los catalanes y según su propia definición: “es mas que un Club de Fútbol” y el Real Madrid, denominado durante la “oprobiosa”: “el equipo del gobierno” y hoy identificado con los intereses “centralistas”.
Los Madrid- Barcelona, son algo más que un derby, saltan chispas. Quienes se declaran seguidores de unos u otros, desean todo lo peor al contrario, cosa que manifiestan públicamente sin ningún recato y menos pudor, aunque su rival esté jugando una competición diferente y teniendo enfrente a un equipo extranjero.
¿Dónde está el fair play?. No existe, en el corazón, ni en las “entendederas” de los ultras.
Por eso, me han llamado la atención, los comentarios que sus Presidentes han hecho, con motivo de la entrega de la Copa Champions, por parte del último equipo ganador, el Barcelona, a la Ciudad que organizará la próxima final, en éste caso Madrid, en el Estadio Santiago Bernabeu, propiedad de su antagonista “Maximus”.
Tanto Joan Laporta, como Florentino Pérez, han estado a la altura que cabría exigir a los máximos representantes de los equipos y clubes, más conocidos en el mundo entero.
Florentino, ha manifestado que si el Barcelona, es el que disputa la final: “Haré todo lo posible para que se sienta como en su casa”. Son las palabras de alguien que es educado y que además en cumplimiento de una promesa de “señor”, no dudo que llevara a efecto.
Por su lado, Laporta, supo agradecer el juego limpio del Real Madrid, y manifestó:”Quiero agradecer a la maravillosa Ciudad de Madrid, como se está por tanto”, mas adelante dijo: “jugar la final en el Bernabeu, constituye un reto”. En ésta ocasión, el futuro político, dejo paso al caballero deportista.
Un aplauso, como simple aficionado y amante del fútbol, a ambos, porque se han hecho merecedores al reconocimeinto general. Lo que sería ya para lanzar gritos de alegría, que las dos aficiones en esa supuesta final, demostraran su caballerosidad y fair play, sin incidentes.
Ésta página, nació para dar respuesta a una serie de buenos amigos que aseguran que se lo pasan bien con las cosas que escribo. Del “cuadrito” no hablo, aunque no desentonaría, entre lo que sale hoy; con toda modestia ¡garantizado!. Los nuevos, no me han enseñado nada.
Dije en su momento que no sabía si su interés estaba basado en el deseo, o en la caridad. A todos gusta que nos alaben, y a las seguidores de los productores de aucas, continuadores de los trovadores medievales y remontándonos antes a los mala milk de los bufones, muchísimo más. Si quiere que un comunicador le guarde eterna simpatía, cuando se lo cruce, dígale: “muy bueno lo tuyo”, se pondrá mas “lindo” que un pavo real en plena exhibición. Usted posiblemente no sepa el porqué; él, a lo peor tampoco, pero en su fuero interno ha sentido un “gustirrinin” muy especial. Ese día se sentirá el dueño del corral (la redacción).
Dije en su momento que no sabía si su interés estaba basado en el deseo, o en la caridad. A todos gusta que nos alaben, y a las seguidores de los productores de aucas, continuadores de los trovadores medievales y remontándonos antes a los mala milk de los bufones, muchísimo más. Si quiere que un comunicador le guarde eterna simpatía, cuando se lo cruce, dígale: “muy bueno lo tuyo”, se pondrá mas “lindo” que un pavo real en plena exhibición. Usted posiblemente no sepa el porqué; él, a lo peor tampoco, pero en su fuero interno ha sentido un “gustirrinin” muy especial. Ese día se sentirá el dueño del corral (la redacción).
La segunda causa, es la caridad. Quizás pensaron:”vamos a darle un poco de jabón a éste que ya está mayor”. Tratándose de compañeros de estudios, de oficio y artistas, es más que probable. Tan lejos como que ésta misma mañana, me lo recordaba, con rin, tin,tin, Teresa, de mi Editorial.
Mi sorpresa ha sido descubrir que son más de los que pensaba. “El contador, no engaña”. Y que antiguos amigos de otros países, se han acordado del compañero Toni, e inclusive, muchos nuevos profesionales han sentido curiosidad, por ver como lo hacían (dicho con toda humildad), las vacas sagradas del periodismo del siglo pasado.
Mi sorpresa ha sido descubrir que son más de los que pensaba. “El contador, no engaña”. Y que antiguos amigos de otros países, se han acordado del compañero Toni, e inclusive, muchos nuevos profesionales han sentido curiosidad, por ver como lo hacían (dicho con toda humildad), las vacas sagradas del periodismo del siglo pasado.
La verdad es que con mis articulitos de vez en cuando iba matando la afición. Ahora me debo preocupar con que el Blog, tenga vida. Así que entre la página y escribir libros, ¡estoy ocupadísimo!.
Para que la página sea mas viva y resulte mucho más apetecible para el lector, les incluiré trabajos de otros compañeros que hablan y trabajan en nuestro idioma desde diferentes partes del mundo. Me gustaría que el blog fuera un pequeño referente para dejar claro que somos más de 400 millones de castellano parlantes.
A unos, a otros y a los de más allá, muchas gracias. Confío en no defraudaros.
A unos, a otros y a los de más allá, muchas gracias. Confío en no defraudaros.
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