Me refiero en el deporte que causa estragos y mueve millones.
Hablo del mundo del fútbol, y vuelvo a las andadas, a escribir sobre lo que no quiero hacer. Pero los resultados de la Champion y la Copa de la UEFA, me llevan a ello.
Por si faltaba poco los abuelitos del cafelito, con el colmillo retorcido y la risita, empujando: ¿Qué pasa con tu Valencia?. ¡Seños, Señor, vamos a ello!.
La liga alemana está bastante más igualada que la española. No son los del Bayer, los que ganan siempre aunque a Walter Matahaus, le complacería muchísimo.
En la Premier, la cosa se la ventilan, salvo excepciones, que se dan en la Copa, entre una manita de equipos.
Los británicos dejan la emoción de la competición futbolera, para la Copa, Copa, en la que entran todos los clubes y se disputa a partido único, donde cabe la sorpresa que se da en más de una ocasión. Es el David contra Goliat, y el pequeño puede dar más de un hondazo al grande. Para que los poderosos estén contentos, se disputa otra Copa, la Carling, así que hay “panquemao” para todos.
En Portugal, como en España, hay dos equipos fuertes que están a años luz de los otros. En el país vecino, incluso la supremacía la tiene uno de ellos por varias temporadas, todos saben que hablamos del Oporto y el Benfica.
Nuestra liga, debería tener dos trofeos; uno para la que juegan Barcelona Y Real Madrid y el otro, para la que disputan los restantes equipos de la división de oro. En ese segundo pelotón están los equipos tradicionales y los grandes venidos a menos: Valencia, Atlético de Madrid y Sevilla, les sigue un histórico el Atlétic Club de Bilbao, luego todos los demás: los advenedizo, los sorpresa y los ascensor.
Ese paquetón son las medianías y algunos de los de “quiero y no puedo”. Juegan la Champion, dos de ellos y otros dos la que fue Copa de Ferias que se ha quedado en Copa de la UEFA.
Uno de los clásicos en estos menesteres, es el Valencia. Bueno, verle es deprimente, de aquel equipo: “duro y copero”, no queda ni el equipaje. Solo se salva el utillero, el histórico Españeta. Son “blanditos y conformistas”, y van vestidos como en los inicios, solo que ahora gracias a las marcas comerciales de “bonito”. El uniforme de verdad era el de pantalón negro, sin rayitas, todo totalmente negro y la camiseta blanca impoluta, también sin aditamentos.
Ver un equipo como el Valencia, arrastrándose por los campos de fútbol, es para llorar.
En un artículo, explicaba lo que pienso al respecto y daba las claves del porque; que una vez más enumero, no se puede tener todo, comenzando que como sociedad es imposible sobrevivir, descabezado; lo repito, es malo que la directiva esté formada por señores que cobran y con contratos blindados; una especie de banqueros de los que han provocado la crisis, y para regocijarse se van a Las Vegas a celebrarlo. Estos sin Las vegas, igual.
El resultado es consecuencia de……si no hay cabeza, falla el resto del cuerpo. Poco se puede hacer si no existen unos principios que hagan fuerte a la Sociedad.
EL Valencia del 2.011, es un equipo desangelado que vive de recuerdos. Para los sufridos clientes del viejo Mestalla, cualquier tiempo pasado fue mejor.
A Rafa Benítez, deberían hacerle un monumento en la puerta de autoridades del Viejo campo. Desaparecido el entrenador que después de Don Alfredo más personalidad ha tenido en el banquillo de la casa, en los últimos tiempos, veremos el tiempo que pasa hasta que los “chotos”, como a los seguidores valencianistas les llaman los granotas del Levante, hasta que de nuevo sean capaces de dar alegrías a una de las mejores aficiones del mundo.
Salvo los clubes estrellas, el resto, en todos los países son autenticas mediocridades.
Para confirmar lo que he escrito, el partido de liga entre el Valencia y el Zaragoza, confirma lo dicho. Con jugadores que además de conformistas juegan andando y un entrenador que es miedoso y no sabe como hacer jugar a su plantilla, con unas alineaciones que no las entiende ni él. El final es un partido vergonzoso, con un resultado escandaloso. A éste paso peligra hasta que el equipo consiga la clasificación para entrar en competición internacional el próximo año. Lo que resultaría agónico para el club y una ruina en lo económico, que dada su situación se convertiría en catastrófica. Luego de ese encuentro hay que preguntarse ¿Qué pinta Emery en el banquillo?.
Lo siento por los sufridos que componen “ la aficio”, esos que llenan el campo y celebran con tracas y petardos los goles de su equipo. ¡Paciencia!.
