EL ESPECTACULO ESTABA EN EL PALCO, NO EN EL TERRENO DE JUEGO

Hubiese paga doble, por estar en el Madrigal, el día del partido Villarreal- Valencia. Y no por que me gusten los líos, sino por presenciar el espectáculo que dieron, Paco Roig y Manuel Llorente, en el palco del mencionado campo de fútbol.
No soy de los que más ha frecuentado esos sitiales, donde se dan cita los “importantes”, que como es lógico he tenido el privilegio y la oportunidad de ocupar en infinidad de ocasiones, lo que pasa es que como el hombre es una animal de costumbres, la mía siempre ha estado en mezclarme con mi gente, los “compis” y he preferido sentarme en los estadios en el palco de prensa. Pocas muy pocas veces he hecho la excepción, que también las ha habido, no quiero que nadie me pueda acusar de hipócrita, olvidadizo o creído. En contadas ocasiones he ocupado un lugar en esos palcos donde se ve fútbol, se fuman Davidoff o Coibas, se hacen negocios y se pone “a caldo” al que no está presente. Así que se de primera mano, lo que sucede antes, en el intermedio y después de los partidos.
En la presente ocasión, el tema era “guapo”, como si estuvieran en un combate de boxeo: en un ángulo del Rin, ocupando asientos de invitados Paco Roig, sus hijos y su hermano Juan, el de Mercadona, porque el otro hermano, Fernando, es el dueño del club anfitrión; en otro lugar del mismo palco, al otro lado del Rin, Manolo Llorente, Presidente actual del Valencia, acompañado por alguno de los “empleados” importantes del Club de la Avenida de Suecia.
Juntar aves de pelea, en una misma gallera resulta normalmente fatídico. Es como colocar los gallos en su terreno de lucha, previamente mojados de tequila. Mezclar al que fue el dueño absoluto de Valencia y Presidente, con el que él llevo al club, como empleado y hoy es el máximo responsable de la entidad, porque así lo quiera la actual dueña Bancaja, era una bomba de relojería.
Si Llorente lo sabía y asistió al encuentro, es un suicida y si se encontró con la familia Roig, al completo, era previsible, puesto que aunque circulen los rumores que quieran, en el sentido que “los Roig, están entre ellos a matarse”, es una de las mentiras mejor urdidas y que circulan periódicamente, de un lugar a otro; pero que están lejísimos de la verdad. En ocasiones llegue a pensar si el “bulo” partía de ellos mismos. Lo cierto es que si lo escuchara el patriarca, dolorosamente desaparecido, se mondaría de la risa. El “tío” Paco Roig, así le llamaba yo desde bien jovencito, supo inculcar en los tres chicos y la chica, que la familia era como las clásicas sicilianas una piña que no se podía romper por nada, y de esa manera se desenvuelven, en el mundo de los negocios y en el familiar.
En ese palco, había un “traidor” y la “familia”, no desaprovecharía la ocasión de hacérselo notar.
Total que se armó la “bronca”, ¿Quién creen que resultó el peor parado?......¡Estaba cantado que sería el Presidente a día de hoy del Club capitalino!.
Quien iniciara las hostilidades es poco importante y como siempre hay dos versiones, en las que las partes, pretenden salvar los “muebles”, según quien la cuente, son los buenos y los otros los villanos.
Creo reacordar que en alguna ocasión lo he mencionado que Paco y yo, somos amigos desde el colegios y además compañeros de curso. Juan y Fernando, también estudiaron en los jesuitas, solo que para su suerte son más jóvenes.
Digo eso porque los conozco muy bien a los tres especialmente a mi “compa”, con quien les aseguro que es imposible pelearse. Por muy enfadado que usted esté con él, tiene la gracia de darle la vuelta a “la tortilla” y el enfado termina siempre con risas. Pero también les garantizo que con su flema británica, es de los que es capaz de “guardarla” para devolverla 50 años más tarde.
Cuando el caballero Llorente, según cuentan le hizo “la faena”, no sabía con quien se la jugaba.
Así que si solo tuvo que escuchar, que le dijeran “del mal que se iba a morir”, por parte de los cachorros de la saga: hijo e hijastro de Paco, tuvo muchísima suerte.
¿A quien se le ocurre, meterse en la guarida del lobo, con los lobeznos dentro. O es que Manolo, no sabe que el Villarreal, es propiedad de uno de los Roig?. Por lo tanto es normal que los dueños y sus familiares vayan a los partidos de ¡su equipo!.
Me consta que Paco, se la tiene jurada a Manolo. El primero hizo del segundo, un desconocido, un hombre importante del deporte.
El segundo devolvió el favor al primero, traicionándole públicamente.
El que cría tormentas recoge tempestades.
Independientemente de los insultos, que los hubo seguro, Paco le preguntó a Manolo, algo que nos gustaría saber a los aficionados, seguidores, socios y pedipaseantes: ¿Cuánto cobras?. Y ya se sabe que “en tocando la pela”, las cosas se pueden poner muy mal.
El señor Llorente, al que ha pesar de los pesares le dieron los Roig otra oportunidad llevándolo a la dirección del Valencia Basket, del que eran propietarios bajo el nombre comercial de Pamesa, hoy el Power Electronics, dio el salto con la ayuda de Olivas, el político metido a banquero de Bancaja, al Valencia. Allí PP habemus.
Cuando escuchó lo del dinero, me cuentan que se puso “como una moto”, era lo que esperaban los cachorrillos, pero no se lo “comieron”, porque intervinieron otros asistentes al palco. Al final tuvo suerte.
Como estoy lejos….voy a repetir la pregunta; ¿en época de crisis, que ganas en el Valencia, Manolo?......¡Mil eurista seguro que no eres!.

Otra verguenza más, entre tantas no importa y hace bulto, sirve como justificante de lo injustificable, sobre todo en éstos tiempos en los que hay gente que pasa hambre.