Estamos Asistiendo a la “interpretación” de un concierto, malo, malo, malo.
Peor aceptado por los asistentes a la sala, que pagan y muy caro por sus asientos, peor que como los de su época recibieron las primeras audiciones de las Valkirias de Wagner, que fueron pateadas.
Con el teatro a rebosar (la asistencia es obligada), una orquesta mas mala que la peor conocida y con un director desastroso, evidente, no se pueden esperar grandes cosas. No hay conjunción entre los músicos, los instrumentos están desafinados y el director no sabe como hacer para que se ciñan a la partitura, que para mayor dificultad es desconocida. Con su afán protagonista y sin medir sus resultados a pretendido hacer que sus profesores interpreten una música novedosa, mitad compacta, mitad concreta y está muy claro que no les va.
Cada instrumento: Agricultura, pesca, educación, sanidad, seguridad social, industria y comercio, vivienda, cultura y deporte; suenan peor, para no decir de: justicia, economía, trabajo y seguridad ciudadana, que es catastrófico.
¿Cómo tiene que ser el futbol que forma parte de uno de los instrumentos?. Necesariamente tiene que estar a la “altura”. ¡Y lo está, vaya que si lo está!.
Recientemente les comentaba, lo de las dos ligas, en el campeonato, mal llamado de las estrellas. Y les hablaba del comportamiento del estamento arbitral, que no tiene una, ni dos, tiene múltiplex varas de medir para aplicar el reglamente del fútbol que los de negro aplican según los contendientes.
La aplicación del beneficio de la duda favoreciendo a los grandes, no es de ahora, que se nota muchísimo el favoritismo hacia el Barsa y después al Real. Eso es viejo, en el siglo pasado ya existía, solo que las prioridades variaban, primero el Real, luego el Barcelona, después nadie y a continuación el resto de equipos, según un escalafón no escrito pero que se notaba, y en la cola los llamados, entonces, equipos ascensores, a los que se juzgaba con la máxima severidad y el mayor cúmulo de errores arbitrales. Si no se lo creen repasen las estadísticas y comprobaran que es tal cual se lo “pinto”. Más de un disgusto, me he llevado por denunciarlo, en aquel momento en el que “pintaba” bastante mi opinión en el contexto del deporte.
En el régimen actual, de los del “pito” (de sonar, hacer ruido), el principal beneficiario de las dudas del árbitro, como he mencionado es el Barcelona, seguido del Madrid.
¿Qué quiere usted decir, con eso de la duda?. Sencillamente que los colegiados saben que si una jugada no está muy clara, hay que “pitar” a favor de los mencionados. ¿Oiga eso se presta a ser parcial?. Efectivamente, así es y lo son. ¿O es que usted no lo ve en cada partido?. Unas veces se nota más, otras menos, otras es escandaloso, pero como es cosa de los árbitros, no pasa nada. Cuando debería de pasar y mucho. Los ascensos y descensos tendrían que ser rigurosos y de acuerdo con la categoría del aspirante y sus actuaciones. No por lo bien o lo mal que les pite al Madrid y al Barcelona. Y la llamada actualmente nevera, aplicable a “todos”, no a unos cuantos, los que pintan menos y el resto de rositas. Actuaciones como las de Pérez Lasa, en el último Madrid- Valencia, son para el descenso de categoría y el cese durante lo que queda de temporada, a la nevera fría y bien fría. Pero no sucede nada, si hubieran sido sus decisiones partidistas, en el argot de los trencillas “errores”, al contrario. Ya lo habrían lapidado como quieren hacer con esa pobre mujer en Irán.
Si la cosa sería gorda que el Presidente-empleado del Valencia, ha dicho a los compañeros jóvenes que van a verle que piensa protestar ante los organismos que competan por la actuación del tal Pérez Lasa y el agravio comparativo sonrojante, con respecto a las sanciones de Albelda y Ramos. ¿Cómo si le fueran hacer caso?, que bien sabe él que no.
En el contesto del fútbol español del siglo XXI, el Valencia es un equipo del montón, sin ningún tipo de influencia, para los que mandan. No pinta “un pimiento” para la FIFA, menos para la UEFA y un “rabano” para la RFEF. O lo que es lo mismo, sus reclamaciones, se las pasa por la entrepierna, el ciudadano Villar, que es un paniaguado de mucho cuidado y con mas cara que espalda. Si eso pasa con el de casa, imagínense con los de fuera: Platini y el super Blatter.
