¿Cómo está usted de colesterol?............¿Predomina en su analítica el bueno o el malo?.....¿Cual es la opinión de su galeno?
Si su repuesta es que va mal con el dichoso colesterol, que cuando le devuelven su chequeo, el médico pone cara de preocupación y como queriendo quitar importancia al tema, le dice en tono paternalista: “….debemos bajar el colesterol malo….”, y su doctor sigue con parsimonia: “tenga cuidado con las grasas. Haga una dieta sana y camine, por lo menos media hora todos los días”. En ese caso no continúe leyendo, porque en el mejor de los casos se va ha poner de mal humor. Una vez hecha la advertencia sigo.
He comentado que los próximos días 19, 20 y 21, del presente mes de Marzo, en el recinto ferial de Cartaya, tendrá lugar la Feria del Caballo y sus complementos. Uno que es curioso, por oficio e indiscreto por vocación, tiene relativamente fácil estar al día en lo que se cuece en torno a la Feria. Es una explicación simple; la señora casada contra mí, es la responsable del Certamen que dicho en honor a la verdad, se viene celebrando desde hace años con muchísimo éxito en cuanto a participantes, tanto expositores como visitantes.
Escribí que hablamos de una Feria Comercial Alegre, donde hay de todo un poco, desde, bar con tapas, hasta cuchillería, pasando por arreos y arneses, ropa vaquera, trajes de gitana, y para que no falte de nada algún stand con productos ibéricos, chacinas quesos y otras delicadezas gastronomitas. Lo que hace las delicias de muchos de los asistentes, entre ellos un servidor. Un poquito antes de comer, se acerca uno a una de esas “iglesias” de los pecados del gusto y se pide unos taquitos de panceta ibérica salada, con unas rebanaditas de pan y una manzanilla y la actuación del tablado central se presenta en su cerebro como hecha por coros de las vírgenes del Profeta.
Luego se como una tapita de carrillera de cerdo ibérico, con un riojita y las guitarras, le suenan a arpas tocadas por ángeles en el paraíso, si es que es usted clásico, si es moderno, lo que tocan los de arriba son las guitarras y el parecido es el de Paco de Lucia, por citar solo a uno de los grandes.
D Antonio Pérez, fotógrafo de cabecera de éstos acontecimientos y un “bon vivant”, a sus cincuenta y muchos, dice que no tiene edad, como la Cincuetty, y lo de la responsabilidad del matrimonio le queda lejos, todavía, con lo que es de hecho y derecho un hombre libre, envidias a parte; puede disponer de su tiempo “al gusto”, así que anda tentando al prójimo, tan bien como lo haría Pateta, y en muchos cosas con éxito irrenunciable. ¿Por qué haber quien se resiste a uno de sus propuestos homenajes al colesterol?........Usted me pregunta ¿Qué en que consiste …?. Pues como está próximo uno de ellos se lo voy ha decir, refiriéndome al último celebrado, y no hace muchas fechas. Me llevó a una brasería pequeñita, y muy de ir por casa, quiero decir que no es muy conocida. Me reservo el nombre y la dirección, porque como se propague y a la gente le de por ir, ya no será lo mismo, ni en precio y a lo peor tampoco en calidad, así que disculpen mi egoísmo. Cuantos lugares magníficos se han echado a perder por exceso de clientela y cuantos otros han perdido su encanto por que se han puesto por las nubes en sus precios y bajado sensiblemente la calidad por la misma causa.
Los dos Antonios, siguiendo las sugerencias del “brasero”, nos metimos entre pecho y espalda unas morcillas ibéricas extraordinarias, chorizo picantes y un costillar entero, nos bebimos dos botellas de rioja y nos comimos medio pan de pueblo, cada uno, el de la Rolly Flex, decía que esas cosas las podía hacer porque su suegra no se enteraba, el malvado encima “con coña”.
El enésimo homenaje al colesterol, será dentro de unos días, el motivo del mismo lo inventara D Antonio, no hay nada que le saque mejor el jugo al pecado que buscarle un justificante y para eso el de los objetivos se lo encuentra hecho.
