Solo al gravísimo pecado de la envidia que caracteriza a los españoles, es capaz de justificar lo que esta sucediendo en Asturias, y sin él sería imposible argumentar los result6ados de las encuestas. Pero todo ello, coloca en una situación delicada al “Jefe”, que debería ser capaz de discernir, que es lo que de verdad interesa al partido.
Rajoy, líder del PP, no ha estado a la altura de las circunstancias, y sobre todo pésimamente aconsejado, con lo cual su propio liderazgo se balancea sobre su cabeza, como una campana, en fiestas, o en aviso de catástrofe, para lo que también suena.
Las encuestas son el fiel reflejo del estado anímico de los que se preguntan; y su respuesta se podrá decir más alta, pero jamás tan clara como suena ahora. Si Álvarez Cascos, se presentara hoy a unas elecciones en el principado; su partido, resultaría ganador.
Una encuestas realizada por Sigma Dos, arroja los siguientes resultados: Partido de Cascos de 17 a 19 escaños; PSOE entre 13 y7 15; PP, 10 escaños; e IU, 3.
La verdad es que si yo fuera Don Mariano, ante esta respuesta popular, no sabría donde meterme y sobre todo en Genova, rodarían cabezas como naranjas caídas del árbol.
¿Cómo algo tan evidente, pude pasar desapercibido, a los responsables de tener el control del partido. Y como no se enteran que el ganador, sería el ya ausente Don Paco?.
Si hay alguien en crisis en éste momento en el país, paradójicamente son los dos, hasta ahora, cabezas de listas de los partidos mayoritarios. En el PSOE, ya nadie apuesta por Zapatero, una prueba es que ante la alarma que producen las encuestas que dan mayoría absoluta a Arenas, sobre Griñan, en el último reducto de los socialistas que es Andalucía. El que ha acudido en ayuda de Don José, no ha sido Rodríguez, como cabría esperar, si no Rubalcaba, acompañado de Cháves.
Por su parte Rajoy, no tiene recambio, hasta hoy, y eso le salva, porque la “coladura de pata” de Asturias, es de las más “gordas” que se pueden dar en política.
Y que conste que la fama de “picha brava”, con perdón, de Cacos y las tendencias políticas que arrastra su actual compañera, le ayudan poco. Pero ha pesar de ambas cosas, gana y de cinco puntos o quizás más.
Todo ello es para que suene arrebato en el seno del PP, y el que sea, la emprenda a mamporros contra los más de un irresponsable que hace y deshace en el interior del partido con resultado de “annus horribilis”.
Los españoles, que tienen poco “filing”, con el de Lugo; hechos como éste les llevan a separarse un poco más y a éste paso se van a posicionar en las antípodas de Mariano el “triste”. Cosa que debería preocupar no solo al mencionado sino también a todo el partido.
Una cosa es evidente, Mariano comete “una cagada” y a renglón seguido Zapatero, otra. Por lo menos la suerte parece que está del lado del Registrador de la Propiedad y en contra del abogado sin pleitos.
Es el momento de conocer si el Presidente del PP y el partido son capaces de recomponer el entuerto, en el que por malos gestores, se han metido. Y si las aguas no vuelven a su cauce, Cascos hará muy bien en presentarse y ganar, haciendo buenos los resultados de las encuestas, con lo cual, él habrá ganado una importante baza política, que a éstas alturas del partido debería colmar sus aspiraciones y serviría de lección para los “torpes” que quedan en el partido que él ayudo a colocar en el estrellato del país, llevando a Aznar a la Moncloa.
Los datos son de sobras elocuentes. El 67% de los votantes del PP, no están de acuerdo con su exclusión. Solo a un 15%, son sus enemigos, les parece bien, ¿esa minoría es la que llega a Genova?. ¡Lamentable!.
El “capón” de los asturianos, a la cúpula del PP, es severísimo.
Rajoy, líder del PP, no ha estado a la altura de las circunstancias, y sobre todo pésimamente aconsejado, con lo cual su propio liderazgo se balancea sobre su cabeza, como una campana, en fiestas, o en aviso de catástrofe, para lo que también suena.
Las encuestas son el fiel reflejo del estado anímico de los que se preguntan; y su respuesta se podrá decir más alta, pero jamás tan clara como suena ahora. Si Álvarez Cascos, se presentara hoy a unas elecciones en el principado; su partido, resultaría ganador.
Una encuestas realizada por Sigma Dos, arroja los siguientes resultados: Partido de Cascos de 17 a 19 escaños; PSOE entre 13 y7 15; PP, 10 escaños; e IU, 3.
La verdad es que si yo fuera Don Mariano, ante esta respuesta popular, no sabría donde meterme y sobre todo en Genova, rodarían cabezas como naranjas caídas del árbol.
¿Cómo algo tan evidente, pude pasar desapercibido, a los responsables de tener el control del partido. Y como no se enteran que el ganador, sería el ya ausente Don Paco?.
Si hay alguien en crisis en éste momento en el país, paradójicamente son los dos, hasta ahora, cabezas de listas de los partidos mayoritarios. En el PSOE, ya nadie apuesta por Zapatero, una prueba es que ante la alarma que producen las encuestas que dan mayoría absoluta a Arenas, sobre Griñan, en el último reducto de los socialistas que es Andalucía. El que ha acudido en ayuda de Don José, no ha sido Rodríguez, como cabría esperar, si no Rubalcaba, acompañado de Cháves.
Por su parte Rajoy, no tiene recambio, hasta hoy, y eso le salva, porque la “coladura de pata” de Asturias, es de las más “gordas” que se pueden dar en política.
Y que conste que la fama de “picha brava”, con perdón, de Cacos y las tendencias políticas que arrastra su actual compañera, le ayudan poco. Pero ha pesar de ambas cosas, gana y de cinco puntos o quizás más.
Todo ello es para que suene arrebato en el seno del PP, y el que sea, la emprenda a mamporros contra los más de un irresponsable que hace y deshace en el interior del partido con resultado de “annus horribilis”.
Los españoles, que tienen poco “filing”, con el de Lugo; hechos como éste les llevan a separarse un poco más y a éste paso se van a posicionar en las antípodas de Mariano el “triste”. Cosa que debería preocupar no solo al mencionado sino también a todo el partido.
Una cosa es evidente, Mariano comete “una cagada” y a renglón seguido Zapatero, otra. Por lo menos la suerte parece que está del lado del Registrador de la Propiedad y en contra del abogado sin pleitos.
Es el momento de conocer si el Presidente del PP y el partido son capaces de recomponer el entuerto, en el que por malos gestores, se han metido. Y si las aguas no vuelven a su cauce, Cascos hará muy bien en presentarse y ganar, haciendo buenos los resultados de las encuestas, con lo cual, él habrá ganado una importante baza política, que a éstas alturas del partido debería colmar sus aspiraciones y serviría de lección para los “torpes” que quedan en el partido que él ayudo a colocar en el estrellato del país, llevando a Aznar a la Moncloa.
Los datos son de sobras elocuentes. El 67% de los votantes del PP, no están de acuerdo con su exclusión. Solo a un 15%, son sus enemigos, les parece bien, ¿esa minoría es la que llega a Genova?. ¡Lamentable!.
El “capón” de los asturianos, a la cúpula del PP, es severísimo.
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