Diferente si la reclamación la hacen Rosell y Florentino, que preocupa a Villar y enfada a Platini y es una abejorro rondando a Blatter.
El Comité de Apelación, reconoce en el caso de Albelda, lo que todos vimos, que no hubo manos, y que la tarjeta para dejar al equipo con uno menos y facilitar la victoria de los del Real, como ocurrió, fue un “robo” del de negro, quien no conforme con su acción, se ensaño en el acta, contra el jugador.
Al final castiga al supuesto infractor con dos partidos de sanción, por llamarle cara dura, al del “pito”, luego de la jugada del que se le exonera.
Si se reconoce que no hubo infracción al reglamento, y no hubiese habido como queda demostrado por el acta mala voluntad del reffere; no hubiera habido tampoco, mención “a la cara dura” demostrado que la tuvo, el partidista árbitro.
Ramos, le largó una patada sin balón a un contrario, por lo que fue expulsado con roja directa y luego se engancho en una “tangana” con dos jugadores, para mas castigo compañeros de selección y con el entrenador del equipo adversario. Todo ello ha merecido para los del mencionado estamento de ¿justicia deportiva?, un solo partido de sanción, por doble infracción al reglamento.
Entre las muchas diferencias del agravio comparativo, en el caso del jugador del Madrid, hechos contrastados y no hubo error del colegiado. En el del Valencia, falta inexistente, “horror del de negro” que se reconoce, y es la causante de la siguiente acción por la que se castiga al jugador con dos encuentros, repito, la mención “al rostro del pavo”.
Lo justo es que si a uno, se le juzga con la máxima benignidad, al otro se le aplique el mismo criterio. Un partido, para el tirio y lo mismo para el troyano. Solo que el tirio era del Madrid y el troyano del Valencia. Así queda todo aclarado.
Demostrado, desgraciadamente que donde manda ZP, el fútbol, no desentona del desafinamiento general; por lo que el Concierto es de pataleo y tente tieso.
Peor aceptado por los asistentes a la sala, que pagan y muy caro por sus asientos, peor que como los de su época recibieron las primeras audiciones de las Valkirias de Wagner, que fueron pateadas.
Con el teatro a rebosar (la asistencia es obligada), una orquesta mas mala que la peor conocida y con un director desastroso, evidente, no se pueden esperar grandes cosas. No hay conjunción entre los músicos, los instrumentos están desafinados y el director no sabe como hacer para que se ciñan a la partitura, que para mayor dificultad es desconocida. Con su afán protagonista y sin medir sus resultados a pretendido hacer que sus profesores interpreten una música novedosa, mitad compacta, mitad concreta y está muy claro que no les va.
Cada instrumento: Agricultura, pesca, educación, sanidad, seguridad social, industria y comercio, vivienda, cultura y deporte; suenan peor, para no decir de: justicia, economía, trabajo y seguridad ciudadana, que es catastrófico.
¿Cómo tiene que ser el futbol que forma parte de uno de los instrumentos?. Necesariamente tiene que estar a la “altura”. ¡Y lo está, vaya que si lo está!.
Recientemente les comentaba, lo de las dos ligas, en el campeonato, mal llamado de las estrellas. Y les hablaba del comportamiento del estamento arbitral, que no tiene una, ni dos, tiene múltiplex varas de medir para aplicar el reglamente del fútbol que los de negro aplican según los contendientes.
La aplicación del beneficio de la duda favoreciendo a los grandes, no es de ahora, que se nota muchísimo el favoritismo hacia el Barsa y después al Real. Eso es viejo, en el siglo pasado ya existía, solo que las prioridades variaban, primero el Real, luego el Barcelona, después nadie y a continuación el resto de equipos, según un escalafón no escrito pero que se notaba, y en la cola los llamados, entonces, equipos ascensores, a los que se juzgaba con la máxima severidad y el mayor cúmulo de errores arbitrales. Si no se lo creen repasen las estadísticas y comprobaran que es tal cual se lo “pinto”. Más de un disgusto, me he llevado por denunciarlo, en aquel momento en el que “pintaba” bastante mi opinión en el contexto del deporte.
