La resistencia de estas criaturas que dicen servir a los ciudadanos, es increíble, resistible al desaliento y con más paciencia que el Santo Job, que por lo visto la tenía toda, la que le correspondía y la tres o cuatro Santos más.
No se si de verdad, que como el 90% de españoles, no me lo creo, aunque tengo más moral que el Alcoyano; o para hacer el “pari pe”, han decidido mantener una serie de contactos, con la intención (ja, ja, que risa) de llegar a un acuerdo de todos los partidos políticos para sacar al país de la crisis.
D Antoni Durán i Lleida, decía ésta misma mañana que no era nada optimista, pero como ZP, le ha llamado el primero, iba a la reunión dispuesto a plantear una serie de medidas que según su parecer son imprescindibles para un acuerdo de tal envergadura. Al compañero Carlos Herrera, e apuntaba subliminalmente que estando en la gallera, los pollitos que están es imposible hacer nada. E insisto a pesar de los pesares, acudiría a la consulta.
Les comente que entendía la oferta que se corresponde con la cita, como “un viva a Cartagena”, “un cántico al sol”, es decir la foto, que al final es lo que persiguen éstos señores. Porque son sabedores de lo infundado de un gobierno de concentración nacional, a la alemana, que es el sueño de algún visionario lleno de buena voluntad, de los que todavía existen en los restos de ésta país , antes llamado España.
¿Por qué?. Lo deje claro en mi articulo sobre el bipartidismo de hace unos días, se podría retoricar e inclusive pontificar sobre las causas pero hay dos que son las definitivas: la primera, entre D José Luis y D Mariano, no existe química, ni ganas de tomarse, tan siquiera, un café juntos. La segunda, que ambos a dos, no les da la real gana de sentarse a la misma mesa, en un posible gobierno con participación de los dos partidos.
Nadie, por mucha imaginación que tenga, puede suponer en la misma mesa, plato a plato a Mª Teresa Fernández y a Sagrario Santamaria, verlas de frente y enzarzadas ya es feo, juntas un horror. Como tampoco podría ser un entente entre Montoro y la Salgado, saltarían chispas.
Pero como el sueldo lo exige, ellos a perder el tiempo con reuniones que antes de empezar han nacido muertas, Ahora mientras se está negociando, no se acuerdan de su familia, da tiempo para mandarla a la ducha a quitarse los olores que dejo la penúltima reyerta.
Los unos y los otros, cumplen como en la canción: Dale que dale que dale; dale que dale al pandero. ¡País!.
No se si de verdad, que como el 90% de españoles, no me lo creo, aunque tengo más moral que el Alcoyano; o para hacer el “pari pe”, han decidido mantener una serie de contactos, con la intención (ja, ja, que risa) de llegar a un acuerdo de todos los partidos políticos para sacar al país de la crisis.
D Antoni Durán i Lleida, decía ésta misma mañana que no era nada optimista, pero como ZP, le ha llamado el primero, iba a la reunión dispuesto a plantear una serie de medidas que según su parecer son imprescindibles para un acuerdo de tal envergadura. Al compañero Carlos Herrera, e apuntaba subliminalmente que estando en la gallera, los pollitos que están es imposible hacer nada. E insisto a pesar de los pesares, acudiría a la consulta.
Les comente que entendía la oferta que se corresponde con la cita, como “un viva a Cartagena”, “un cántico al sol”, es decir la foto, que al final es lo que persiguen éstos señores. Porque son sabedores de lo infundado de un gobierno de concentración nacional, a la alemana, que es el sueño de algún visionario lleno de buena voluntad, de los que todavía existen en los restos de ésta país , antes llamado España.
¿Por qué?. Lo deje claro en mi articulo sobre el bipartidismo de hace unos días, se podría retoricar e inclusive pontificar sobre las causas pero hay dos que son las definitivas: la primera, entre D José Luis y D Mariano, no existe química, ni ganas de tomarse, tan siquiera, un café juntos. La segunda, que ambos a dos, no les da la real gana de sentarse a la misma mesa, en un posible gobierno con participación de los dos partidos.
Nadie, por mucha imaginación que tenga, puede suponer en la misma mesa, plato a plato a Mª Teresa Fernández y a Sagrario Santamaria, verlas de frente y enzarzadas ya es feo, juntas un horror. Como tampoco podría ser un entente entre Montoro y la Salgado, saltarían chispas.
Pero como el sueldo lo exige, ellos a perder el tiempo con reuniones que antes de empezar han nacido muertas, Ahora mientras se está negociando, no se acuerdan de su familia, da tiempo para mandarla a la ducha a quitarse los olores que dejo la penúltima reyerta.
Los unos y los otros, cumplen como en la canción: Dale que dale que dale; dale que dale al pandero. ¡País!.
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