El poder se preocupa de pasar la aspiradora, por los cantos de las alfombras, pero advirtiendo al servicio, que por nada del mundo se les ocurra limpiar debajo.
La prudencia de los señores instalados en las poltronas ministeriales y el resto de “caciquillos” del país, llevan la orden a rajatabla, porque saben que tal como están las cosas, mover un mueble un centímetro podría significar su caída en picado. Es natural y sobre todo muy humano, que el que está “colocado” pretenda mantener su puesto, “per omniam seculam seculorum”, cosa que cada día que pasa resulta más difícil.
Como se habría dicho antes, para justificar, “se ha producido una confabulación judeo masónica”, que impide que la situación mejore y el Señor Rodríguez, no va ha tener más remedio que recurrir al” tópico” real: “no mande mis naves a luchar contra los elementos, si no contra los hombres”.
Hará bien usándolo, si es que le sirve para algo, aunque lo dudo, por lo menos puede ser un desahogo.
La tempestad, se conocía desde hace mucho tiempo y los del servicio de la “cosa” advirtieron con tiempo más que suficiente que se acercaba el temporal, y que no se trataba de una tormentita de tres al cuatro; sino que se veía venir una borrasca muy profunda con frentes poderosos y vientos superiores a los 100 k/h, acompañada de tormentas con fuerte aparato eléctrico.
¿Qué hicieron los responsables de tomar medidas para evitar sus destrozos….? …..¡Nada, absolutamente nada!. Por el contrario lo tomaron a “chacota” y de ciertas bromas pesadas no se libra el imprudente que después pasa mucho tiempo lamentando su ligereza. Lo malo es que ya no hay remedio. No queda otra mas que quitar el barro, limpiar, lo mejor que se pueda, y valorar los daños, que evidentemente hay que pagar y eso significa desembolso de dinero. Haya o no en el cajón.
Los del CIS, que trabajan para el que está en la Moncloa y procuran “arreglar” los datos que obtienen para que el jefe este contento, de un tiempo a está parte parece que el que los dirija sea un “amigo” del primer partido de la oposición. Como no es así, los resultados de sus encuestas son bastante didácticos, aunque no se ajusten exactamente a “toda” la verdad, siempre inevitablemente, al personal, se le queda un tufillo partidista.
Pero para el ciudadano, son útiles, y para los de las poltronas: disgustos para unos; café copa y puro ( a pesar de Pajin), para otros. La vida es así de ingrata.
Con Rubalcaba, fuera de combate, por enfermedad y que ya esta claro que no ha sido una faisanitis, como en principio se rumoreó por el foro, si no que se trató de una enfermedad de los “bajos fondos masculinos” que también las tenemos, de la que está muy recuperado, (le deseamos a Don Alfredo, lo mejor y la pronta vuelta al trabajo); se supone que con el filtro de Don Ramón, los datos calentitos del CIS, le habrán llegado a las cercanías del “Magnánimo” ZP (recuerden que según él. La modernidad del país se le debe), y no son buenas noticias, algo que está en contra de los deseos y esperanzas del inquilino de la Moncloa.
Las cifras son más que elocuentes. El 83,9% de la población tiene como máxima preocupación el problema del desempleo y no se cree, aunque se lo juren ante seis Biblias, y repitiendo 1.200 veces, lo del imperativo legal, el “cuento” ultimo del Presidente, ese que dice que “el próximo mes se volverá a generar empleo”. Se entiende que lo habrá dicho pensando en el turismo.
Menos mal que en premonición, no ha citado el lugar, que se ha quedado en el aire. Pero por el contrario el pueblo soberano, si le ha dejado claro que está muy preocupado por la falta de “curro”.
Para sacarlo del “sueño catatónico que padece” el 79,2% de los habitantes de ésta tierras, afirma que la situación económica, es mala o muy mala.
Y sigue una lista interminable de quejas y reivindicaciones que los españolitos, nuevos y viejos quieren hacer llegar a su Presidente “el adivino Rodríguez”.
A bote pronto, un 51,6%, dice estar muy preocupado por los problemas económicos de la tesorería del día a día. Cesta de la compra o llegar a fin de mes.
Otro problema que no queda en saco roto es el de la inmigración, en todas su variantes, con una exclamación final:¡Que hacemos con ésta pobre gente!. Oficialmente vamos ya por los 4.700.000 “empleados” del INEM.
Por último nos tropezamos con dos temas que tienen cabreadísimo al personal. Un 12,6 %, se pregunta cuando se van ha tomar en serio la inseguridad ciudadano, que va in crescendo cada día, con cifras alarmantes y sin que nadie le ponga coto. Para los que todavía viven en éste país, ese es un asunto que no admite dilación. Hay que plantar cara a la delincuencia ya, sin escusa, pretexto y demora, es un tema urgente.
Y el otro punto importante es que todos los españoles, sin excepción, están hartos: ¿saben de quien…?.
¡Muy bien exacto. De ellos, de los políticos, sin distinción de partidos. A los que califican de la peor de las epidemias conocidas!.
¡Es lo que hay!, y las conclusiones son para todos los que viven a costa de los demás, es decir, los que tienen la patata caliente en su mano, son ellos, los políticos.