Hablo del mundo del fútbol, y vuelvo a las andadas, a escribir sobre lo que no quiero hacer. Pero los resultados de la Champion y la Copa de la UEFA, me llevan a ello.
Por si faltaba poco los abuelitos del cafelito, con el colmillo retorcido y la risita, empujando: ¿Qué pasa con tu Valencia?. ¡Seños, Señor, vamos a ello!.
La liga alemana está bastante más igualada que la española. No son los del Bayer, los que ganan siempre aunque a Walter Matahaus, le complacería muchísimo.
En la Premier, la cosa se la ventilan, salvo excepciones, que se dan en la Copa, entre una manita de equipos.
Los británicos dejan la emoción de la competición futbolera, para la Copa, Copa, en la que entran todos los clubes y se disputa a partido único, donde cabe la sorpresa que se da en más de una ocasión. Es el David contra Goliat, y el pequeño puede dar más de un hondazo al grande. Para que los poderosos estén contentos, se disputa otra Copa, la Carling, así que hay “panquemao” para todos.
En Portugal, como en España, hay dos equipos fuertes que están a años luz de los otros. En el país vecino, incluso la supremacía la tiene uno de ellos por varias temporadas, todos saben que hablamos del Oporto y el Benfica.
Nuestra liga, debería tener dos trofeos; uno para la que juegan Barcelona Y Real Madrid y el otro, para la que disputan los restantes equipos de la división de oro. En ese segundo pelotón están los equipos tradicionales y los grandes venidos a menos: Valencia, Atlético de Madrid y Sevilla, les sigue un histórico el Atlétic Club de Bilbao, luego todos los demás: los advenedizo, los sorpresa y los ascensor.
Ese paquetón son las medianías y algunos de los de “quiero y no puedo”. Juegan la Champion, dos de ellos y otros dos la que fue Copa de Ferias que se ha quedado en Copa de la UEFA.
Uno de los clásicos en estos menesteres, es el Valencia. Bueno, verle es deprimente, de aquel equipo: “duro y copero”, no queda ni el equipaje. Solo se salva el utillero, el histórico Españeta. Son “blanditos y conformistas”, y van vestidos como en los inicios, solo que ahora gracias a las marcas comerciales de “bonito”. El uniforme de verdad era el de pantalón negro, sin rayitas, todo totalmente negro y la camiseta blanca impoluta, también sin aditamentos.
Ver un equipo como el Valencia, arrastrándose por los campos de fútbol, es para llorar.
En un artículo, explicaba lo que pienso al respecto y daba las claves del porque; que una vez más enumero, no se puede tener todo, comenzando que como sociedad es imposible sobrevivir, descabezado; lo repito, es malo que la directiva esté formada por señores que cobran y con contratos blindados; una especie de banqueros de los que han provocado la crisis, y para regocijarse se van a Las Vegas a celebrarlo. Estos sin Las vegas, igual.
El resultado es consecuencia de……si no hay cabeza, falla el resto del cuerpo. Poco se puede hacer si no existen unos principios que hagan fuerte a la Sociedad.
EL Valencia del 2.011, es un equipo desangelado que vive de recuerdos. Para los sufridos clientes del viejo Mestalla, cualquier tiempo pasado fue mejor.
A Rafa Benítez, deberían hacerle un monumento en la puerta de autoridades del Viejo campo. Desaparecido el entrenador que después de Don Alfredo más personalidad ha tenido en el banquillo de la casa, en los últimos tiempos, veremos el tiempo que pasa hasta que los “chotos”, como a los seguidores valencianistas les llaman los granotas del Levante, hasta que de nuevo sean capaces de dar alegrías a una de las mejores aficiones del mundo.
Salvo los clubes estrellas, el resto, en todos los países son autenticas mediocridades.
Para confirmar lo que he escrito, el partido de liga entre el Valencia y el Zaragoza, confirma lo dicho. Con jugadores que además de conformistas juegan andando y un entrenador que es miedoso y no sabe como hacer jugar a su plantilla, con unas alineaciones que no las entiende ni él. El final es un partido vergonzoso, con un resultado escandaloso. A éste paso peligra hasta que el equipo consiga la clasificación para entrar en competición internacional el próximo año. Lo que resultaría agónico para el club y una ruina en lo económico, que dada su situación se convertiría en catastrófica. Luego de ese encuentro hay que preguntarse ¿Qué pinta Emery en el banquillo?.
Lo siento por los sufridos que componen “ la aficio”, esos que llenan el campo y celebran con tracas y petardos los goles de su equipo. ¡Paciencia!.
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