He contado que soy poco amigo de los programas llamados de la crónica social, hasta hace dos días conocidos en el argot profesional, como tele basura, versus amarillismo. Pero ha pesar de ellos soy un profesional, ya de los viejos, en el oficio de juntar palabras, dicho de otra manera y definido por mí: “portera con carné”. Por lo tanto de vez en cuando y aunque me apesten más de dos de los que hacen ese tipo de “cosas”, quiero seguir al día de lo que se cuece en todos los campos de la profesión.
Hoy zapeando me he enterado de la noticia del fallecimiento, de otro de los que fue grande en mi época y con una trayectoria en informativos magnifica. He sabido que ha faltado hace unas horas y además que lo estaba pasando mal, económicamente hablando.
Por lo que el dolor que experimento es doble.
Luis Mariñas, proviene de una familia de profesionales de los medios de comunicación, en los que el más grande fue su padre Enrique Mariñas, uno de los locutores que marcaron la trayectoria de las retrasmisiones deportivas en la radio pública. Durante años fue el compañero de otro de los maestros de la profesión, Matías Prats Cañete, el cordobés universal del que aprendimos una generación entera de contadores de cosas y que dicen que fuimos modelo ha seguir por otros. De la sangre de Matías, hay otro profesional en activo, su hijo del mismo nombre en la plantilla actualmente de Antena 3.
Por su parte Enrique, al que me tocó escribir su necrológica por los años 80 del siglo anterior y dedicarle una pagina en negro, en mi libro: “Y la liga sigue”, también dejó continuidad en la profesión. Primero le siguió su hijo el mayor Enrique, desaparecido en accidente de circulación cuando se dirigía a trabajar a Prado del Rey y más tarde Luis que también presto servicio en TVE que abandono para pasar a Telecinco, y dar tumbos en otros medios.
El desaparecido periodista, ocupo una etapa brillante de los informativos en las dos cadenas de televisión que he mencionado.
Como persona diré, el tópico que es real, fue un hombre bueno. En la profesión y como he mencionado fue brillante.
Resulta difícil escribir sobre compañeros que empezamos, prácticamente a la vez, y ya no están.
Pero para el que hace memoría, le pone en guardia y le recuerda que ya no tiene 20 años y que cada día que pasa, no vuelve y es uno menos.
Descanse en paz, el compañero Luis Mariñas. Que Dios, perdone su culpas y lo tenga en su gloría.
Hoy zapeando me he enterado de la noticia del fallecimiento, de otro de los que fue grande en mi época y con una trayectoria en informativos magnifica. He sabido que ha faltado hace unas horas y además que lo estaba pasando mal, económicamente hablando.
Por lo que el dolor que experimento es doble.
Luis Mariñas, proviene de una familia de profesionales de los medios de comunicación, en los que el más grande fue su padre Enrique Mariñas, uno de los locutores que marcaron la trayectoria de las retrasmisiones deportivas en la radio pública. Durante años fue el compañero de otro de los maestros de la profesión, Matías Prats Cañete, el cordobés universal del que aprendimos una generación entera de contadores de cosas y que dicen que fuimos modelo ha seguir por otros. De la sangre de Matías, hay otro profesional en activo, su hijo del mismo nombre en la plantilla actualmente de Antena 3.
Por su parte Enrique, al que me tocó escribir su necrológica por los años 80 del siglo anterior y dedicarle una pagina en negro, en mi libro: “Y la liga sigue”, también dejó continuidad en la profesión. Primero le siguió su hijo el mayor Enrique, desaparecido en accidente de circulación cuando se dirigía a trabajar a Prado del Rey y más tarde Luis que también presto servicio en TVE que abandono para pasar a Telecinco, y dar tumbos en otros medios.
El desaparecido periodista, ocupo una etapa brillante de los informativos en las dos cadenas de televisión que he mencionado.
Como persona diré, el tópico que es real, fue un hombre bueno. En la profesión y como he mencionado fue brillante.
Resulta difícil escribir sobre compañeros que empezamos, prácticamente a la vez, y ya no están.
Pero para el que hace memoría, le pone en guardia y le recuerda que ya no tiene 20 años y que cada día que pasa, no vuelve y es uno menos.
Descanse en paz, el compañero Luis Mariñas. Que Dios, perdone su culpas y lo tenga en su gloría.
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