Bueno, lo dicho es cierto, lo que pasa es que el aviso (repetido hasta la saciedad), va ha llegar tres correos tarde.
Recuerdo que en una ocasión. Alguien le dijo al cartero que no había recibido la correspondencia puntualmente, a lo que el funcionario de la gorra en el cogote y el carterón de cuero, en el que cabía todo, le respondió: “las cartas que no llegan son las que no se escriben”. Hasta eso ha cambiado. El cartero no es esa persona entrañable que conocía a todo el mundo del barrio, por su nombre y apellidos y no solo eso, sino que también rectificaba las direcciones mal escritas, o era capaz de llevar a una carta a su destinatario, solo por el nombre o el mote. En el siglo XXI, ha cambiado la archifamosa cartera de cuero que colgaba de su hombro como una prolongación del omóplato y que pesaba más que un HP, en la conciencia, repleta de cartas, sobres cajas y que se yo de cosas, por un carrito con ruedas, amarillo (para que “cante” poquito), con el que parece que viene de la compra del super. Pero, a más y más (hay que estar al día) el funcionario no conoce ni “a su padre”; lo de los nombres y apellidos, cartas sin dirección y devoluciones sin remitente –reconocibles solo por la letra- es historia antigua, por lo menos del paleolítico inferior, y la sapiencia de los Neardentales.
Con ese planteamiento del mioceno ¿Qué quiere usted que pase?....Pues eso, lo escrito en el libro de la lógica. Ya se dijo en su momento y por ello, nadie puede ponerse medallas. Que la paliza as los sociatas sería de escándalo ( no del puticlus), lo contaban tomando el biberón los niños de teta. Así que “to er mundo a callar”, que en boca cerrada no entran moscas.
Con la resaca de las elecciones, el país se ha despertado como sacudido por una veintena de maremotos. Es decir como si el ángel exterminador, hubiese vuelto a la faena, pero en plan de huelga a la japonesa.
Las tertulias, todas “a pijo sacao” analizando lo que se sabía de ante mano. Algunos necesitan justificar lo injustificable. Todos sin excepción diciendo que las elecciones de Cataluña, son el principio del fin del Zapaterismo. Hay “quórum”.
Se lo habíamos dicho por activa y pasiva a D. José Luis, como él está por encima de lo divino y lo humano, no hizo caso y la “corna” ha sido de las buenas.
Los que entienden dicen que solo existe un camino para salir de la UCI política, hablarle claro al elector y decirle y cumplirlo que no se prente a la reelección.
A pesar de ello hay quien considera que no basta, hay que ir mas lejos y o presentar la dimisión, que estando acompañado por los “amigos” que está, se duda que fuera suficiente.
La mayoría piensa que solo serían viables o la dimisión o la convocatoria de elecciones anticipadas.
Ahí quedan las “purgas” de las elecciones, el pobre Montilla, solo ha sacado 28 escaños que sirven para poquito. Los del dinero, aguardan las decisiones de Artur Mas, para pronunciarse.
Pero el PSC, está muerto y enterrado.
Vivan los vivos.
Recuerdo que en una ocasión. Alguien le dijo al cartero que no había recibido la correspondencia puntualmente, a lo que el funcionario de la gorra en el cogote y el carterón de cuero, en el que cabía todo, le respondió: “las cartas que no llegan son las que no se escriben”. Hasta eso ha cambiado. El cartero no es esa persona entrañable que conocía a todo el mundo del barrio, por su nombre y apellidos y no solo eso, sino que también rectificaba las direcciones mal escritas, o era capaz de llevar a una carta a su destinatario, solo por el nombre o el mote. En el siglo XXI, ha cambiado la archifamosa cartera de cuero que colgaba de su hombro como una prolongación del omóplato y que pesaba más que un HP, en la conciencia, repleta de cartas, sobres cajas y que se yo de cosas, por un carrito con ruedas, amarillo (para que “cante” poquito), con el que parece que viene de la compra del super. Pero, a más y más (hay que estar al día) el funcionario no conoce ni “a su padre”; lo de los nombres y apellidos, cartas sin dirección y devoluciones sin remitente –reconocibles solo por la letra- es historia antigua, por lo menos del paleolítico inferior, y la sapiencia de los Neardentales.
Con ese planteamiento del mioceno ¿Qué quiere usted que pase?....Pues eso, lo escrito en el libro de la lógica. Ya se dijo en su momento y por ello, nadie puede ponerse medallas. Que la paliza as los sociatas sería de escándalo ( no del puticlus), lo contaban tomando el biberón los niños de teta. Así que “to er mundo a callar”, que en boca cerrada no entran moscas.
Con la resaca de las elecciones, el país se ha despertado como sacudido por una veintena de maremotos. Es decir como si el ángel exterminador, hubiese vuelto a la faena, pero en plan de huelga a la japonesa.
Las tertulias, todas “a pijo sacao” analizando lo que se sabía de ante mano. Algunos necesitan justificar lo injustificable. Todos sin excepción diciendo que las elecciones de Cataluña, son el principio del fin del Zapaterismo. Hay “quórum”.
Se lo habíamos dicho por activa y pasiva a D. José Luis, como él está por encima de lo divino y lo humano, no hizo caso y la “corna” ha sido de las buenas.
Los que entienden dicen que solo existe un camino para salir de la UCI política, hablarle claro al elector y decirle y cumplirlo que no se prente a la reelección.
A pesar de ello hay quien considera que no basta, hay que ir mas lejos y o presentar la dimisión, que estando acompañado por los “amigos” que está, se duda que fuera suficiente.
La mayoría piensa que solo serían viables o la dimisión o la convocatoria de elecciones anticipadas.
Ahí quedan las “purgas” de las elecciones, el pobre Montilla, solo ha sacado 28 escaños que sirven para poquito. Los del dinero, aguardan las decisiones de Artur Mas, para pronunciarse.
Pero el PSC, está muerto y enterrado.
Vivan los vivos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario