La cuestión es hacer ruido y por descontado que cobrar por hacerlo. Algunos habitantes de las Españas, no mueven un músculo si no es cobrando.
Unos dando saltos mortales con tal de ganar algo y otros a lo fácil y con la paga por delante.
Necesariamente tengo que volver a “la moda”, y les aseguro que me cansa más que a ustedes, tanta reiteración, tanto darle bombo al laicismo, me parece que aburre hasta los elefantes, que por grandes deben de tener más aguante que los demás mortales del reino animal, entre los que para algunas cosas, a los bípedos se les ve “el plumero”.
Les aseguro que procuro estar al día de los acontecimientos y me precio, desde antiguo (uno ya no es un chaval, como quisiera) de estar bien informado. Pues en éste caso confieso que no tenía ni idea que existían unos cuantos “listos” inscritos en una sociedad que se llama: El Observatorio de la Laicidad. Conozco un montón de observatorios cuya enumeración seria aburrida, pero uno dedicado al menester de “joder al creyente”, que podría ser su subtitulo, repito ni idea. Por ello hoy prescindiré de mi tocinito de cielo de postre, como castigo por mi imperdonable lapsus.
D. Antonio: ¿Cómo es posible que usted que es “largón” de profesión desde que el rey Pepe era cabo, desconozca a una entidad tan importante para el beneficio de la humanidad como el Observatorio del Laicidad?.
¡Espantoso, incomprensible, deleznable error, imperdonable!. Hare lo imposible para que no se repita. Y sobre todo teniendo presente las motivaciones que la rigen, la última de ellas hará reflexionar , no solo al gobierno de la cosa, sino también y en profundidad a los otros 17, mas dos.
Dicen los mencionados que : Deben denunciar la utilización del himno nacional en las procesiones. Y afirman que el gobierno debe prohibir (como ven muy democrático): Los himnos, las representaciones gubernamentales de todo tipo, los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado (los alguaciles con o sin trompetita, también se incluyen). Menos mal que permiten la asistencia de nazarenos. Las procesiones sin ellos quedarían un poco pobres ¿No?.
Para ello aducen que consideran “una vulneración del principio de neutralidad del Estado” y “ponen en evidencia una confusión entre el Estado y una creencia popular, en detrimento de otras convicciones”. ¡Bien “coño, bien. A la hoguera con los cristianos!. En el siglo II, los pretorianos no lo hacían mejor.
La cosa continua: “El Estado parece apostar y privilegiar una determinada opción religiosa, olvidando que es la organización política de la ciudadanía”. Los del periscopio, quise decir del Observatorio, rematan la jugada diciendo que:” de esa manera, rememora con esta situación épocas medievales y del nacional catolicismo (ahí es donde les duele. El del jaco, etc), donde la confusión y unión del Estado con la Iglesia privilegiaba el catolicismo por encima de cualquier otra opción personal”.
¡Che, presios!. No se pueden encontrar unas frases tan bien conjuntadas que respondan a una nacionalidad como la española con tantísimas precisión.
Vamos por partes. En ésta birria de país, no existen cristianos, por lo tanto está de más, el botafumeiro, al apostos Santiago, La Purísima Concepción, la Semana Santa, los cardenales y los obispos, esos son todos ciudadanos del Vaticano, pues a Roma.
Pero no se han dado cuenta que si lo consiguieran, que por su puesto les van a estar haciendo peinetas hasta sus nietos, se les terminaba el “chollo”. ¿Si no hay contra quien ir, de donde cobramos por el trabajo?..
Con ello queda claro que los del “coso ese de mirar”, son unos gilipollas de muchísimo cuidado ( y como aclaración digo: si ellos se permiten ir contra mis creencias, el mismo derecho me asiste, para tomarlos a broma y decir que son unos “presuntos” chorrones). Y por supuesto que incultos sin “presuntos”, porque el himno nacional es potestad y privilegio de todos los españoles y que se reserva para los actos solemnes y la entrada y salida de una imagen, en la que yo si creo, lo es. Por lo tanto su uso es correctísimo y ajustado a derecho.
Después, a las procesiones puede ir quien quiera, mientras se comporte con educación y decoro, de acuerdo con las tradiciones que rigen esas manifestaciones populares desde hace siglos. Y entre los “cualquiera” están todos, sin distingos y las fuerzas y cuerpos del seguridad, forman parte de ese “todos”. Pero además pueden hacerlo con más derecho, porque en muchas ocasiones, son cofrades, ellos y el ejército de algunas de las hermandades y por lo tanto como dueños del Cristo o la Virgen, hacen lo que les sale de ahí……
Así que a poner el catalejo en otra cosa y dejar en paz a la gente que va a las procesiones, como penitente, cofrade, acompañante, o mirón.
Si ustedes se meten con nuestras creencias comprendan que les paguemos con la misma moneda. Corte de manga en serie para los del Observatorio y asociados. Ya esta bien de tocar el pandero porque con el ruidito, me irrito.
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