Estómagos agradecidos, traidores de la mayoría. Lo repito intencionadamente para que quede patente la repulsa, no por la técnica de los políticos a quines han dicho, que hablando en público, deben hacer “paradiña·” en la frase que quieren que se quede en el auditorium, que convine repetir, lentamente, por lo menos un par de veces.
Para el que esto escribe, todas esas técnicas pertenecen al pasado, en los dos sentidos el de estudiante, receptor de enseñanza y profesor enseñante. Están superados y pertenecen al pasado: ¿mas o menos reciente?, dependerá de cuando se tome como referencia la fecha de partida. Y como soy un abuelito muy tímido, no pienso mencionar la de salida que descubriría el resto del pastel.
Pero facilitar el análisis del personal, si es que les gusta hacerlo, asegurare que ha llovido bastante desde que empecé en el oficio de juntar palabras..
Lo dolorosamente divertido de mi profesión, es que he hecho un poco de santón islámico, y por etapas he estado sentado en la puerta de mi casa, viendo desfilar los cadáveres de mis enemigos. De aquellos “muertos” profesionales. Algunos han pasado a mejor vida, en ambos sentidos; en la de tomar el camino sin regreso: “polvo eres y en polvo te converteris”. Lo lamento por los compañeros, que no devuelven las ”faenas”, por haber pasado “a mejor vida”, aunque donde estén se hayan quedado con ganas de intervenir. Luego tenemos los que flotan por el río revuelto y son como corchos, en ocasiones bajo del agua, para terminar siempre flotando. De estos últimos conozco a bastantes, son los que practican aquello de :”el que a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija”. La dignidad es como la vergüenza, cada uno toma la que quiere.
No es lo mismo pasar el mes con lo que te dan en el periódico, radio, tele o revista, que puntualmente y por arte de “birli, birloque” (magia o encantamiento), que te llegue un sobre rellenito de dinero de curso legal y cuya procedencia solo tú conoces. Mágicamente, el mencionado puede llegar, una o varias veces al año, y según para quien muy abultado, o menos lleno. Esos detalles siempre son de agradecer, pero en una época como la presente, todavía más.
Con motivo del ataque cobarde que ha recibido el consejero de Murcia. Se tiene la oportunidad de comprobar que hay gente interesadamente generosa. Y que los famosos sobres de los que todos los profesionales hemos oído hablar alguna vez, aunque nunca visto en primero persona, existen.
Su respuesta en boca del receptor, se deja ver como un rayo de luz matutino, que coloca en el lugar que corresponde a quien lo recibe. “Por sus hechos los conoceréis”, y no hay que ser muy listo para percatarse de que parte está el que recibe el “regalo”.
¡Hombre ese tío esta comprado!. ¡Mire usted, ese personaje, si llega a fin de mes sin apreturas!. Ya se sabe que por la música baila el perro. Si se trata de una melodía que te cubre bien el riñón: ¡bienvenida sea!.
Esta misma mañana, el moderador de una tertulia le ha preguntado al tertuliano: Vamos ha ver si nos aclaramos. ¿Qué partido manda en el país?. Apretando la boca el consultado a contestado : “El PSOE”. Bueno, la impresión que tenía escuchándote era que los del gobierno eran los populares”. El defensor de la “causa” estaba responsabilizando al herido de la paliza que le han propinado. Y a sus compañeros de partido de haber matado a Manolete y ser los causantes de la muerte de Matusalen.
¿Es criticable?. Está claro que el interviniente estaba apagando la “fogata” que para los que gobiernan se ha convertido la paliza al Consejero. Y menos mal que la cosa no ha sido más grave, porque con la que tenemos encima, con las tensiones que han planteado éstos señores, a la masa de la sociedad española; no se que habría pasado, como dije en un artículo interior, si en lugar de preocuparnos por un herido, estuviésemos velando a un difunto; y si el tal, en lugar de ser del PP, hubiese sido del PSOE.
Los compañeros que se muestran tan beligerantes, no hacen más que repetir algo que es antiguo, a lo largo de la historia y cuyo precedente mas notable, es la lucha fraticida entre Pedro I y Enrique de Trastámara, con la intervención de un noble francés a sueldo de uno de ellos: Beltrán Dugesclin, que ayudo para que su señor venciera y acuñó la frase de:”Ni quito, ni pongo Rey, pero ayudo a mi señor”.
Los profesionales de los medios, “comprometidos”, no por su pensamiento, pero si por el sobre; reitero llegar a fin de mes es muy importante; no hacen más que cumplir estando del bando del que les “dulcifica” la cuesta. Por eso uno tiene que escuchar explicaciones “tan peregrinas”.
Si el que escucha, ve, o lee; es persona formada y con criterio, el intento de intoxicación, se queda solo en eso, en intentona. Lo malo del asunto, es que las orejas, la vista y la formación de los receptores, no está preparada, y no tenga los conocimientos suficientes para discernir lo bueno de lo regular, y mucho menos lo malo.
El Duce, decía que la masa es muy fácil de convencer, y llevarla por donde uno quiere.
Desde el 45 del siglo pasado hasta hoy, han nacido muchos “Mussolini”, por el mundo. Unos que verdaderamente se lo creen, otros que juegan a intentarlo. Lo malo de su quehacer, es que con el paso de los años, continúa habiendo “masa” sobre la corteza terrestre. Queda gente manipulable, lamentablemente; alguna de ella dispuesta a todo, a cambio de notoriedad. Hoy, no es como ayer, no se necesitan treinta monedas; ni prometer lujos y fortunas, que luego no se cumplen. Hoy, a los descerebrados, les basta una palmadita en la espalda y la promesa de ser noticia en un telediario. Ahí esta el peligro.
