GANA LA FE

No se que es lo que argumentaran, los negociantes y pregoneros del ateismo, después de presenciar el desarrollo de la Semana Santa.
Personalmente tenía curiosidad por verla. Pocos días antes los voceros del agnosticismo habían dado un perfecto recital, aprovechando para ello un programa de televisión en “prime time” y que me llevaron a escribir en defensa de la verdad y en contra del oportunismo interesado y además por el que se recibe una fuerte compensación económica.
Por destruir cobran, por construir se pagan impuestos. ¿Hay que ver como está el mundo en el 2.010?. No sé si da pena o asco, porque tampoco comprendo cuanta bonanza para con los seguidores o creyentes de unas religiones y el enfrentamiento con los de la que más seguidores o creyentes tiene en éste país. La que en un tiempo próximo pasado era la oficial del estado. ¿No será esa la causa por la que ahora la quieren quitar del mapa?.
Sería digno de un estudio sociológico, serio e imparcial, si es que hay alguien capaz de hacerlo, que también cabría la posibilidad de dudarlo.
En ese sentido he preguntado a varios intelectuales, o que ellos se creen que lo son y nadie ha sabido responderme, pero: ¿el desconocimiento de la materia es tan grande, o les da tanto miedo, o que se yo, que otra causa puede motivarlo, pero lo cierto es que ninguno de ellos, que suelen ser bastante parlanchines para justificar lo injustificable?; sobre esto, nada de nada. Boca cerradísima.
Lo que queda es que estamos en plena pandemia, antirreligiosa y que se pretende crear una sociedad laica, pero además carente de principios. Puestos a borrar, hay que erradicar todo lo que se pueda identificar con los mandamientos básicos que han regido a las generaciones precedentes, entre los que no pueden faltar los religiosos.
Los diez mandamientos de Moisés, que casualmente repiten el resto de religiones monoteístas, son el opio de los pueblos. Lo dijeron los comunistas y desaparecidos Lenin, Stalin y su obra política, los llamados “demócratas”, no tiene otra preocupación más que desprestigiar a Dios. ¿Ja, jai, que risa!. ¿Cómo si el intento fuera posible?. No es que deban recurrir a los textos de los religiosos, basta con que repasaen la historia para cerciorarse que los que lo intentaron fracasaron en su propósito, y no una vez, tantas cuantas probaron el envite.
Dios, creador de cielo y tierra y que da la razón a los científicos en la composición, por ejemplo, del organismo humano, que al final queda reducido a cenizas; les recuerda que está en la Biblia, el libro de los libros: “polvo eres y en polvo te convertirás”.
La Semana Santa ha venido y no se como ha sido. Que dirían con música.
Pero ha llegado como siempre con las mismas intenciones que hace años y con los mismos preceptos religiosos, culturales y tradicionales que todo se mezcla en la coctelera de los recuerdos de la Pasión de Cristo, por los hispanos.
También con los mismos condicionantes que es consustancial a los habitantes de ésta tierra, con dos formas de entenderla o interpretarla. Una, de Despeñaperros para arriba; otra, de Despeñaperros hacia abajo.
La primera de una seriedad y silencio sobrecogedores. Con unos sentimientos de culpabilidad que trascienden y se contagian hasta los que asisten a ella sencillamente de espectadores. El silencio en Valladolid, por ejemplo, se escucha y pone los cabellos de punta. Me contaba un castellano viejo que hay momentos en las procesiones que el silencio duele.
Otra, alegre de trasmisión directa de sentimientos que prenden en todos los que van a las procesiones, participando o simplemente de mirones, y que los mismos interesados son incapaces de definir sus sentimientos pero que les hace reír y llorar a la vez y cuya religiosidad en ambos casos se contagia.
Las saetas que son las maneras de orar, durante las procesiones tienen respuestas distintas, en el norte se contestan con más silencio. En el sur, se aplaude.
Me encuentro en Andalucía y por lo tanto me he empapado, de la segunda. Esos cofrades que llenos de amor por su Virgen la llaman la Vicky, a la de la Victoria, o la Espe, a la de la Esperanza. Es como para tenerla mas cerca en el corazón.
Y que esperan el paso de los cortejos, yendo de tasca en tasca, tomando una tapita y una copita.
La gente en la calle, llenando las plazas y los lugares por los que pasan las procesiones dan fé,de que lo religioso prevalece y no han conseguido borrarlo.
Lo que mas impresiona en las mareas humanas que van tras los tronos de los Cristos y la Vírgenes, son la cantidad de jóvenes de todas las edades, desde niños hasta mocitos traspasando el listón de la generación siguiente.
Ellos garantizan la continuidad. La fe, mueve montañas y todos los comentaristas seudo ateos juntos, no podrán con ella.
A la conclusión que se llega es una y en bien de la propia credibilidad de la condición humana, es que los que quieren destruir la fe de los cristianos, tienen totalmente pérdida la guerra. Esos muchachos que aguantas horas en las puertas de las iglesias para ver salir a sus imágenes, confirman la continuidad por muchísimos años. Pero que no les quepa duda a quienes los denigran, que a éstos les seguirán otros. Y así hasta el fin de los tiempos.
Los renegados plantearan la confrontación y recurrirán al descrédito buscando los argumentos mas pobres y ostentosos, los que resulten mas escandalosos ante la opinión pública, cometidos por humanos, porque desde el Papa, hasta el monaguillo de la iglesia mas chiquita de una aldea, todos son de la “especie humana”, pero contra el de Arriba, no tienen nada que hacer. Gana la Fe y de goleada.
¿Donde están ahora los de la ceja, y los políticos que se dicen ateos y que ponen “chinas” en los zapatos de la Confederación episcopal (que también de vez en cuando se lucen. Errare Humanum est.); y los tertulianos desprestigiadores de curas y monjas?.
¿A que no son capaces de decirles a los que concurren a los actos de la Semana Santa, que son millones, que todo es un cuento……. A los del silencio total, o a los que animan a los costaleros con olés “a la gente buena”. A los que se rompen las cervicales en cada “levanta” dedicada a los que sufren?.
¿Por qué a muchos de ellos, se les ve en los lugares públicos de las celebraciones religiosas?.
Me tengo que remitir a lo que escribí en una de mis novelas. ¿Mira que si por una de aquellas, Dios existe…?. Eso…… ¿justificaría alguno de sus actos……O éstos son, por si acaso?.