La actual poseedora de la Cartera del Ministerio de Asuntos Exteriores, está en el punto de mira de las lenguas viperinas de los dos mejores columnistas de éste país, según mi criterio.
A la Señora Jiménez, le cabe el honor de que le “sacudan” , dos de las plumas mejor cortadas y para su mayor grandeza, uno de los dos es Académico.
Hombre es desagradable verse tratado…..”de aquella manera” en cualquier columna de medio de comunicación. El grado de importancia lo da la categoría del propio medio y éste se sabe que es como el subir una escalera, por la parte alta de la misma está lo más distinguido del oficio y por la de abajo, lo más “cutre” o manipulable de la profesión. Por consiguiente no es lo mismo que te “curren la badana” en el Señorial de Torrelodones, o la Hoja Parroquial de Iniesta, que el palo caiga en La Razón, por la pluma de Usía, o en el Imparcial, manejada por Ansón.
Doña Trinidad tiene el alto honor de que la pongan de “chupa de domine”, dos de los mejores escritores en lengua española que hay en el “mercado” y a la vez considerados como números uno de la profesión y además de los que mejor manejan el idioma.
¿Por qué a la perdedora con más tradición del país, le cae la “mudanza de los muebles de San Pedro”, convertidos en tormenta mediática?. Sencillamente porque la preferida y protegida de ZP, es Ministra de los líos, como consecuencia de haber perdido la batalla con Tomás Gómez, por el control del socialismo madrileño, que quedó en manos del economista. La formula que se le ocurrió a Rodríguez para castigar al “maldito” fue nombrarla Ministra y mandar al “campo” a su predecesor.
En lo puramente profesional, ha sido peor “el remedio que la enfermedad”. Ya estábamos en “mata mala” y hemos caído en “mata peor”.
El antecesor en el sillón, Moratinos, era triste y llevaba las cosas a trompicones, pero regularcito el hombre, era un profesional que tenia poco contentos a los del ramo, pero bueno sus protestas se notaban poquito. Ha sido llegar usted Señora y formarse “la de Dios es Cristo, vestido de Lagarterana”. En el Palacio de Santa Cruz, no está conforme ni el escudo del Viejo Almirante. Protesta el tablero de Ajedrez y el sello del vencedor de Lepanto con las dos espadas cruzadas sobre campo de oro. Si los objetos se revuelven inquietos, para que le voy a contar como están las personas, los bípedos del arte de no decir nunca: si, ni no, y saber como expresar todo lo contrario.
Doña Trinidad, ha mandado a los pasillos a los del ¿quizás?, y en su lugar ha colocado a dedo a muchos de sus amigos, que continúan llegando a Palacio, para como antiguamente se hacía, (etapa de Don Felipe) preguntar: ¿Qué hay de lo mío?. Y muchos, en ésta época de crisis, salen con un puestecito “apañao” dentro de la diplomacia española, de la que no saben absolutamente nada, pero si conocen a la perfección, cual será su sobre a fin de mes que es lo importante. Lo otro si no queda mas remedio, se intentara aprender.
La consecuencia de estos desmanes, que “cantan muchísimo” para el “socio” que paga, vulgo ciudadano, Tiene la consecuencia que hemos dicho, que siempre hay por ahí, uno del cuarto poder que lo “cuenta” en la redacción y la noticia corre como la pólvora por ella hasta que llega a las mesas de los “importantes”, quienes escuchan atentamente y luego, se limitan a decir: “ese tema déjemelo a mí”. A partir de ese momento, el portador de la noticia se queda con las manos en los bolsillos y vuelta buscar y los jefes sacan todo su ingenio que es mucho y sin olvidar el sentido del humor, que hace más daño, “sacuden” sin piedad al merecedor del varapalo.
Los dos trabajos, no tienen desperdicio. Si bueno es el de Usía, también lo es el de Anson. Hay que aceptarlo, se trata de maestros en el arte de juntar palabras.
Por ello, mire el lado bueno Señora Jiménez, desde el momento de su publicación usted todavía es mucho más famosa que era y todo el mundo conoce que sabe quedar de maravilla con sus amigos, a los que procura colocar en buenos puestos, en los que no es necesario ir a la Universidad, tener muchos Masters, ni demás coñazos. Para las plazas en que son necesarios esos requisitos, hay que hacer oposiciones y en cima te pagan un salario de risa.
Si es cierto que el paisano se entera que usted, en lo de la diplomacia, solo está para reírle las gracias a Evo Morales…y…poco más.
