Éste país que desde la etapa de gobierno de Don Felipe González, su segundo prometió y cumplió, como mas tarde hemos tenido la desgracia de comprobar que: “no lo conocerá ni la madre que lo parió”. A entrado en una dinámica que puestos a adjetivar suavemente, diríamos que complicada. Estoy imaginando la sonrisa socarrona del autor del “drama” Don Alfonso Guerra, que también puede tener doble interpretación; la primera, “me ha quedado una obra perfecta”; la segunda, “me he pasao”. Creo entender que el Señor Guerra, está más por la segunda que por la primera y como prueba su solicitud de cambio en la cabeza de su partido. Don Alfonso, ya no necesita escaño, ni ocupar cargo público alguno, para vivir como “un rey”, lo que le resta de vida, a cuenta del “cajón de todos”, por derecho lo tiene asegurado y la jubilación por edad ya le toca. Otra cosa diferente será tener al sevillano, mano sobre mano, sin hacer nada. No me lo imagino, sin soltar algún sarcasmo fuera de tono, para herir la sensibilidad de cualquier ciudadano.
Si las próximas elecciones, se trasforman como dicen en el PP, en un escarmiento para el “equipo” de ZP, quedara el PSOE, en una situación a la que no están acostumbrados, con lo que el progreso, para ellos sería un paso atrás de caballo percherón.
Para ese, que puede ser un hecho puntual, no “escampa” ,de la tormenta generalizada que cae sobre lo que fue España.
En lugar de caminar firme y hacia adelante (parece el eslogan del BBVA), el progreso nos está llevando a las peores cotas del pasado.
Las tormentas invernales, con temperaturas extremas, que antes eran anecdóticas, ahora son frecuentes y cogen al personal, desentrenado y desprevenido, cabe pensar que la causa se debe a la cantidad de estaciones metereólogicas distribuidas por el país, que antes no existiean, y San Pedro, echa una mano a los instaladores para justificar su uso; pero hay más cosas que lamentar. Hoy mismo un modernísimo tren se ha quedado parado en las proximidades de Reynosa, con 148 pasajeros a bordo y a 13 grados bajo cero, durante horas.
Cuando los trenes eran bastante mas viejos y funcionaban con gasoleo y anteriormente con carbón, esas cosas no pasaban, las vetustas locomotoras, sabiamente manejadas por los maquinistas del pantalón de pana el mono azul, y el pañuelo para secarse el sudor, podían con el frió y las tempestades y con retraso, pero siempre llegaban al destino con sus viajeros sanos y salvos y no convertidos en polos de la Mallorquina.
Actualmente con la más alta tecnología, un poquito de frío y se hielan las catenarias. ¡Y… A Dios!, se jorobó el invento. ¿Qué clase de avance es ese?. Está comprobado que en el tiempo de Zapatero, no es serio ni el tren.
En una etapa política anterior, cuando un partido le hacía la “puñeta” a otro, mantenía la postura con “tirón” y a contra corriente si era preciso. Era un “cabronada”, pero ¡oiga! Seria.
Si las próximas elecciones, se trasforman como dicen en el PP, en un escarmiento para el “equipo” de ZP, quedara el PSOE, en una situación a la que no están acostumbrados, con lo que el progreso, para ellos sería un paso atrás de caballo percherón.
Para ese, que puede ser un hecho puntual, no “escampa” ,de la tormenta generalizada que cae sobre lo que fue España.
En lugar de caminar firme y hacia adelante (parece el eslogan del BBVA), el progreso nos está llevando a las peores cotas del pasado.
Las tormentas invernales, con temperaturas extremas, que antes eran anecdóticas, ahora son frecuentes y cogen al personal, desentrenado y desprevenido, cabe pensar que la causa se debe a la cantidad de estaciones metereólogicas distribuidas por el país, que antes no existiean, y San Pedro, echa una mano a los instaladores para justificar su uso; pero hay más cosas que lamentar. Hoy mismo un modernísimo tren se ha quedado parado en las proximidades de Reynosa, con 148 pasajeros a bordo y a 13 grados bajo cero, durante horas.
Cuando los trenes eran bastante mas viejos y funcionaban con gasoleo y anteriormente con carbón, esas cosas no pasaban, las vetustas locomotoras, sabiamente manejadas por los maquinistas del pantalón de pana el mono azul, y el pañuelo para secarse el sudor, podían con el frió y las tempestades y con retraso, pero siempre llegaban al destino con sus viajeros sanos y salvos y no convertidos en polos de la Mallorquina.
Actualmente con la más alta tecnología, un poquito de frío y se hielan las catenarias. ¡Y… A Dios!, se jorobó el invento. ¿Qué clase de avance es ese?. Está comprobado que en el tiempo de Zapatero, no es serio ni el tren.
En una etapa política anterior, cuando un partido le hacía la “puñeta” a otro, mantenía la postura con “tirón” y a contra corriente si era preciso. Era un “cabronada”, pero ¡oiga! Seria.
En el siglo XXI, se ponen a parir, se juran odio eterno, se quitan el “sillón” y el derrotado, apoya al otro para que salga President. Eso ha sucedido en Cataluña, la de Más y Montilla. Eso esta pasando aunque les cueste digerir. ¿Ustedes lo entienden?.Yo tampoco. Claro que con Don Arturo, ¡todo es posible en Barcelona!.......Pero que el Señor Duran, “trague”, cuesta de creer.
Demostrado, caminamos hacia atrás, como los cangrejos. El progreso, en lugar de “in”, es “retro”. ¿También hay que echarle la culpa a Don José Luis……?.
Unamuno, repetiría otra vez, aquello de: ¡Que país, Miquelarena, que país!. Falta saber el sentido de la afirmación…….¡evidente!.
Demostrado, caminamos hacia atrás, como los cangrejos. El progreso, en lugar de “in”, es “retro”. ¿También hay que echarle la culpa a Don José Luis……?.
Unamuno, repetiría otra vez, aquello de: ¡Que país, Miquelarena, que país!. Falta saber el sentido de la afirmación…….¡evidente!.
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