¡Qué no empiezo, con las risas!. El tema va muy en serio y tiene que ser debido al contagio, no cabe otra explicación.
Los metereologos, a los que por necesidad hay que “echar cuenta” (en andaluuu), han pronosticado una primavera humeda.¿Eso es bueno, o es malo?. Visto bajo el punto de vista de una parte de la agricultura, la del secano puro y duro, es buena; para otros sectores, solo regular. Aquellos que coge en plena campaña de recolección, el agua no les hace mucha gracia, y la coincidencia con productos importantes para el comercio tanto interior como exterior, están en plena campaña: los freseros, muy castigados éste año por el invierno frío y lluvioso y por la campaña de desprestigio que han montado los franceses.
Hay que hacer un inciso y recordar que nuestros vecinos, dicen que en defensa de su agricultura, periódicamente “nos montan un pollo”; se plantan en las carreteras, en lugares próximos a su frontera y se dedican a parar nuestros camiones con frutas y desparramarlas por la carretera. Hasta ahora su “especialidad” eran los cítricos, que por cierto, salvo algún naranjo en el jardín como planta ornamental, no tienen. Pero se conoce que tirar las naranjas españolas, era un entretenimiento. Se les terminó, el juego y llevaban cierto tiempo tranquilitos.
Éste año, han comenzado otra vez con meterse con la agricultura española y han organizado una campaña en los medios de comunicación, en contra del sector fresero español, como se sabe el segundo del mundo en importancia y por supuesto sin ningún contenido que lo sustente. Les ha dado por ahí, y ya está.
El daño, en términos de la exportación. A pesar de las quejas de los interesados, que están en su derecho, no ha sido excesivo, pero malo es: “el difama que algo queda”.
Lo peor estaba dentro, ya se ha mencionado el raro invierno pasado que si que ha dejado su huella en los campos y sobre todo en los bolsillos de los agricultores. Se habló, en su día de la mano de obra, en la campaña actual se cuenta con toda la peonada española y al decir española, se incluye a los extranjeros, sean segundos españoles o inmigrantes, sin regularizar como hispanos, pero que al ser residentes se les considera como tales a la hora de contratarlos para la recolección.
Ya van viendo que nada, en la campaña productiva del 2.010, ha sido como en las anteriores, es totalmente novedosa, para lo bueno –dar trabajo a los de “casa”-, como para lo malo –“la cafrería” de los gavachos-.
Los labradores se pasan la vida mirando al cielo, el clima es para ellos fundamental, cualquier movimiento no previsto o fuera de lugar, puede echar por el suelo, el trabajo del año.
Recordemos que estamos en un país con clima mediterráneo, y de temperaturas benignas, media entre los 14 y 16 grados centígrados en invierno. Con dos Españas, la seca-interior-, la húmeda -periférica, pegada a la costa-; con dos cuencas marcadas y divididas por la meseta, etc, lo de hoy no es una lección de geografía. Pero si conviene hacer incapié en la climatología. Aquí no hay grandes llanuras, ni existen vientos turbulentos. Que estamos en el hemisferio norte y “pegaitos” al Mare Nostrum, donde cabe el chiste: Ni frío, ni calor. Cero grados. Y si lo es, es por lo contrario, por un estar envidiable que atrae a los nórdicos y a los que se ven en pleno invierno, por las calles o por los campos de golf, ellas, sin medias y mangas cortas y ellos, con zapatillas de verano calcetines y pantalón corto y sin chaleco; total que solo con mirarlos te entra frío.
Pues en el lugar de la bonanza climática, el tiempo nos hace un corte de mangas y monta “la gorda”. Un Tornado de 40 metros de diámetro que dura 15 minutos y que se lleva por delante, los plásticos de los invernaderos de 10 fincas agrícolas, con todo lo que encontró a su paso, incluyendo el arbolado. Y que hizo correr de lo lindo a los temporeros, como ellos mismos pasado el susto, contaban.
Pero si el “mal bicho” climático, lo colocamos en el lugar en el que se produjo, ya estoy viendo la carcajada de ustedes, pues fue en las proximidades de Lepe. La ciudad de los chistes y la capital con Cartaya del Oro rojo.
Como veo, su cara de incredulidad, repito el escenario: TORNADO DE CUARENTA METROS, 15 MINUTOS, EN LAS AFUERAS DE LEPE.
En éste país, ya no es serio ni el tiempo. ¿Cuándo se ha visto un Tornado en un clima mediterráneo?......¡Nunca, hasta ahora!. ¿Y en el entorno del paraíso de los chistes?.
Pero es que el juego del viento en espiral, el famoso Tornado, le ha debido tomar gusto a ésta parte del país, porque ayer, con menor intensidad repitió jugada en Palos, de donde salió Colón, para el descubrimiento.
Y que se recuerde, el 17 de Abril, no tiene nada que ver con la historia de los descubridores. Así que estaba fuera de lugar.