Para el que esto escribe, todas esas técnicas pertenecen al pasado, en los dos sentidos el de estudiante, receptor de enseñanza y profesor enseñante. Están superados y pertenecen al pasado: ¿mas o menos reciente?, dependerá de cuando se tome como referencia la fecha de partida. Y como soy un abuelito muy tímido, no pienso mencionar la de salida que descubriría el resto del pastel.
Pero facilitar el análisis del personal, si es que les gusta hacerlo, asegurare que ha llovido bastante desde que empecé en el oficio de juntar palabras..
Lo dolorosamente divertido de mi profesión, es que he hecho un poco de santón islámico, y por etapas he estado sentado en la puerta de mi casa, viendo desfilar los cadáveres de mis enemigos. De aquellos “muertos” profesionales. Algunos han pasado a mejor vida, en ambos sentidos; en la de tomar el camino sin regreso: “polvo eres y en polvo te converteris”. Lo lamento por los compañeros, que no devuelven las ”faenas”, por haber pasado “a mejor vida”, aunque donde estén se hayan quedado con ganas de intervenir. Luego tenemos los que flotan por el río revuelto y son como corchos, en ocasiones bajo del agua, para terminar siempre flotando. De estos últimos conozco a bastantes, son los que practican aquello de :”el que a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija”. La dignidad es como la vergüenza, cada uno toma la que quiere.
No es lo mismo pasar el mes con lo que te dan en el periódico, radio, tele o revista, que puntualmente y por arte de “birli, birloque” (magia o encantamiento), que te llegue un sobre rellenito de dinero de curso legal y cuya procedencia solo tú conoces. Mágicamente, el mencionado puede llegar, una o varias veces al año, y según para quien muy abultado, o menos lleno. Esos detalles siempre son de agradecer, pero en una época como la presente, todavía más.
Con motivo del ataque cobarde que ha recibido el consejero de Murcia. Se tiene la oportunidad de comprobar que hay gente interesadamente generosa. Y que los famosos sobres de los que todos los profesionales hemos oído hablar alguna vez, aunque nunca visto en primero persona, existen.
Su respuesta en boca del receptor, se deja ver como un rayo de luz matutino, que coloca en el lugar que corresponde a quien lo recibe. “Por sus hechos los conoceréis”, y no hay que ser muy listo para percatarse de que parte está el que recibe el “regalo”.
¡Hombre ese tío esta comprado!. ¡Mire usted, ese personaje, si llega a fin de mes sin apreturas!. Ya se sabe que por la música baila el perro. Si se trata de una melodía que te cubre bien el riñón: ¡bienvenida sea!.
Esta misma mañana, el moderador de una tertulia le ha preguntado al tertuliano: Vamos ha ver si nos aclaramos. ¿Qué partido manda en el país?. Apretando la boca el consultado a contestado : “El PSOE”. Bueno, la impresión que tenía escuchándote era que los del gobierno eran los populares”. El defensor de la “causa” estaba responsabilizando al herido de la paliza que le han propinado. Y a sus compañeros de partido de haber matado a Manolete y ser los causantes de la muerte de Matusalen.
¿Es criticable?. Está claro que el interviniente estaba apagando la “fogata” que para los que gobiernan se ha convertido la paliza al Consejero. Y menos mal que la cosa no ha sido más grave, porque con la que tenemos encima, con las tensiones que han planteado éstos señores, a la masa de la sociedad española; no se que habría pasado, como dije en un artículo interior, si en lugar de preocuparnos por un herido, estuviésemos velando a un difunto; y si el tal, en lugar de ser del PP, hubiese sido del PSOE.
Los compañeros que se muestran tan beligerantes, no hacen más que repetir algo que es antiguo, a lo largo de la historia y cuyo precedente mas notable, es la lucha fraticida entre Pedro I y Enrique de Trastámara, con la intervención de un noble francés a sueldo de uno de ellos: Beltrán Dugesclin, que ayudo para que su señor venciera y acuñó la frase de:”Ni quito, ni pongo Rey, pero ayudo a mi señor”.
Los profesionales de los medios, “comprometidos”, no por su pensamiento, pero si por el sobre; reitero llegar a fin de mes es muy importante; no hacen más que cumplir estando del bando del que les “dulcifica” la cuesta. Por eso uno tiene que escuchar explicaciones “tan peregrinas”.
Si el que escucha, ve, o lee; es persona formada y con criterio, el intento de intoxicación, se queda solo en eso, en intentona. Lo malo del asunto, es que las orejas, la vista y la formación de los receptores, no está preparada, y no tenga los conocimientos suficientes para discernir lo bueno de lo regular, y mucho menos lo malo.
El Duce, decía que la masa es muy fácil de convencer, y llevarla por donde uno quiere.
Desde el 45 del siglo pasado hasta hoy, han nacido muchos “Mussolini”, por el mundo. Unos que verdaderamente se lo creen, otros que juegan a intentarlo. Lo malo de su quehacer, es que con el paso de los años, continúa habiendo “masa” sobre la corteza terrestre. Queda gente manipulable, lamentablemente; alguna de ella dispuesta a todo, a cambio de notoriedad. Hoy, no es como ayer, no se necesitan treinta monedas; ni prometer lujos y fortunas, que luego no se cumplen. Hoy, a los descerebrados, les basta una palmadita en la espalda y la promesa de ser noticia en un telediario. Ahí esta el peligro.
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