Yo si que tendré que dar explicaciones a Dª Amparo.
Si su repuesta es que va mal con el dichoso colesterol, que cuando le devuelven su chequeo, el médico pone cara de preocupación y como queriendo quitar importancia al tema, le dice en tono paternalista: “….debemos bajar el colesterol malo….”, y su doctor sigue con parsimonia: “tenga cuidado con las grasas. Haga una dieta sana y camine, por lo menos media hora todos los días”. En ese caso no continúe leyendo, porque en el mejor de los casos se va ha poner de mal humor. Una vez hecha la advertencia sigo.
He comentado que los próximos días 19, 20 y 21, del presente mes de Marzo, en el recinto ferial de Cartaya, tendrá lugar la Feria del Caballo y sus complementos. Uno que es curioso, por oficio e indiscreto por vocación, tiene relativamente fácil estar al día en lo que se cuece en torno a la Feria. Es una explicación simple; la señora casada contra mí, es la responsable del Certamen que dicho en honor a la verdad, se viene celebrando desde hace años con muchísimo éxito en cuanto a participantes, tanto expositores como visitantes.
Escribí que hablamos de una Feria Comercial Alegre, donde hay de todo un poco, desde, bar con tapas, hasta cuchillería, pasando por arreos y arneses, ropa vaquera, trajes de gitana, y para que no falte de nada algún stand con productos ibéricos, chacinas quesos y otras delicadezas gastronomitas. Lo que hace las delicias de muchos de los asistentes, entre ellos un servidor. Un poquito antes de comer, se acerca uno a una de esas “iglesias” de los pecados del gusto y se pide unos taquitos de panceta ibérica salada, con unas rebanaditas de pan y una manzanilla y la actuación del tablado central se presenta en su cerebro como hecha por coros de las vírgenes del Profeta.
Luego se como una tapita de carrillera de cerdo ibérico, con un riojita y las guitarras, le suenan a arpas tocadas por ángeles en el paraíso, si es que es usted clásico, si es moderno, lo que tocan los de arriba son las guitarras y el parecido es el de Paco de Lucia, por citar solo a uno de los grandes.
D Antonio Pérez, fotógrafo de cabecera de éstos acontecimientos y un “bon vivant”, a sus cincuenta y muchos, dice que no tiene edad, como la Cincuetty, y lo de la responsabilidad del matrimonio le queda lejos, todavía, con lo que es de hecho y derecho un hombre libre, envidias a parte; puede disponer de su tiempo “al gusto”, así que anda tentando al prójimo, tan bien como lo haría Pateta, y en muchos cosas con éxito irrenunciable. ¿Por qué haber quien se resiste a uno de sus propuestos homenajes al colesterol?........Usted me pregunta ¿Qué en que consiste …?. Pues como está próximo uno de ellos se lo voy ha decir, refiriéndome al último celebrado, y no hace muchas fechas. Me llevó a una brasería pequeñita, y muy de ir por casa, quiero decir que no es muy conocida. Me reservo el nombre y la dirección, porque como se propague y a la gente le de por ir, ya no será lo mismo, ni en precio y a lo peor tampoco en calidad, así que disculpen mi egoísmo. Cuantos lugares magníficos se han echado a perder por exceso de clientela y cuantos otros han perdido su encanto por que se han puesto por las nubes en sus precios y bajado sensiblemente la calidad por la misma causa.
Los dos Antonios, siguiendo las sugerencias del “brasero”, nos metimos entre pecho y espalda unas morcillas ibéricas extraordinarias, chorizo picantes y un costillar entero, nos bebimos dos botellas de rioja y nos comimos medio pan de pueblo, cada uno, el de la Rolly Flex, decía que esas cosas las podía hacer porque su suegra no se enteraba, el malvado encima “con coña”.
El enésimo homenaje al colesterol, será dentro de unos días, el motivo del mismo lo inventara D Antonio, no hay nada que le saque mejor el jugo al pecado que buscarle un justificante y para eso el de los objetivos se lo encuentra hecho.
Yo si que tendré que dar explicaciones a Dª Amparo.
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