Esto también esta incluido en el sueldo.
A la Señora Jiménez, le cabe el honor de que le “sacudan” , dos de las plumas mejor cortadas y para su mayor grandeza, uno de los dos es Académico.
Hombre es desagradable verse tratado…..”de aquella manera” en cualquier columna de medio de comunicación. El grado de importancia lo da la categoría del propio medio y éste se sabe que es como el subir una escalera, por la parte alta de la misma está lo más distinguido del oficio y por la de abajo, lo más “cutre” o manipulable de la profesión. Por consiguiente no es lo mismo que te “curren la badana” en el Señorial de Torrelodones, o la Hoja Parroquial de Iniesta, que el palo caiga en La Razón, por la pluma de Usía, o en el Imparcial, manejada por Ansón.
Doña Trinidad tiene el alto honor de que la pongan de “chupa de domine”, dos de los mejores escritores en lengua española que hay en el “mercado” y a la vez considerados como números uno de la profesión y además de los que mejor manejan el idioma.
¿Por qué a la perdedora con más tradición del país, le cae la “mudanza de los muebles de San Pedro”, convertidos en tormenta mediática?. Sencillamente porque la preferida y protegida de ZP, es Ministra de los líos, como consecuencia de haber perdido la batalla con Tomás Gómez, por el control del socialismo madrileño, que quedó en manos del economista. La formula que se le ocurrió a Rodríguez para castigar al “maldito” fue nombrarla Ministra y mandar al “campo” a su predecesor.
En lo puramente profesional, ha sido peor “el remedio que la enfermedad”. Ya estábamos en “mata mala” y hemos caído en “mata peor”.
El antecesor en el sillón, Moratinos, era triste y llevaba las cosas a trompicones, pero regularcito el hombre, era un profesional que tenia poco contentos a los del ramo, pero bueno sus protestas se notaban poquito. Ha sido llegar usted Señora y formarse “la de Dios es Cristo, vestido de Lagarterana”. En el Palacio de Santa Cruz, no está conforme ni el escudo del Viejo Almirante. Protesta el tablero de Ajedrez y el sello del vencedor de Lepanto con las dos espadas cruzadas sobre campo de oro. Si los objetos se revuelven inquietos, para que le voy a contar como están las personas, los bípedos del arte de no decir nunca: si, ni no, y saber como expresar todo lo contrario.
Doña Trinidad, ha mandado a los pasillos a los del ¿quizás?, y en su lugar ha colocado a dedo a muchos de sus amigos, que continúan llegando a Palacio, para como antiguamente se hacía, (etapa de Don Felipe) preguntar: ¿Qué hay de lo mío?. Y muchos, en ésta época de crisis, salen con un puestecito “apañao” dentro de la diplomacia española, de la que no saben absolutamente nada, pero si conocen a la perfección, cual será su sobre a fin de mes que es lo importante. Lo otro si no queda mas remedio, se intentara aprender.
La consecuencia de estos desmanes, que “cantan muchísimo” para el “socio” que paga, vulgo ciudadano, Tiene la consecuencia que hemos dicho, que siempre hay por ahí, uno del cuarto poder que lo “cuenta” en la redacción y la noticia corre como la pólvora por ella hasta que llega a las mesas de los “importantes”, quienes escuchan atentamente y luego, se limitan a decir: “ese tema déjemelo a mí”. A partir de ese momento, el portador de la noticia se queda con las manos en los bolsillos y vuelta buscar y los jefes sacan todo su ingenio que es mucho y sin olvidar el sentido del humor, que hace más daño, “sacuden” sin piedad al merecedor del varapalo.
Los dos trabajos, no tienen desperdicio. Si bueno es el de Usía, también lo es el de Anson. Hay que aceptarlo, se trata de maestros en el arte de juntar palabras.
Por ello, mire el lado bueno Señora Jiménez, desde el momento de su publicación usted todavía es mucho más famosa que era y todo el mundo conoce que sabe quedar de maravilla con sus amigos, a los que procura colocar en buenos puestos, en los que no es necesario ir a la Universidad, tener muchos Masters, ni demás coñazos. Para las plazas en que son necesarios esos requisitos, hay que hacer oposiciones y en cima te pagan un salario de risa.
Si es cierto que el paisano se entera que usted, en lo de la diplomacia, solo está para reírle las gracias a Evo Morales…y…poco más.
Esto también esta incluido en el sueldo.
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