¡Que, hombre, que no me he vuelto loco de repente!.
Lo dicho, dicho queda y estoy dispuesto a demostrarlo.
¿Qué para que ha roto chaquetas por los codos, ha pasado malas noches antes de exámenes con los ojos enrojecidos por falta de dormir y ha acudido al examen de la asignatura de D. José, con más miedo que vergüenza, entre otras “machadas”?.
Mire usted, exactamente lo mismo digo yo. Pero no nos podemos sentir únicos, puteados a tope y al final de los calificativos, el de “gilipollas”, que efectivamente lo somos.
Conozco a más de un político al que le han regalado el título en la Universidad de turno.
Se me dirá con aire benedictino: Si se los han regalado a los de la ETA, que lo hagan con gente de orden, es menos reprobable.
Si aparcamos el agravio comparativo y nos olvidamos de los chavales que con esfuerzo y en la terminología de Sire Winston: hasta alcanzar el la titulación han pasado “sangre, sudor y lagrimas”. Si no queremos reconocer el mérito de los padres, que han conseguido que el chico tenga estudios, en ocasiones hasta quitándoselo de comer. Si pasamos por alto que no hay trabajo, y que hay titulados superiores realizando los más peregrinos oficios, porque no encuentran un “curro” en lo suyo. Vale….¡que se lo regalen!. ¿Pero es que son muchos?......¡No sea pesado!. Ya se lo he dicho antes. Muchos, ¿y que?.........¿Para lo que sirve un título universitario, en la España (lo que queda de ella) del siglo XXI?.
En la prolongación de los reinos de taifas (las Autonosuyas), lo que se valora no es hablar y escribir correctamente el castellano. En muchas de ellas eso es un “hándicap” (lo digo en ingles para estar más IN). Lo suyo es darle patadas a la gramática y chapurrear el idioma autóctono de la Comunidad que toque. Que hay oposiciones a juez y usted en lo de Montesquieu, esta más verde que una cebolla, y al gabacho ese, ni se lo han presentado; no importa si es que usted es capaz de decir que es ateo, en la lengua vernácula de donde sea la oposición, si encima aporta otras “virtudes” simpatiza con el colectivo de los “salidos del armario”, ¡perfecto!. Al 90% la plaza es para usted, el otro 10%, ya esta en función de los amigos políticos que disponga. De curas y monjas, como en el “ansíen régimen”, ¡¡Ni se le ocurra, nombrarlos!. Lo mismo sirve para cualquier otra plaza pública, son los únicos que salen a la luz. Ya saben aquello que se decía en tiempos del voto cautivo, etc.
No tiremos a las cabezas, vayamos por los siguientes y solo como ejemplo. El actual Ministro de Fomento, solo es bachiller, lo mismo que sucede con la Ministra de Sanidad, Igualdad y no se, cuantas cosas más; no pasó del primero de sociología. Y ¡menudo carretón lleva la “chiqueta” (niña en su idioma)!. Pero su amiguita de correrías políticas en la Comunidad Valenciana, Nuria Espí, a la que a nombrado Directota General, tampoco le va a la zaga. No tiene carrera y era administrativa en el Ayuntamiento de Valencia. Peso y clarividencia….contrastados.
¿Con éstas tres perlas de escaparate. Respóndame: Tengo o no tengo razón?. ¿Los chicos al instituto de la clase política, sin dudarlo!. La Universidad una perdida de tiempo.
Lo dicho, dicho queda y estoy dispuesto a demostrarlo.
¿Qué para que ha roto chaquetas por los codos, ha pasado malas noches antes de exámenes con los ojos enrojecidos por falta de dormir y ha acudido al examen de la asignatura de D. José, con más miedo que vergüenza, entre otras “machadas”?.
Mire usted, exactamente lo mismo digo yo. Pero no nos podemos sentir únicos, puteados a tope y al final de los calificativos, el de “gilipollas”, que efectivamente lo somos.
Conozco a más de un político al que le han regalado el título en la Universidad de turno.
Se me dirá con aire benedictino: Si se los han regalado a los de la ETA, que lo hagan con gente de orden, es menos reprobable.
Si aparcamos el agravio comparativo y nos olvidamos de los chavales que con esfuerzo y en la terminología de Sire Winston: hasta alcanzar el la titulación han pasado “sangre, sudor y lagrimas”. Si no queremos reconocer el mérito de los padres, que han conseguido que el chico tenga estudios, en ocasiones hasta quitándoselo de comer. Si pasamos por alto que no hay trabajo, y que hay titulados superiores realizando los más peregrinos oficios, porque no encuentran un “curro” en lo suyo. Vale….¡que se lo regalen!. ¿Pero es que son muchos?......¡No sea pesado!. Ya se lo he dicho antes. Muchos, ¿y que?.........¿Para lo que sirve un título universitario, en la España (lo que queda de ella) del siglo XXI?.
En la prolongación de los reinos de taifas (las Autonosuyas), lo que se valora no es hablar y escribir correctamente el castellano. En muchas de ellas eso es un “hándicap” (lo digo en ingles para estar más IN). Lo suyo es darle patadas a la gramática y chapurrear el idioma autóctono de la Comunidad que toque. Que hay oposiciones a juez y usted en lo de Montesquieu, esta más verde que una cebolla, y al gabacho ese, ni se lo han presentado; no importa si es que usted es capaz de decir que es ateo, en la lengua vernácula de donde sea la oposición, si encima aporta otras “virtudes” simpatiza con el colectivo de los “salidos del armario”, ¡perfecto!. Al 90% la plaza es para usted, el otro 10%, ya esta en función de los amigos políticos que disponga. De curas y monjas, como en el “ansíen régimen”, ¡¡Ni se le ocurra, nombrarlos!. Lo mismo sirve para cualquier otra plaza pública, son los únicos que salen a la luz. Ya saben aquello que se decía en tiempos del voto cautivo, etc.
No tiremos a las cabezas, vayamos por los siguientes y solo como ejemplo. El actual Ministro de Fomento, solo es bachiller, lo mismo que sucede con la Ministra de Sanidad, Igualdad y no se, cuantas cosas más; no pasó del primero de sociología. Y ¡menudo carretón lleva la “chiqueta” (niña en su idioma)!. Pero su amiguita de correrías políticas en la Comunidad Valenciana, Nuria Espí, a la que a nombrado Directota General, tampoco le va a la zaga. No tiene carrera y era administrativa en el Ayuntamiento de Valencia. Peso y clarividencia….contrastados.
¿Con éstas tres perlas de escaparate. Respóndame: Tengo o no tengo razón?. ¿Los chicos al instituto de la clase política, sin dudarlo!. La Universidad una perdida de tiempo.
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