O cambian su imagen o se van definitivamente “al garete”. Eso sería peligrosísimo para el propio país. Y Los culpables serían ellos.
La prudencia de los señores instalados en las poltronas ministeriales y el resto de “caciquillos” del país, llevan la orden a rajatabla, porque saben que tal como están las cosas, mover un mueble un centímetro podría significar su caída en picado. Es natural y sobre todo muy humano, que el que está “colocado” pretenda mantener su puesto, “per omniam seculam seculorum”, cosa que cada día que pasa resulta más difícil.
Como se habría dicho antes, para justificar, “se ha producido una confabulación judeo masónica”, que impide que la situación mejore y el Señor Rodríguez, no va ha tener más remedio que recurrir al” tópico” real: “no mande mis naves a luchar contra los elementos, si no contra los hombres”.
Hará bien usándolo, si es que le sirve para algo, aunque lo dudo, por lo menos puede ser un desahogo.
La tempestad, se conocía desde hace mucho tiempo y los del servicio de la “cosa” advirtieron con tiempo más que suficiente que se acercaba el temporal, y que no se trataba de una tormentita de tres al cuatro; sino que se veía venir una borrasca muy profunda con frentes poderosos y vientos superiores a los 100 k/h, acompañada de tormentas con fuerte aparato eléctrico.
¿Qué hicieron los responsables de tomar medidas para evitar sus destrozos….? …..¡Nada, absolutamente nada!. Por el contrario lo tomaron a “chacota” y de ciertas bromas pesadas no se libra el imprudente que después pasa mucho tiempo lamentando su ligereza. Lo malo es que ya no hay remedio. No queda otra mas que quitar el barro, limpiar, lo mejor que se pueda, y valorar los daños, que evidentemente hay que pagar y eso significa desembolso de dinero. Haya o no en el cajón.
Los del CIS, que trabajan para el que está en la Moncloa y procuran “arreglar” los datos que obtienen para que el jefe este contento, de un tiempo a está parte parece que el que los dirija sea un “amigo” del primer partido de la oposición. Como no es así, los resultados de sus encuestas son bastante didácticos, aunque no se ajusten exactamente a “toda” la verdad, siempre inevitablemente, al personal, se le queda un tufillo partidista.
Pero para el ciudadano, son útiles, y para los de las poltronas: disgustos para unos; café copa y puro ( a pesar de Pajin), para otros. La vida es así de ingrata.
Con Rubalcaba, fuera de combate, por enfermedad y que ya esta claro que no ha sido una faisanitis, como en principio se rumoreó por el foro, si no que se trató de una enfermedad de los “bajos fondos masculinos” que también las tenemos, de la que está muy recuperado, (le deseamos a Don Alfredo, lo mejor y la pronta vuelta al trabajo); se supone que con el filtro de Don Ramón, los datos calentitos del CIS, le habrán llegado a las cercanías del “Magnánimo” ZP (recuerden que según él. La modernidad del país se le debe), y no son buenas noticias, algo que está en contra de los deseos y esperanzas del inquilino de la Moncloa.
Las cifras son más que elocuentes. El 83,9% de la población tiene como máxima preocupación el problema del desempleo y no se cree, aunque se lo juren ante seis Biblias, y repitiendo 1.200 veces, lo del imperativo legal, el “cuento” ultimo del Presidente, ese que dice que “el próximo mes se volverá a generar empleo”. Se entiende que lo habrá dicho pensando en el turismo.
Menos mal que en premonición, no ha citado el lugar, que se ha quedado en el aire. Pero por el contrario el pueblo soberano, si le ha dejado claro que está muy preocupado por la falta de “curro”.
Para sacarlo del “sueño catatónico que padece” el 79,2% de los habitantes de ésta tierras, afirma que la situación económica, es mala o muy mala.
Y sigue una lista interminable de quejas y reivindicaciones que los españolitos, nuevos y viejos quieren hacer llegar a su Presidente “el adivino Rodríguez”.
A bote pronto, un 51,6%, dice estar muy preocupado por los problemas económicos de la tesorería del día a día. Cesta de la compra o llegar a fin de mes.
Otro problema que no queda en saco roto es el de la inmigración, en todas su variantes, con una exclamación final:¡Que hacemos con ésta pobre gente!. Oficialmente vamos ya por los 4.700.000 “empleados” del INEM.
Por último nos tropezamos con dos temas que tienen cabreadísimo al personal. Un 12,6 %, se pregunta cuando se van ha tomar en serio la inseguridad ciudadano, que va in crescendo cada día, con cifras alarmantes y sin que nadie le ponga coto. Para los que todavía viven en éste país, ese es un asunto que no admite dilación. Hay que plantar cara a la delincuencia ya, sin escusa, pretexto y demora, es un tema urgente.
Y el otro punto importante es que todos los españoles, sin excepción, están hartos: ¿saben de quien…?.
¡Muy bien exacto. De ellos, de los políticos, sin distinción de partidos. A los que califican de la peor de las epidemias conocidas!.
¡Es lo que hay!, y las conclusiones son para todos los que viven a costa de los demás, es decir, los que tienen la patata caliente en su mano, son ellos, los políticos.
O cambian su imagen o se van definitivamente “al garete”. Eso sería peligrosísimo para el propio país. Y Los culpables serían ellos.
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