Hemos dejado atrás, el negro 2.010 y estrenamos año. Antes de “enrollarme” y para que no se me pase, cumplir con las normas, la urbanidad lo primero: Feliz y prospero 2.011 y que los presagios de los que dicen que saben no se cumplan. Otra cosa mejor no se me ocurre pedir al año, recién nacido.
¿Por qué hago tan larga la felicitación, poniéndole coletilla?. Que mejor deseo que todo lo malo que nos han advertido traerá el año 11 del siglo XXI, no sea verdad y Lo bueno pase por encima de lo malo.
Ya no les digo que los santos Reyes sean magnánimos, lo paso por alto y o dejo para más adelante. Concentro toda mi energía positiva en pedir que los pobres puedan comer, que los parados encuentren trabajo y que el resto podamos llegar a fin de mes. Como ven voy a lo esencial, prescindo de elementos decorativos. Las “guapezas”, les caerán a los de siempre, a los ricos que ya son más ricos y a los de “la casta”, que para esos no hay crisis.
A los que me tachan de catastrofista (ninguno se ha atrevido directamente. Soy yo el que me incluyo en el “lote”), tengo que decirles que en lugar de mirar la paja en el ojo ajeno, vean la viga en el propio; porque los malos augurios, no nacen en nuestras neuronas, han sido “paridas”, por las de los oráculos que tienen cerca y con los que se dan el “piquito” todos los días. Personalmente me limito a recopilar lo que dicen y si son malos los presagios, a reclamar al “decidor” de los mismos, pero en “origen”.
Para que los críticos con los demás, estén felices, proclamo públicamente mi alegría porque desde hoy: la luz es mas cara; el gas ha subido; los trenes son mas caros, todos, sin excepción: AVE, larga distancia, cercanías. Como consecuencia estoy muy “contento” porque ha subido todo y si ya me costaba llegar a final de mes, ahora seguro que no llego. Como verán es para estar muy optimista. Eso en directo y a la corta; a media y larga, hay que saltar de alegría; a partir de mañana, no se puede fumar en ninguna parte; la jubilación a los 67 años (¿cuando empezaran a trabajar los jóvenes?). Estos señores, los del auto bombo, no han dicho nada sobre la evolución positiva del país, solo ha presumido de los “bien que lo han hecho”. Así que saldremos del fango (o voy directamente a la verdad: “de la mierda”), no se sabe cuando, a larguísima distancia. La pregunta es si los abuelos ¿lo veremos?.¿Nos dará tiempo de encontrarnos en un país normal; ni mejor, ni peor que otros, normalito.
Como tampoco quiero que me tachen como “el del carnaval de las alegrías”. Me voy a comer fuera porque paga mi suegra, y les repito el deseo de lo mejor. Lo peor para los que ustedes saben. No siempre “chupando a la piragua” que la tienen desgastada, ya no le queda pintura con que embadurnarse.
¿Por qué hago tan larga la felicitación, poniéndole coletilla?. Que mejor deseo que todo lo malo que nos han advertido traerá el año 11 del siglo XXI, no sea verdad y Lo bueno pase por encima de lo malo.
Ya no les digo que los santos Reyes sean magnánimos, lo paso por alto y o dejo para más adelante. Concentro toda mi energía positiva en pedir que los pobres puedan comer, que los parados encuentren trabajo y que el resto podamos llegar a fin de mes. Como ven voy a lo esencial, prescindo de elementos decorativos. Las “guapezas”, les caerán a los de siempre, a los ricos que ya son más ricos y a los de “la casta”, que para esos no hay crisis.
A los que me tachan de catastrofista (ninguno se ha atrevido directamente. Soy yo el que me incluyo en el “lote”), tengo que decirles que en lugar de mirar la paja en el ojo ajeno, vean la viga en el propio; porque los malos augurios, no nacen en nuestras neuronas, han sido “paridas”, por las de los oráculos que tienen cerca y con los que se dan el “piquito” todos los días. Personalmente me limito a recopilar lo que dicen y si son malos los presagios, a reclamar al “decidor” de los mismos, pero en “origen”.
Para que los críticos con los demás, estén felices, proclamo públicamente mi alegría porque desde hoy: la luz es mas cara; el gas ha subido; los trenes son mas caros, todos, sin excepción: AVE, larga distancia, cercanías. Como consecuencia estoy muy “contento” porque ha subido todo y si ya me costaba llegar a final de mes, ahora seguro que no llego. Como verán es para estar muy optimista. Eso en directo y a la corta; a media y larga, hay que saltar de alegría; a partir de mañana, no se puede fumar en ninguna parte; la jubilación a los 67 años (¿cuando empezaran a trabajar los jóvenes?). Estos señores, los del auto bombo, no han dicho nada sobre la evolución positiva del país, solo ha presumido de los “bien que lo han hecho”. Así que saldremos del fango (o voy directamente a la verdad: “de la mierda”), no se sabe cuando, a larguísima distancia. La pregunta es si los abuelos ¿lo veremos?.¿Nos dará tiempo de encontrarnos en un país normal; ni mejor, ni peor que otros, normalito.
Como tampoco quiero que me tachen como “el del carnaval de las alegrías”. Me voy a comer fuera porque paga mi suegra, y les repito el deseo de lo mejor. Lo peor para los que ustedes saben. No siempre “chupando a la piragua” que la tienen desgastada, ya no le queda pintura con que embadurnarse.
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