Los metereologos, a los que por necesidad hay que “echar cuenta” (en andaluuu), han pronosticado una primavera humeda.¿Eso es bueno, o es malo?. Visto bajo el punto de vista de una parte de la agricultura, la del secano puro y duro, es buena; para otros sectores, solo regular. Aquellos que coge en plena campaña de recolección, el agua no les hace mucha gracia, y la coincidencia con productos importantes para el comercio tanto interior como exterior, están en plena campaña: los freseros, muy castigados éste año por el invierno frío y lluvioso y por la campaña de desprestigio que han montado los franceses.
Hay que hacer un inciso y recordar que nuestros vecinos, dicen que en defensa de su agricultura, periódicamente “nos montan un pollo”; se plantan en las carreteras, en lugares próximos a su frontera y se dedican a parar nuestros camiones con frutas y desparramarlas por la carretera. Hasta ahora su “especialidad” eran los cítricos, que por cierto, salvo algún naranjo en el jardín como planta ornamental, no tienen. Pero se conoce que tirar las naranjas españolas, era un entretenimiento. Se les terminó, el juego y llevaban cierto tiempo tranquilitos.
Éste año, han comenzado otra vez con meterse con la agricultura española y han organizado una campaña en los medios de comunicación, en contra del sector fresero español, como se sabe el segundo del mundo en importancia y por supuesto sin ningún contenido que lo sustente. Les ha dado por ahí, y ya está.
El daño, en términos de la exportación. A pesar de las quejas de los interesados, que están en su derecho, no ha sido excesivo, pero malo es: “el difama que algo queda”.
Lo peor estaba dentro, ya se ha mencionado el raro invierno pasado que si que ha dejado su huella en los campos y sobre todo en los bolsillos de los agricultores. Se habló, en su día de la mano de obra, en la campaña actual se cuenta con toda la peonada española y al decir española, se incluye a los extranjeros, sean segundos españoles o inmigrantes, sin regularizar como hispanos, pero que al ser residentes se les considera como tales a la hora de contratarlos para la recolección.
Ya van viendo que nada, en la campaña productiva del 2.010, ha sido como en las anteriores, es totalmente novedosa, para lo bueno –dar trabajo a los de “casa”-, como para lo malo –“la cafrería” de los gavachos-.
Los labradores se pasan la vida mirando al cielo, el clima es para ellos fundamental, cualquier movimiento no previsto o fuera de lugar, puede echar por el suelo, el trabajo del año.
Recordemos que estamos en un país con clima mediterráneo, y de temperaturas benignas, media entre los 14 y 16 grados centígrados en invierno. Con dos Españas, la seca-interior-, la húmeda -periférica, pegada a la costa-; con dos cuencas marcadas y divididas por la meseta, etc, lo de hoy no es una lección de geografía. Pero si conviene hacer incapié en la climatología. Aquí no hay grandes llanuras, ni existen vientos turbulentos. Que estamos en el hemisferio norte y “pegaitos” al Mare Nostrum, donde cabe el chiste: Ni frío, ni calor. Cero grados. Y si lo es, es por lo contrario, por un estar envidiable que atrae a los nórdicos y a los que se ven en pleno invierno, por las calles o por los campos de golf, ellas, sin medias y mangas cortas y ellos, con zapatillas de verano calcetines y pantalón corto y sin chaleco; total que solo con mirarlos te entra frío.
Pues en el lugar de la bonanza climática, el tiempo nos hace un corte de mangas y monta “la gorda”. Un Tornado de 40 metros de diámetro que dura 15 minutos y que se lleva por delante, los plásticos de los invernaderos de 10 fincas agrícolas, con todo lo que encontró a su paso, incluyendo el arbolado. Y que hizo correr de lo lindo a los temporeros, como ellos mismos pasado el susto, contaban.
Pero si el “mal bicho” climático, lo colocamos en el lugar en el que se produjo, ya estoy viendo la carcajada de ustedes, pues fue en las proximidades de Lepe. La ciudad de los chistes y la capital con Cartaya del Oro rojo.
Como veo, su cara de incredulidad, repito el escenario: TORNADO DE CUARENTA METROS, 15 MINUTOS, EN LAS AFUERAS DE LEPE.
En éste país, ya no es serio ni el tiempo. ¿Cuándo se ha visto un Tornado en un clima mediterráneo?......¡Nunca, hasta ahora!. ¿Y en el entorno del paraíso de los chistes?.
Pero es que el juego del viento en espiral, el famoso Tornado, le ha debido tomar gusto a ésta parte del país, porque ayer, con menor intensidad repitió jugada en Palos, de donde salió Colón, para el descubrimiento.
Y que se recuerde, el 17 de Abril, no tiene nada que ver con la historia de los descubridores. Así que estaba fuera de lugar.
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