En el régimen actual, de los del “pito” (de sonar, hacer ruido), el principal beneficiario de las dudas del árbitro, como he mencionado es el Barcelona, seguido del Madrid.
¿Qué quiere usted decir, con eso de la duda?. Sencillamente que los colegiados saben que si una jugada no está muy clara, hay que “pitar” a favor de los mencionados. ¿Oiga eso se presta a ser parcial?. Efectivamente, así es y lo son. ¿O es que usted no lo ve en cada partido?. Unas veces se nota más, otras menos, otras es escandaloso, pero como es cosa de los árbitros, no pasa nada. Cuando debería de pasar y mucho. Los ascensos y descensos tendrían que ser rigurosos y de acuerdo con la categoría del aspirante y sus actuaciones. No por lo bien o lo mal que les pite al Madrid y al Barcelona. Y la llamada actualmente nevera, aplicable a “todos”, no a unos cuantos, los que pintan menos y el resto de rositas. Actuaciones como las de Pérez Lasa, en el último Madrid- Valencia, son para el descenso de categoría y el cese durante lo que queda de temporada, a la nevera fría y bien fría. Pero no sucede nada, si hubieran sido sus decisiones partidistas, en el argot de los trencillas “errores”, al contrario. Ya lo habrían lapidado como quieren hacer con esa pobre mujer en Irán.
Si la cosa sería gorda que el Presidente-empleado del Valencia, ha dicho a los compañeros jóvenes que van a verle que piensa protestar ante los organismos que competan por la actuación del tal Pérez Lasa y el agravio comparativo sonrojante, con respecto a las sanciones de Albelda y Ramos. ¿Cómo si le fueran hacer caso?, que bien sabe él que no.
En el contesto del fútbol español del siglo XXI, el Valencia es un equipo del montón, sin ningún tipo de influencia, para los que mandan. No pinta “un pimiento” para la FIFA, menos para la UEFA y un “rabano” para la RFEF. O lo que es lo mismo, sus reclamaciones, se las pasa por la entrepierna, el ciudadano Villar, que es un paniaguado de mucho cuidado y con mas cara que espalda. Si eso pasa con el de casa, imagínense con los de fuera: Platini y el super Blatter.
Diferente si la reclamación la hacen Rosell y Florentino, que preocupa a Villar y enfada a Platini y es una abejorro rondando a Blatter.
El Comité de Apelación, reconoce en el caso de Albelda, lo que todos vimos, que no hubo manos, y que la tarjeta para dejar al equipo con uno menos y facilitar la victoria de los del Real, como ocurrió, fue un “robo” del de negro, quien no conforme con su acción, se ensaño en el acta, contra el jugador.
Al final castiga al supuesto infractor con dos partidos de sanción, por llamarle cara dura, al del “pito”, luego de la jugada del que se le exonera.
Si se reconoce que no hubo infracción al reglamento, y no hubiese habido como queda demostrado por el acta mala voluntad del reffere; no hubiera habido tampoco, mención “a la cara dura” demostrado que la tuvo, el partidista árbitro.
Ramos, le largó una patada sin balón a un contrario, por lo que fue expulsado con roja directa y luego se engancho en una “tangana” con dos jugadores, para mas castigo compañeros de selección y con el entrenador del equipo adversario. Todo ello ha merecido para los del mencionado estamento de ¿justicia deportiva?, un solo partido de sanción, por doble infracción al reglamento.
Entre las muchas diferencias del agravio comparativo, en el caso del jugador del Madrid, hechos contrastados y no hubo error del colegiado. En el del Valencia, falta inexistente, “horror del de negro” que se reconoce, y es la causante de la siguiente acción por la que se castiga al jugador con dos encuentros, repito, la mención “al rostro del pavo”.
Lo justo es que si a uno, se le juzga con la máxima benignidad, al otro se le aplique el mismo criterio. Un partido, para el tirio y lo mismo para el troyano. Solo que el tirio era del Madrid y el troyano del Valencia. Así queda todo aclarado.
Demostrado, desgraciadamente que donde manda ZP, el fútbol, no desentona del desafinamiento general; por lo que el Concierto es de pataleo y tente tieso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario